Un estudio reciente estadounidense ha suscitado inquietud por lo que puede ser el consumo a largo plazo de melatonina, una sustancia muy utilizada para el tratamiento de los problemas de sueño. De acuerdo con la información de la Asociación Americana del Corazón, el consumo de melatonina en un periodo igual o superior al de un año podría estar asociado a un aumento del riesgo de insuficiencia cardiaca, de hospitalizaciones, o de mortalidad. Si bien los resultados son preliminares y no han pasado por la revisión editorial previa, se invita a la reflexión en torno a la seguridad de este compuesto y de las posibilidades que existen de un consumo más controlado.
Melatonina e insuficiencia cardíaca
La investigación que fue presentada en Nueva Orleans analizó a 65.000 adultos con el diagnóstico de insomnio, comparando a quienes recibieron como prescripción melatonina y a quienes no la tomaban. Los resultados confirmaron que las personas que tomaron este medicamento durante un año o más tenían casi el doble de riesgo de insuficiencia cardíaca en los cinco años posteriores. El estudio no aporta datos sobre la relación de causalidad, aunque los investigadores avisan sobre la necesidad de seguir analizando los potenciales efectos adversos cardiovasculares de esta hormona.
Limitaciones y alcance de los resultados
El trabajo se limitó a los fármacos de liberación prolongada de dosis superior a 2 mg, excluyendo la posibilidad de que la menor concentración sea la responsable de los problemas cardíacos. De lo que se puede estar seguro es de que, al tratarse de un estudio de observación, no se puede afirmar que la causa fuesen los problemas cardíacos. Pero la amplitud de la muestra y la robustez de los datos invitan a ser prudentes y a revisar la normativa actual sobre la venta libre, particularmente para aquellos países en las que no se precisa receta médica para su venta.
El consumo de melatonina
En España, el insomnio de larga duración afecta aproximadamente al 15% de la población. Este trastorno, que se manifiesta en forma de dificultades para dormir o mantener el sueño, repercute en los distintos ámbitos de la vida cotidiana, en el nivel de rendimiento, en la concentración y en el estado afectivo. Debido al considerable incremento en el número de casos que se presentan, se han multiplicado las demandas por productos que promueven mejorar el descanso, entre los que encontramos la melatonina. Sin embargo, los expertos en sueño nos avisan de que no todos los pacientes se benefician de su utilización y que la indicación de su uso debe ser realizada bajo control médico.
Control médico
La melatonina afecta los ritmos circadianos, pero no se la debe calificar como un sedante o como un hipnótico, dado que una administración incontrolada podría cambiar el equilibrio hormonal y provocar efectos indeseados. Los especialistas sugieren el estudio particular de cada caso y la combinación de dicho tratamiento con otras medidas complementarias como la adecuada higiene del sueño o la corrección de hábitos que son erróneos. La vigilancia médica permite controlar la dosis empleada, evidenciar los efectos colaterales y prevenir un uso prolongado no conveniente.
Riesgos y alternativas al uso de melatonina
Abusar de la melatonina sin control médico puede generar dependencia psicológica, alterar el ciclo natural del sueño a la baja, y según el estudio reciente, aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares. Y, además, una ingesta sin control de melatonina puede ocultar problemas médicos que deberían estar en tratamiento.
Alternativas seguras
Con anterioridad al uso de la melatonina, los expertos sugieren establecer rutinas correctas: horarios estables, la reducción del tiempo de las pantallas antes de dormir, la evitación de los estimulantes por la tarde, el practicar técnicas de relajación. Estas medidas, junto a una buena evaluación médica, pueden conseguir alternativas más seguras y definitivas para luchar contra el insomnio sin la amenaza para la salud cardiovascular.
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