Cada Navidad, el Palacio Real de Madrid vuelve a abrir sus puertas para mostrar uno de los montajes más singulares de la temporada: el Belén Napolitano del Palacio, conocido tradicionalmente como Belén del Príncipe. No es solo un conjunto de figuras que representan el Nacimiento, sino una escenografía compleja que mezcla historia cortesana, tradición napolitana y artesanía contemporánea, y que se ha convertido en uno de los hitos del calendario navideño de la capital.
Estas fiestas, el belén se puede visitar desde el viernes 5 de diciembre hasta el lunes 5 de enero, con entrada gratuita y el mismo horario de apertura del Palacio Real. El acceso se realiza por el Arco de Santiago, en la calle Bailén, lo que integra el recorrido de los visitantes en el eje monumental de la plaza de la Armería y el entorno del Palacio.
Una tradición cortesana con raíces napolitanas
La historia de este belén se remonta al siglo XVIII, cuando Carlos III encargó un conjunto napolitano para su hijo, el Príncipe de Asturias y futuro Carlos IV. Desde entonces, el Belén del Príncipe ha funcionado como un espejo de la corte y de sus gustos, incorporando la estética y el teatro propios del belenismo napolitano, que mezcla escenas religiosas con escenas de la vida cotidiana.
A finales del siglo XX, el conjunto histórico se amplió con nuevos caseríos, figuras y elementos realizados en talleres napolitanos tradicionales, y ya en el siglo XXI el equipo de Restauración de Patrimonio Nacional ha seguido creando cada año estructuras, arquitecturas y personajes que actualizan el montaje. El resultado es un belén en permanente evolución, que conserva el espíritu original de la corte borbónica, pero se adapta a cada edición con nuevos guiños, referencias y escenografías.
Las figuras, muchas inspiradas en modelos del siglo XVIII, mantienen la lógica artesanal de la tradición napolitana: cabezas y manos modeladas y pintadas con detalle, cuerpos alámbricos que permiten cierta flexibilidad y vestiduras de tejidos ricos que remiten tanto al mundo bíblico como a la moda europea de la época. Esa mezcla de historicismo, teatralidad y naturalismo está en la base del atractivo del Belén del Príncipe.
Escenas y novedades del montaje de 2025
El montaje de este año gira en torno a dos espacios principales: la Casa del Labrador de Aranjuez y la Real Botica del Palacio Real. La primera, reabierta al público el pasado mes de octubre tras una profunda rehabilitación, se incorpora al belén como una especie de “palacio dentro del palacio”: una residencia de recreo convertida en escenario en miniatura, donde la arquitectura neoclásica y los jardines de Aranjuez se condensan en unas pocas paredes, columnas y terrazas. La segunda, la Real Botica, se adelanta en forma de maqueta a su reapertura, prevista para junio de 2026, con una escena en la que se distingue al farmacéutico real y el pequeño laboratorio en el que se preparan remedios y fórmulas.
Alrededor de estos dos núcleos se despliega el resto del belén, con más de 200 figuras distribuidas en distintos niveles y escenas. Se mantienen algunos de los conjuntos ya clásicos del Belén del Príncipe: el cuarteto que toca los Stradivarius del Palacio Real, que traslada al interior de la escena la propia colección musical del Palacio; la taberna, donde los personajes napolitanos comen, beben y conversan en torno a una mesa que podría pertenecer a cualquier calle animada de Nápoles; o la biblioteca, cuyos estantes minúsculos permiten distinguir diminutos volúmenes manuscritos que refuerzan el carácter cortesano e ilustrado de la composición.
Ropa tendida, alabarderos y un homenaje especial
Otro de los motivos recurrentes que vuelve a asomar este año son las casas con tendederos de ropa, una imagen cotidiana que el belenismo napolitano ha elevado casi a género propio: la ropa colgada entre fachadas, los balcones estrechos, los patios interiores y los pequeños oficios urbanos acercan la escena del Nacimiento a la vida de una ciudad mediterránea del XVIII. Todo ello se combina con las arquitecturas y paisajes más directamente vinculados a la tradición bíblica, de manera que Jerusalén o Belén se cruzan con los ecos del sur de Italia y de la corte española.
Como novedad, el Belén incorpora tres figuras de alabarderos cedidas por el Cuarto Militar de la Casa de S. M. el Rey, que introducen una referencia directa a la guardia real contemporánea y enlazan el relato histórico con el presente institucional del Palacio. Esta edición, además, está dedicada a la memoria de Daniel Guindulain Granados, técnico de Colecciones Reales y uno de los principales artífices del belén, fallecido recientemente.
Horarios, acceso gratuito y otros belenes de Patrimonio Nacional
El Belén del Príncipe se puede visitar gratuitamente en el mismo horario de apertura del Palacio Real: de lunes a sábado, de 10:00 a 18:00 (último acceso 17:00), y domingos, de 10:00 a 16:00 (último acceso 15:00). Los días 24 y 31 de diciembre el último pase se adelanta también a las 15:00, mientras que el belén permanecerá cerrado el 25 de diciembre y los días 1 y 6 de enero.
El montaje del Palacio se completa, un año más, con otros belenes en los monasterios gestionados por Patrimonio Nacional. El del Real Monasterio de la Encarnación, con figuras de José Luis Mayo y manufacturas de Olot, se podrá visitar del 1 de diciembre al 7 de enero. En el Real Monasterio de Santa Isabel se muestran dos belenes, uno tradicional y otro napolitano con figuras de inspiración dieciochesca. El Monasterio de las Descalzas Reales exhibe su belén popular a partir del 16 de diciembre. Todos son de acceso gratuito y comparten un calendario similar, con cierre los lunes y en fechas señaladas.
Talleres familiares, “Caminito de Belén” y cuentacuentos
La programación se amplía con visitas-taller para familias (6–12 años) los días 20, 21, 22, 23, 26, 29 y 30 de diciembre, y el 2 y 4 de enero, que permiten conocer el belén y crear uno propio con materiales reciclados procedentes de los talleres de restauración.
Además, vuelve la ruta de belenes “Caminito de Belén”, que propone visitar el Belén del Palacio Real y los de La Encarnación, Santa Isabel y Descalzas Reales. Al completar tres sellos, los participantes pueden recoger un pequeño obsequio en la Galería de las Colecciones Reales y acceder gratuitamente a la exposición “Juguetes Reales”, inaugurada el 16 de diciembre.
La Galería acoge también sesiones de cuentacuentos el 20 y el 21 de diciembre, pensadas para niños de 4 a 10 años, y centradas en piezas destacadas de la colección a través de relatos con tono navideño.
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