Es una palabra singular y de uso poco común, pero que por ejemplo todo oyente de Federico Jiménez Losantos reconocerá: en su popular Crónica Rosa la utiliza con frecuencia para referirse a mujeres de dudosa reputación que comercian con su cuerpo. Se trata de suripanta. "Mujer ruin, moralmente despreciable", según la RAE. Ahora, Rosalinda Galán, una de las voces más singulares del panorama musical español, ha lanzado una campaña en Change.org con un objetivo concreto: que la Real Academia Española elimine esta acepción peyorativa. Según la artista sevillana, esta interpretación distorsiona el origen histórico y artístico de la palabra, tal y como ha descrito en sus redes sociales.

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En realidad, la palabra fue acuñada a mediados del siglo XIX por el periodista y dramaturgo Eusebio Blasco Soler para referirse a las mujeres coristas de sus operetas, artistas valientes que desempeñaban un papel central en la cultura escénica de su tiempo. "Sin embargo, en 1925, la Real Academia Española (RAE) la incluyó en el diccionario con una primera acepción cargada de un claro tono peyorativo, asociando a las suripantas con la deshonra y dejando en segundo lugar su significado real, de origen profesional y artístico", explica Galán en su propuesta. Con esta iniciativa, busca reapropiarse del término, devolverle su dignidad y reivindicar la memoria y el legado de esas mujeres.

Coplera del futuro

Y es que para Galán la copla, el cuplé y la canción popular han sido siempre vías de desahogo, rebeldía y expresión, y su música se inspira en ese espíritu. Con un lenguaje electrónico y contemporáneo, ilumina la tradición y la convierte en altavoz de un cambio necesario: demostrar que el lenguaje no solo describe el mundo, sino que también lo moldea.

Rosalinda Galán. | Joaquín Calle

Natural de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), Rosalinda Galán se formó en interpretación tras mudarse a Madrid a los 19 años y ha desarrollado su carrera entre la música, el teatro y el cine, en montajes como Quiero ser María Jiménez y películas como Historias lamentables, de Javier Fesser. Desde su primer single, Cállate (2024), ha trabajado en lo que ella misma llama "copla electrónica", un proyecto donde la tradición popular se mezcla con sonidos contemporáneos y una mirada profundamente personal. Su segundo single, Cu4rto (2025), homenajea a clásicos como Ojos verdes y Tatuaje, combinando pasión, sensualidad y modernidad.

Con su campaña, Rosalinda Galán recuerda que la historia y la cultura popular merecen ser defendidas, y que las palabras pueden ser herramientas de justicia, memoria y reivindicación. Y, de paso, probar suerte a ver si este plausible ejercicio de memoria histórica le da un empujón a su carrera musical.

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