Irlanda del Norte se ha convertido en un foco de preocupación para la seguridad de los periodistas, según un informe reciente de Amnistía Internacional (AI). La organización ha calificado la región como el lugar "más peligroso" del Reino Unido para los profesionales de la información. Estos se enfrentan a un persistente clima de amenazas y violencia, principalmente por parte de grupos paramilitares y bandas de crimen organizado.

PUBLICIDAD

Una intimidación que va más allá de lo verbal

El informe de AI detalla cómo la intimidación se manifiesta en diversas formas, desde amenazas de muerte y atentados hasta violaciones, a menudo difundidas a través de pintadas y, cada vez más, en las redes sociales. Las mujeres periodistas son particularmente vulnerables, sufriendo "amenazas de género altamente personales" que incluso se extienden a sus hijos.

Patrick Corrigan, director de AI en Irlanda del Norte, enfatizó la gravedad de la situación: "Los periodistas en Irlanda del Norte se enfrentan a una campaña sostenida de amenazas, intimidación y violencia por parte de grupos armados, lo que lo convierte en el lugar más peligroso del Reino Unido para ser periodista".

La "impunidad" de estos grupos preocupa a AI

Según informa EFE, una de las mayores preocupaciones es la falta de rendición de cuentas. A pesar de la persistencia de estos delitos, ningún miembro de los grupos paramilitares ha sido procesado, lo que genera una "sensación de impunidad" que, según AI, "envalentona a quienes están detrás de las amenazas". Esta inacción alimenta un ciclo de violencia y amenazas que silencia a los periodistas y restringe la libertad de prensa.

La investigación de Amnistía Internacional, basada en entrevistas con 22 reporteros y fotógrafos, documentó 71 casos de amenazas o agresiones desde 2019. Estas agresiones ocurren tanto dentro como fuera de servicio, lo que subraya la omnipresencia del riesgo para los periodistas en la región. En un caso alarmante, un periodista fue alertado en nueve ocasiones en un solo año por la Policía norirlandesa (PSNI) sobre los riesgos para su seguridad.

Ante esta situación, muchos periodistas se ven obligados a tomar medidas de seguridad extremas, como la instalación de cristaleras blindadas y cámaras de vídeo en sus residencias, lo que refleja el clima de miedo y paranoia en el que trabajan. AI también recordó los trágicos asesinatos de Martin O'Hagan, periodista del 'Sunday World' asesinado en 2001 por paramilitares protestantes, y de Lyra McKee, quien murió por un balazo en 2019 mientras cubría unos disturbios en Derry. Estos casos sirven como sombrío recordatorio de los peligros extremos que enfrentan los periodistas en Irlanda del Norte.

Las manifestaciones y protestas, puntos peligrosos para los periodistas

Los periodistas que trabajan en las áreas de seguridad, crimen organizado y orden público, como manifestaciones y protestas, son los que corren mayor riesgo. Algunos, según Corrigan, han dejado de denunciar las amenazas o agresiones a la PSNI, perdiendo la fe en la eficacia del proceso.

Séamus Dooley, secretario general del sindicato del gremio en toda Irlanda (NUJ), resumió la situación de manera contundente: "En la que se supone es una sociedad normalizada, tras el proceso de paz, los periodistas viven con miedo y bajo estrictas medidas de seguridad. Eso no es señal de una democracia que funcione con normalidad". Su declaración subraya la urgente necesidad de abordar la situación y proteger a los periodistas para garantizar la libertad de prensa en Irlanda del Norte.

La situación, afirman, "requiere una respuesta urgente y coordinada" por parte de las autoridades, la sociedad civil y los medios de comunicación. Para AI, es esencial garantizar la seguridad de los periodistas y su capacidad de informar libremente sobre los acontecimientos en Irlanda del Norte.

PUBLICIDAD