El rey Felipe VI ha inaugurado este miércoles en Arequipa el X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) con un discurso centrado en la unidad y la concordia, en un contexto marcado tanto por la crisis política en Perú como por las tensiones entre los responsables de las principales instituciones organizadoras, el Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE), después de las declaraciones de hace una semana del director de la primera, Luis García Montero, contra el de la RAE, Santiago Muñoz Machado.

En la ceremonia solemne celebrada en el Teatro Municipal de Arequipa, el monarca ha reivindicado la lengua como una herramienta "para buscar la paz y el consenso" y para "potenciar la voz de las naciones hispanohablantes" en un panorama global "incierto". "En un tiempo en que la diplomacia es tan necesaria, nuestra lengua ha de servir para buscar la paz y procurar el consenso", afirmó ante autoridades, académicos y escritores de todo el ámbito hispano.

El acto inaugural contó con la presencia del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y del de la RAE, Santiago Muñoz Machado, protagonistas en los últimos días de un enfrentamiento público que ha ensombrecido el arranque del congreso. Ambos intervinieron en la sesión junto a los escritores Juan Gabriel Vásquez, Giovanna Pollarolo, Oswaldo Chanove y Javier Cercas, el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, y el representante del Gobierno peruano, Eric Anderson.

La lengua, nuestra casa común

La delegación española estuvo encabezada por el rey, acompañado en esta ocasión por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que llegó a Arequipa la víspera y visitó la Casa Museo de Mario Vargas Llosa, reabierta recientemente. En su intervención, Felipe VI ha evocado al escritor peruano como símbolo de una lengua compartida: "Nuestra lengua es para nosotros, los hispanohablantes, lo que fue Arequipa para Vargas Llosa: la casa familiar, un espacio de más de 600 millones de hablantes, fértil en comunicación, en ciencia, en creación literaria, en ideas, en proyectos".

El monarca apeló a que el Congreso sirva como "ejemplo de comunidad de valores", y a que las reflexiones en torno al mestizaje, la interculturalidad, el lenguaje claro y la inteligencia artificial contribuyan a reforzar "lo que une y no lo que separa". "Vivimos en un mundo mestizo, y ninguna lengua nació para ser barrera ni muro", subrayó.

Felipe VI destacó también la importancia del "lenguaje claro y accesible" frente a la saturación informativa y la desinformación, y defendió la necesidad de que la inteligencia artificial "se nutra del español" preservando su calidad y diversidad.

Turbulencias políticas e institucionales

El contexto institucional y político ha marcado la cita desde su inicio. A la crisis abierta entre el Cervantes y la RAE se suma la situación de inestabilidad en Perú, donde la destitución de la expresidenta Dina Boluarte y la asunción del cargo por parte del hasta ahora presidente del Congreso, José Jerí, han modificado el protocolo diplomático previsto. En representación del Ejecutivo peruano asistió el secretario general de la Cancillería, Eric Anderson.

Pese al clima de tensión, la inauguración del Congreso ha transcurrido con normalidad. Tras la ceremonia, el rey asistirá a un almuerzo oficial en el Convento de Santa Catalina de Siena y participará por la tarde en la sesión plenaria dedicada a rendir homenaje a Mario Vargas Llosa, impulsor de la elección de Arequipa como sede del encuentro. El CILE, que se celebra hasta el 17 de octubre, reúne a más de 250 especialistas y escritores bajo el lema "Grandes desafíos de la lengua española: mestizaje e interculturalidad, lenguaje claro y accesible, culturas digitales e inteligencia artificial".