Cristina Hoyos, figura indispensable de la danza española del último medio siglo, ha recibido en Almagro el Premio Corral de Comedias que se entrega con motivo del Festival Internacional de Teatro Clásico de la localidad. Un galardón que por primera vez distingue a una artista ajena al teatro de texto. Conmovida y agradecida, la bailaora y coreógrafa sevillana ha confesado que recogerlo en el escenario del Corral, epicentro simbólico del Siglo de Oro, le resulta "muy bonito y entrañable".
Este jueves, en un encuentro con la prensa acompañada por la directora del Festival, Irene Pardo, Hoyos recordó sus inicios en el flamenco a los diez años, su aprendizaje autodidacta en un barrio humilde de Sevilla, sus primeras clases con Adelita Domingo y su debut en el Teatro San Fernando con solo once años. "Desde pequeñita quería bailar. Me ponía frente al único espejo que había en casa y movía las manos al son de la radio", ha contado.
Bailar "de cintura para arriba"
Con 79 años recién cumplidos, Hoyos reivindica una forma de bailar en la que "lo importante está de la cintura para arriba": los brazos, las manos, la mirada, la expresión. "Nunca he tenido un zapateado varonil, lo mío era moverme entera, girar, dejar que el cuerpo hablara", explica. A lo largo de su carrera ha bailado en escenarios de todo el mundo, aunque si tuviera que elegir uno, se quedaría con la ópera Garnier de París. "Fui la primera bailaora en subirme a ese escenario tan clásico", recuerda con orgullo.
El festival justifica su elección destacando que Hoyos, como Lorca, "bebe de la tradición para traer al presente los dilemas del honor, el destino y la pasión". Su danza es descrita como "una traducción viva de la emoción barroca", capaz de conjugar clasicismo y contemporaneidad en cada gesto. Ella misma se define como alguien que sigue vinculada al flamenco desde otros ámbitos: su compañía y el Museo del Baile Flamenco en Sevilla.
El hito de Barcelona 92
Durante su intervención, la bailaora también ha evocado su participación en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuando apareció a caballo en el Estadio Olímpico de Montjuic vestida de rojo. "Fue tras un solo día de ensayo con un caballo en Jerez, pero todo salió bien", recordó entre risas.
A los jóvenes que se inician en el arte del baile, Hoyos les aconseja no tener miedo: "Que se atrevan, que ensayen sin descanso y que busquen su propia forma de expresarse. Lo importante es que quien esté sentado en la butaca sienta algo de verdad".
Un festival exuberante y mestizo que reimagina el Siglo de Oro
La 48ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que se celebra del 3 al 27 de julio, despliega una programación que apuesta por la hibridación de géneros, la diversidad de voces y una lectura contemporánea del legado áureo. Serán 20 estrenos absolutos, cinco nacionales y más de cuarenta compañías procedentes de ocho países los que tomarán los escenarios de la localidad manchega.
La directora del festival, Irene Pardo, ha subrayado el carácter "barroco, híbrido y popular" de esta edición, concebida como una celebración de los márgenes: "No hay sagrado sin profano, ni luz sin sombra. El Siglo de Oro también fue calle, disfraz, mezcla y transgresión”.
Entre los reconocimientos de este año, además del premio a Cristina Hoyos, destaca el homenaje a la compañía Morboria, que celebra cuatro décadas de actividad teatral, y el Premio Lorenzo Luzuriaga al actor Juan Echanove, en reconocimiento a su trayectoria escénica.
Una programación de lujo
La Compañía Nacional de Teatro Clásico inaugura su nueva etapa bajo la dirección de Laila Ripoll con una versión de Fuenteovejuna dirigida por Rakel Camacho y adaptada por María Folguera. El cartel se completa con Don Gil de las calzas verdes (Tirso de Molina) dirigido por Sarah Kane, La fortaleza de Lucía Carballal y una coproducción internacional: Los dos hidalgos de Verona de Shakespeare, bajo la dirección de Declan Donnellan (Cheek by Jowl).
Entre las compañías invitadas destacan Ron Lalá (La Desconquista), Rafael Álvarez “El Brujo” (Volar con los pies en el suelo), el Ballet Flamenco de Andalucía (Origen), la Accademia del Piacere (Spain On Fire), y propuestas que revisan el barroco desde el circo, el cabaret o la disidencia sexual, como La jácara de los cuerpos imposibles de Alberto Velasco o El rey de la farándula de Ángel Ruiz.
Las voces femeninas lideran muchas de las propuestas escénicas, con montajes de Andrea Jiménez, Ana López Segovia, Eva del Palacio o Gonzala Martín, mientras que el pódcast Las hijas de Felipe amplía la conversación sobre los márgenes del canon clásico.
La programación se completa con teatro infantil (destacan versiones de Hamlet y El Quijote), propuestas emergentes en Almagro Off, una nueva edición del Plataforma Corral con Errantes de Laura Ferrer, exposiciones como Universo Morboria y GENIAS, y actividades paralelas centradas en la gastronomía, la arquitectura, el patrimonio o la conciliación familiar.
Como cada año, Radio Nacional de España realizará en directo su premiada Ficción Sonora, que en esta edición estará dedicada a La Celestina. Las entradas están ya a la venta, incluyendo un Bono de Oro que permite asistir a seis espectáculos por fin de semana a precio reducido.
El barroco, en Almagro, es más presente que pasado.
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