La estimulación de la mente y la meditación constituyen uno de los medios más seguros de ralentizar el proceso de envejecimiento. En la última década, el entrenamiento neuromotor ha constituido una de las rutinas más completas para lograrlo, ya que combina el equilibrio, la coordinación, el control postural y la fuerza, a la vez que incluye ejercicios que contribuyen a estimular el cerebro. Se trata de un método que cuentas con el apoyo de investigaciones científicas cambia la manera de entender el ejercicio físico, como una herramienta para contribuir a la salud neurológica.

El entrenamiento neuromotor

El British Journal of Sports Medicine presentó un estudio en el que se asoció la capacidad de mantener el equilibrio con un aumento en la longevidad y la calidad de vida; es un hallazgo que pone de manifiesto que el sistema nervioso, el muscular y el cardiovascular, trabajan de manera conjunta para mantener la postura y así mejorar la propiocepción (la capacidad del cuerpo para percibirse en el espacio). Estas conexiones neuromusculares se activan, aumentan la estabilidad, evitan las caídas y optimizan la función cardiovascular, lo que es transcendental para mantener la vitalidad a medida que pasa la vida.

Un método basado en el movimiento

El entrenamiento neuromotor surge de la convergencia de las ciencias biomecánica y neurociencia con la respiración consciente, ofreciéndonos, a través de ejercicios de equilibrio, de coordinación y de control, la posibilidad de activar los neurotransmisores que están relacionados con el bienestar y la atención. Esta práctica hace del movimiento un procedimiento terapéutico que incrementa la fuerza, la resistencia y la percepción corporal, al tiempo que va restableciendo la conexión cuerpo-mente, ocupándose incluso del sistema inmunitario y de la eficiencia energéticamente a nivel celular, mermando el estrés y la inflamación crónica.

Claves del entrenamiento neuromotor

El procedimiento se compone de diferentes ejercicios que van desde el trabajo aeróbico hasta el trabajo anaeróbico, previniendo la pérdida de masa muscular e incrementando la coordinación. La práctica de este método provoca que se sienta la integración sensomotora, es decir, la capacidad del cuerpo para responder de forma precisa y coordinada a las informaciones del medio ambiente. El entrenamiento no es sólo físico, sino que también provoca una mayor agilidad mental y emocional, imprescindibles para fomentar un envejecimiento saludable.

La importancia del equilibrio y la conciencia corporal

En el transcurso de cada actividad el cuerpo activa un elevado número de unidades motoras en cortos periodos de tiempo, provocando una activación neurológica elevada. La combinación de movimiento aumenta la eficacia neuromotora y potencia la capacidad del cerebro para dar respuesta a los estímulos físicos; poder asociar esto con técnicas de respiración consciente también mejoran la postura, oxigenan los tejidos, al mismo tiempo que estimulan las regiones del cerebro implicadas en el control motor y la memoria.

Cómo hacer los ejercicios

Estimulación neuromuscular y control postural

Los ejercicios como la abducción lateral sobre una pierna o la flexión de cintura, combinada con la flexión de la cabeza, desarrollan la estabilidad y refuerzan las cadenas musculares profundas. También equilibran la musculatura y reducen la tensión en la columna, mejorando la postura y la movilidad en general.

La respiración y el equilibrio

La práctica del entrenamiento neuromotor implica la combinación de movimientos lentos y controlados junto con respiraciones conscientes, a partir de la integración del sistema muscular y del sistema cognitivo. Esta combinación no sólo favorece la alineación corporal, sino que también contribuye a reducir el dolor articular y estimular la producción de hormonas implicadas en un aumento de la longevidad.

Por tanto, el entrenamiento neuromotor no solo mejora la condición física, sino que también refuerza la mente y también da lugar a un envejecimiento saludable y activo, siendo así una de las mejores alternativas para retrasar la juventud desde el interior.