Desde que el pasado 15 de octubre se alzó con el Premio Planeta con Vera, una historia de amor, Juan del Val ha vivido una intensa exposición mediática. Con su novela, dice, aspira a consolidar la línea literaria que ya ha desarrollado en títulos anteriores. Sin embargo, el Planeta ha venido acompañado de un volumen notable de críticas –negativas, se entiende–, a las que el escritor ha restado importancia públicamente.

Durante la presentación de su libro en Madrid, Del Val ha asegurado que no le han sorprendido las reacciones adversas: "No me digas que ha habido críticas, ¿en serio? Pues mira, lo he vivido intentando ver todo con perspectiva estando dentro del huracán". Según ha señalado, el proceso posterior al fallo del premio "en principio me ha parecido bastante previsible", y ha manifestado su deseo de que la salida a la venta de la novela, este mismo miércoles, permita que "se pueda leer y que luego la gente opine".

El escritor ha insistido en que la recepción de cualquier obra literaria está sujeta a la sensibilidad de cada lector. "Las novelas gustan o no gustan, como no hay ninguna novela en la historia de la literatura que le haya gustado a todo el mundo y supongo que con la mía pasará igual", ha explicado. No obstante, ha reclamado un principio básico antes de expresar un juicio: "Esperar a leerla para luego criticarla, que menos, ¿no?".

Una "nadería vulgar y previsible"

El que ya la ha leído y se ha apresurado a compartir su opinión el mismo día del lanzamiento del libro ha sido Jordi Gracia. El periodista de El País se ha especializado en los últimos años en despellejar el Planeta de turno, en lo que ya prácticamente se ha convertido en una tradición. La feroz crítica a Sonsoles Ónega, por ejemplo, propició una emotiva escena cuando la reina Letizia acudiendo a una firma de libros en Madrid para apoyar a su amiga.

En su crítica, Gracia no escatima epítetos para definir la novela de Juan del Val. "El ampuloso autorretrato melodramático que abre el libro –'Soy lo que escribo. A escribir le debo todo lo que soy'– prefigura un problema literario de tres pares de narices porque si este hombre es lo que ha escrito en esta novela, quizá mejor que no abandone jamás las populosas tertulias televisivas: la insipidez de su prosa es pavorosa", arranca su texto.

Según Gracia, Vera se articula en torno a una trama sentimental construida sobre lugares comunes y personajes sin definir, que perpetúa una fórmula narrativa "previsible" apoyada en giros melodramáticos y orientada a grandes audiencias. Rescata, eso sí, las escenas de sexo "creíble y natural", "lo mejor, con diferencia", antes de proponer con sarcasmo que la próxima ganadora sea otra autora de la casa, la superventas especializada en novelas eróticas y románticas Megan Maxwell.

"¿Es absolutamente obligatorio que tantos premios Planetas sean naderías tan planas, tan previsibles, tan vulgarísimas? Leer algunas de esas novelas –Sonsoles Ónega, Juan del Val– duele en el hígado por la falta de miramientos y hasta una especie de cinismo de escritura, de dejadez deliberada para ganar unas cuantas decenas más de compradores, supongo (y la felicidad de un jurado entregado a la causa)", continúa el exjefe de opinión del diario de Prisa. Gracia considera "extravagante" que el premio literario privado "que la inmensa mayoría de la población considera el más prestigioso y relevante" reconozca a "una novelita sentimental de kiosco como esta".

"Pongo el alma y la vida entera para mejorar escribiendo"

Pese a estas y otras demoledoras críticas, Del Val ha optado por mantener una actitud de calma pública y ha insistido en que su obra deberá sostenerse en el encuentro entre el libro y sus lectores. "Deseando que llegue mañana [por hoy] para que la novela se pueda comprar, se pueda leer y que luego la gente opine", reiteraba en la presentación de este martes en el Instituto Cervantes. Su director, Luis García Montero, autor de la casa –del grupo Planeta–, acudió disciplinado a la presentación.

Según su propio testimonio, las primeras reacciones que ha recibido en su entorno han sido positivas: "Está gustando mucho. No solamente las personas que me quieren y son bastante próximas, sino un poco la gente que la ha visto en la editorial y demás, está gustando mucho". Del Val se ha mostrado confiado en conservar a sus lectores habituales y en sumar nuevos públicos derivados del impacto mediático del premio.

Preguntado por la ambición literaria y la posibilidad de aspirar a otros reconocimientos en el futuro, Juan del Val respondía con ironía contenida: "Me ha encantado ganar el que he ganado". Aun así, admite un propósito de crecimiento continuo: "Soy ambicioso literariamente, esto es una realidad, lucho, me esfuerzo y pongo el alma y la vida entera para mejorar escribiendo".

También fue interrogado sobre la presencia de su vida personal en la construcción de sus personajes, y en particular la influencia de su pareja, Nuria Roca. "Estoy yo y Nuria forma parte de mi vida, y como forma parte de mi vida, en cierto modo, hay muchas cosas cuando se habla de sentimientos donde evidentemente está ella".