A Ana Belén, una de las musas clásicas de la izquierda española, le entristece la crisis que atraviesa el PSOE tras la publicación del informe de la UCO sobre Santos Cerdán y de los audios que se intercambiaba la trama encabezada por José Luis Ábalos y su antiguo asesor Koldo García. "Qué lenguaje tan zafio. No quiero ni oírlo, no quiero escucharlo", ha declarado la artista, visiblemente afectada por el contenido de las grabaciones y el efecto en el partido del Gobierno, al que ha apoyado públicamente en varias ocasiones. "Lo vas leyendo y dices: ‘oh, Dios mío, no quiero, no quiero, no quiero’. Qué horror. Pero imagínate los que sí son militantes y están ahí, como deben estar. ¿Qué cara se les ha debido quedar?", ha añadido este jueves en la presentación de Vengo con ojos nuevos, su primer disco con canciones nuevas en siete años que aparece mañana.
La cantante y actriz regresa este viernes con Vengo con ojos nuevos, un álbum de temas inéditos que entrelaza feminismo, memoria personal y crítica social. A sus 74 años, Ana Belén mantiene una mirada lúcida y comprometida, también política, desde la distancia. "Si hay realmente una revolución que ha hecho mucho, está haciendo y va a tener que hacer, es la revolución feminista", afirma. En canciones como Sin tacones ni carmín o Que no hablen en mi nombre, se mezclan la sororidad, el hartazgo y la defensa de las mujeres silenciadas, ya sea en los barrios de la España de la posguerra o en los hospitales de Gaza.
"No voy a dejar de decir lo que pienso"
El disco, producido por su hijo David San José, se presenta como una celebración serena, con ecos de bachata, rumba y balada. Pero también es una declaración de principios. "No nos durmamos. Porque en cuanto te dejas un poco, ahí asoma la patita la gente peor y el machismo", advierte. Preguntada por la deriva sexista de ciertos lenguajes en política o cultura, no suaviza: "Sigo sintiendo hartazgo e indignación por las mismas cosas que cuando era jovencita".
Ana Belén inicia ahora una gira que la llevará por Zaragoza, Madrid, Toledo, Sevilla o Santa Cruz de La Palma. En el escenario, entre clásicos y novedades, volverá a conjugar arte y posición: "Tengo un altavoz, y con la edad que tengo, como comprenderás, no voy a dejar de decir lo que pienso".
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