La fuerte radiación del sol y la falta de nutrientes en el suelo pueden hacer que las plantas se hayan quedado sin fuerza para crecer ni florecer. Por ello un sencillo abono casero ya ha sido etiquetado como "el oro líquido" para restaurar las plantas de los jardines; de este modo este medio natural hará que recupere el sustrato, propicia el crecimiento, mejora la resistencia y estimula la vida de las plantas sin los altos costes de los fertilizantes comerciales.
Ventajas del café líquido para las plantas
El café líquido, preparado en cafetera de manera habitual, se convierte en un producto muy rico en nitrógeno, un nutriente que hace que las plantas recuperen la vitalidad; fomenta la producción de masa vegetal, ayuda a que se desarrollen los tallos y mejora la formación de las hojas verdes y sanas. En una fase de alta temperatura, esta nutrición se hace imprescindible para que las plantas no se deshidraten y se mantengan con fuerza.
Aporte al sustrato y equilibrio del suelo
Usado como agua de riego, el café actúa directamente sobre el sustrato, mejorando la composición y desarrollando la retención de nutrientes. Su efecto no se limita a la superficie, sino que en las raíces, genera un sistema radicular más fuerte y equilibrado y, de este modo, una buena evolución de las plantas durante todo el verano. Las plantas pueden mantener su fuerza a pesar de las condiciones climáticas desfavorables.
El café para dar vida a las plantas
Para conseguir un fertilizante natural a partir del café sólo hay que preparar una infusión muy simple con agua, sin leche, sin azúcar ni otros ingredientes. Una vez preparada no hay que calentarla ni enfriarla, sino que hay que dejarla tal cual y luego utilizarla (este paso es importante para no dañar el sustrato). La facilidad a la hora de prepararlo lo convierten en una opción práctica y económica para aquellas personas que buscan cuidar las plantas de forma natural sin demasiadas complicaciones.
Frecuencia de uso en cada riego
El café debe utilizarse como agua de riego, aplicado directamente sobre la tierra para que se vayan integrando los nutrientes poco a poco. La frecuencia en la que se aplicará el café dependerá de las necesidades que tenga cada planta, aunque lo ideal es hacer un uso espaciado para no excederse. De esta manera se consigue que el sustrato goce de un aporte continuo de nutrientes. El resultado se traduce en un mayor vigor del desarrollo y su apariencia renovada en muy poco tiempo.
Más efectos positivos del abono
Estimulación de la vida microbiana del suelo
El café, además de enriquecer el sustrato, favorece para que no se multipliquen las bacterias que pueden contribuir a la descomposición de la materia orgánica, generando que los nutrientes disponibles para la raíz sean más accesibles y mejora la capacidad de absorción de la planta. Estas bacterias también van a funcionar como protectoras de los desequilibrios que se puedan dar en el sustrato, haciéndolo más fértil y saludable.
Prevenir hongos
El café líquido además de enriquecer el sustrato frena la aparición de los hongos perniciosos del sustrato, una condición muy habitual en los ambientes cálidos y húmedos. Un suelo más equilibrado permite un desarrollo menos arriesgado de las raíces, y por lo tanto disminuye la posibilidad de contraer enfermedades. De esta forma, el café no solo tiene un efecto nutritivo, sino que permite ir manteniendo a las plantas vivas, enérgicas y sanas durante el verano y también ayuda a recupéralas si ha sufrido después de estar varios días o semanas sin recibir agua.
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