La agitada vida en la ciudad de Madrid puede dejar a cualquiera con ganas de un respiro en medio de la naturaleza.

A tan solo una hora de la capital, en la sierra Norte de Madrid encontramos las Cárcavas de Patones se presentan como un refugio natural impresionante, una escapada perfecta para aquellos que buscan desconectar, hacer ejercicio y sumergirse en un paisaje totalmente diferente.

Las cárcavas de Patones  están situadas a 70 km de la capital y, pese a su nombre, pertenece al Municipio de Valdepeñas de la Sierra, en la provincia de Guadalajara. Su lejanía administrativa y su proximidad a Patones de Arriba, ha llevado a que muchos crean que las cárcavas pertenezcan al pueblo madrileño.

Cómo llegar a las Cárcavas de Patones

El camino para llegar a las Cárcavas de Patones comienza tomando la autovía A1 (carretea de Burgos) desde Madrid, dirigiéndose hacia Torrelaguna y tomando la salida 50. Desde allí, la N-320 te guiará a través de Torrelaguna, y luego, por la M-102, llegarás a Patones-Presa del Atazar. Una vez pasado Patones de Abajo, sigue por la M-102 hasta llegar al Embalse del Pontón de la Oliva, donde se recomienda dejar el vehículo.

Antes de adentrarte en la ruta hacia las Cárcavas, aprovecha para explorar el embalse, una joya hidráulica construida entre los años 1851-1858 durante el reinado de Isabel II. Después de maravillarte con esta obra maestra, inicia la ruta fácil de las Cárcavas.

La travesía de alrededor de dos kilómetros ofrece vistas espectaculares, aunque no exenta de desafíos debido a su pronunciada pendiente. A medida que avanzas, el anfiteatro de pináculos anaranjados, conocido como las Cárcavas de Patones, se revela majestuoso. Aunque la subida puede resultar exigente, la recompensa de las vistas panorámicas hace que cada paso valga la pena.

Es esencial venir preparado con calzado cómodo y que ofrezca un buen agarre, especialmente teniendo en cuenta la bajada empinada. Las familias con niños deben tener en cuenta que el sendero puede ser un desafío para los más pequeños, por lo que se recomienda tomarlo con calma y disfrutar del entorno.

Aunque la ruta fácil ofrece una vista espectacular desde el mirador, algunos aventureros deciden explorar más, desviándose hacia el río para contemplar las Cárcavas desde abajo. Sin embargo, este tramo adicional, de aproximadamente dos kilómetros, no proporciona las mismas vistas impresionantes que el mirador.

Antes de emprender la visita a las Cárcavas de Patones, ten en cuenta algunas recomendaciones importantes. Es aconsejable llevar suficiente agua y comida, vestir calzado adecuado, evitar días lluviosos y respetar el entorno natural, evitando dejar basura y manteniendo la distancia de las formaciones geológicas.

Origen de las Cárcavas

El origen geológico de las Cárcavas de Patones se remonta a la erosión sobre un terreno sedimentario, blando y sin vegetación. Durante milenios, la lluvia y el viento han esculpido las impresionantes chimeneas de hadas, creando un paisaje único que se puede admirar en distintos lugares del mundo, como la Capadocia en Turquía o Bryce Canyon en Estados Unidos.

Las Cárcavas de Patones se presentan como una joya natural cerca de Madrid, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de desconectar, disfrutar de la belleza del paisaje y explorar un rincón mágico que combina historia geológica con la belleza escénica.

Un escape perfecto para aquellos que buscan una experiencia única a tan solo una hora de la bulliciosa capital.