Allá por 2010, Javier Carmena, pianista, tenor, compositor, y su amigo y colega del coro del Teatro La Zarzuela Felipe Nieto concibieron una idea osada, ambiciosa, pero en realidad nada descabellada: escribir una zarzuela ambientada en las fiestas del Orgullo. Con las hechuras, la estructura, la musicalidad de una zarzuela clásica, pero ubicada en la verbena madrileña más verbena de nuestros días, La Paloma del siglo XXI, las fiestas que a comienzos de julio convierten el centro de la capital en una exuberante y excesiva celebración del amor libre y diverso. De aquella ocurrencia, y después de mucho esfuerzo, nació El orgullo de quererte.

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El verano acaba de empezar y el joven Tadeo llega a Madrid dispuesto a comerse la ciudad y a vivir al máximo su primer Orgullo. Acogido por tres mujeres que le acompañarán en la gran aventura de su vida, conoce la noche madrileña y el amor de la mano del carismático y arrollador Alonso. Pero un tercero en discordia, el mefistofélico PJ, compendio de las más bajas pasiones humanas, se interpondrá entre ambos con las peores artes y dispuesto a lo que sea con tal de retener a Alonso a su lado. La trama de este "romance madrileño en tres actos" va y viene a lo largo de 18 números entre pasodobles, boleros, fox-­trots, chotis, coplas y fandangos.

El orgullo de quererte se estrenó en versión de concierto en 2022 en los Teatros del Canal, coincidiendo precisamente con el Orgullo de aquel año. Tras escucharla, Albert Boadella, uno de los actuales codirectores del centro, decidió que había que llevarla a escena con todos sus perejiles. Y que él, que nunca ha hecho dirección escénica para otros, se ocuparía de darle forma (sin miedo a la reacción de quienes sospechan de toda expresión arcoíris, y que ya están culpando a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid responsable de este teatro público, de connivencia con la agenda woke y LGTBI).

"Un acontecimiento"

"Y me agradezco a mí mismo haberme metido en este berenjenal porque estamos ante un gran acontecimiento dentro del mundo de la zarzuela", ha dicho Boadella este jueves durante la presentación del montaje de El orgullo de quererte, que con el concurso de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid dirigida por Alondra de la Parra podrá verse en la Sala Roja Concha Velasco del teatro madrileño durante dos fines de semana y seis únicas funciones (11, 12, 13, 18, 19 y 20 de septiembre).

"Cuando escuché la música de Carmena me pareció extraordinaria e insólita. Estamos en una época en la que la mayoría de los artistas tienen la obsesión de romper con el pasado, con la tradición, se estima que ese es uno de los grandes méritos del arte actual, y yo no lo considero así. Esta música respeta el pasado, tiene una vinculación profunda con él, y su compositor tiene la inteligencia y sobre todo la humildad de seguir esa tradición", ha ensalzado el fundador de Els Joglars. Lo había dicho poco antes el propio Carmena: "Felipe y yo queríamos seguir la tradición y los códigos de los grandes compositores de nuestro género, Alonso, Sorozábal, Moreno Torroba... No hemos tenido ninguna pretensión de hacer nada nuevo". Por tranquilizar a los reaccionarios.

Boadella dice haber supervisado la dirección del montaje "desde el burladero, casi como un voyeur", mientras su colaboradora y discípula desde hace años, Martina Cabanas, tomaba los mandos. "Empezó como alumna y ahora soy yo el que aprendo de ella", ha asegurado, antes de proclamar que El orgullo de quererte supone un auténtico "renacimiento" de la zarzuela como género popular que se inspira en la sociedad y la refleja, casi sesenta años después de que el último zarzuelista, Pablo Sorozábal, escribiera su última obra.

Música de primera interpretada a lo grande

"Estamos todos enamorados de la música": el tenor Enrique Viana ya fue el narrador de la versión orquestal del 22 de El orgullo de quererte y ahora interpreta al maléfico PJ. "Es la bomba, con esa buena idea de beber de las fuentes, las de nuestras tradiciones, nuestras cadencias, nuestros ritmos y nuestras raíces. Es una función que sobrecoge, de la que el público va a salir conmovido". Una opinión a la que se suma la maestra mexicana Alondra de la Parra, directora titular de la ORCAM y responsable musical del montaje. "Javier ha tomado lo mejor de todos mis compositores favoritos y lo ha hecho suyo en un lenguaje totalmente español y madrileño, y con mucho humor, que es un ingrediente importantísimo en la zarzuela. Y el texto de Felipe es extraordinario porque se siente tradicional y al mismo tiempo actual".

Ayer realizaron el primer ensayo con la orquesta, el coro y todos los elementos, y dice De la Parra que la cosa funciona como si fueran una compañía estable de ópera que llevara trabajando desde hace mucho tiempo. "Lo que está pasando en este teatro, con esta orquesta y en esta ciudad es algo muy especial".

Javier Carmena se ha aprovechado en el mejor sentido de los recursos de la ORCAM y va a disponer nada menos que de 68 músicos, cuando muchas zarzuelas se sacan adelante con apenas 20. "Utilizamos una orquestación muy grande, más bien operística", ha reconocido el compositor. Para él, este montaje es un "auténtico sueño" hecho realidad. Los presentes no podían ocultar el entusiasmo y el buen ambiente y el entendimiento que han reinado en la preparación –en pleno agosto y con obras en el teatro– de un montaje que promete ser una de las sensaciones de la temporada.

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