No es ningún mito que en otoño se nos caiga más el pelo que en otras estaciones. Sin embargo, el matiz es importante: el pelo no se cae del todo sino que se renueva, y es en estos meses donde tiene lugar esta regeneración. Pero ¿y si el pelo se nos cae demasiado o más de la cuenta? O ¿Y si el cabello se me cae durante más tiempo de lo ‘normal’? Generalmente, cuando notemos que el pelo, además de caerse, está perdiendo densidad es cuando debemos preocuparnos y acudir a un especialista, en este caso, al dermatólogo/a.

1. Nuestro cabello también tiene reloj biológico

“Lo habitual es que a todo el mundo, diariamente, se le caigan entre 100-150 pelos sin que se note disminución de la densidad capilar”, afirma a El Independiente la Dra. Ángela Hermosa Gelbard, responsable de la Unidad de Tricología del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario HM Montepríncipe (Madrid).

El motivo es, según explica la experta, porque cada uno de los pelos del cuero cabelludo tiene su propio reloj biológico y mientras unos pelos están en fase de crecimiento (también conocida como fase de anagen, en la que el tallo piloso está anclado en la raíz del pelo), otros están en fase de caída (fase de telogen, en la que el tallo se desprende de la raíz, que volverá a dar lugar más adelante a un nuevo tallo piloso).

La fase de crecimiento es diferente para cada persona y viene determinada genéticamente

La duración de esta fase de crecimiento es diferente para cada persona y viene determinada genéticamente. Sin embargo, esta fase puede ser alterada por algunos factores como el estrés, por alguna patología médica o por causas externas como por ejemplo la exposición a los rayos del sol durante el verano.

“La exposición a la radiación UV durante el verano podría acortar la fase anagen del cabello (la fase de crecimiento) haciendo que éste entre en fase de caída de forma prematura. Por eso, unos meses después, es decir, en otoño, la cantidad de pelo que se cae es mayor. Esto le pasa, no solo a las mujeres sino también a los hombres y a los niños, incluso a otros mamíferos, que suelen ‘cambiar’ el pelo en otoño y en primavera”, expone Hermosa Gelbard.

2. No debemos preocuparnos: la caída se frena en unos meses

Esta caída estacional del cabello no debe preocuparnos demasiado. “En uno o dos meses, aproximadamente, en la mayoría de los casos, esta caída se frena, la densidad capilar no suele disminuir y el ‘reloj biológico’ de nuestro pelo se vuelve a regular”, afirma la doctora.

Se trata de un proceso de renovación que, tal y como recoge la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en su página oficial, preocupa mucho a las personas y constituye un motivo frecuente de consulta. “Ocho de cada 10 personas no tienen ninguna enfermedad, sólo están asustadas por quedarse calvas”, escribe la academia. Esta caída estacional es un proceso normal de renovación del pelo que tiene que ver “con una herencia natural de los mamíferos que un día fuimos. Al igual que las hojas de los árboles o el pelo de los animales, el cabello humano también se cae con la llegada del otoño”.

3. ¿Y si pierdo densidad? Entonces, acude al médico

Si la caída de pelo se mantiene en el tiempo o va acompañada de una disminución de la densidad capilar, debemos acudir al dermatólogo, que es el especialista el diagnosticar y tratar los problemas capilares. Más concretamente, a un especialista en tricología, que es la rama de la dermatología que se dedica al pelo.

Según explica la doctora Hermosa Gelbard, el principal signo que debe alarmarnos es la pérdida de densidad capilar; es decir, que percibamos que disminuye el volumen de nuestro cabello y a través de los pelos se pueda ver con mayor claridad el cuero cabelludo. Otro signo de alerta importante y que nos debe hacer consultar al médico es que percibamos placas de alopecia, esto es, zonas focales del cuero cabelludo, o de otras zonas del cuerpo como por ejemplo las cejas, en las que aparezcan calvas.

4. ¿Qué hago para cuidarme (mejor) el cabello?

Es normal que después del verano, tengamos el pelo más dañado. Durante los meses estivales, “el pelo ha estado sujeto a una serie de factores climatológicos, como el sol o el cloro, que hacen que se estropee más. Es por esto por lo que hay que cuidarlo un poco más en esta época. Sobre todo un corte adecuado para reparar la punta degradada del pelo y utilizar productos capilares hidratantes para ayudar a recuperar un poco la fibra”, recomienda la doctora Rita Rodrigues, dermatóloga y tricóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén. Lo más recomendable para el cabello en esta época del año es usar productos hidratantes para el cabello.

Lo más recomendable para el cabello en esta época del año es usar productos hidratantes para el cabello

En cuanto al champú, según recomienda Rodrigues, se debería usar un champú que sea adecuado no solo al tipo de cuero cabelludo (más graso o más seco) sino también en base a si el pelo está teñido o no, (ya que el teñido tiene más tendencia a estar seco) y a la frecuencia con la que nos lavamos el pelo. “Si lavamos el cabello con mucha frecuencia se deberán utilizar champús más suaves con poca capacidad detergente para no secar el cuero cabelludo”, indica esta profesional.

Por otro lado, algunas personas que sufren patologías como la dermatitis seborreica y la psoriasis pueden notar también cierto empeoramiento de los síntomas de su enfermedad. De modo que “pueden percibir mayor cantidad de grasa en el pelo o mayor producción de caspa, debido a que estas enfermedades cutáneas suelen mejorar en verano y empeorar con los climas más fríos”, añade la doctora Hermosa Gelbard. Para estos problemas capilares existen productos específicos que recomendará el/la dermatólogo/a.

5. El pelo, si quieres, lávatelo todos los días

“Hay que lavarse el pelo las veces que sea necesario para tenerlo limpio”, asegura Hermosa Gelbard. Además, el lavado del pelo dependerá sobre todo de las particularidades de cada persona. Por ejemplo, si practicamos deporte, si usamos laca o gomina a diario o tenemos seborrea, el pelo habrá que lavarlo con más frecuencia (todos los días o bien a días alternos). Pero si, por el contrario, tenemos un cuero cabelludo muy seco que produzca poco sebo será suficiente con lavarlo una o dos veces por semana”, concluye la dermatóloga.

6. Otros falsos mitos sobre la caída del cabello

Existen muchos mitos alrededor del cabello. Rita Rodrigues, del Grupo de Dermatología Pedro Jaén, nos explica algunos de los más extendidos.

  1. Si te arrancas una cana, te salen siete nuevas. FALSO. La falta de pigmento del cabello es un signo del envejecimiento del mismo, no responde a un mecanismo de traumatismo al pelo, es independiente.
  2. Si una persona se corta o se rapa el pelo, el cabello “coge fuerza”. FALSO. Cuando cortamos el pelo éste sigue siendo el mismo, una vez que se cae se vuelve a reponer. Lo que ocurre es que cuando lo cortamos estamos cogiendo la parte más próxima al cuero cabelludo y tiene más grosor.
  3. Las personas que usan casco o gorra son más propensos a la caída del cabello. FALSO. Pero lo que puede ocurrir es que por la fricción, roce o tracción se llegue a fracturar.
  4. Si usas ceras, gominas o espumas se te caerá el pelo. FALSO. Pero hay que tener en cuenta que los productos de uso capilar que hacen el pelo menos flexible provocan que éste tenga más tendencia a fracturarse. Pero no por usar este tipo de productos se te puede caer el pelo.
  5. Hay productos y alimentos ‘milagros’ para que no se te caiga el pelo. FALSO. No tienen este tipo de efecto, no existen los productos milagros. Si el paciente tiene algún déficit alimentario o algún problema dermatológico, sí que existen complementos adecuados o tratamientos farmacológicos pero son tratamientos médicos, y no productos “milagros”.