Con las altas temperaturas del verano crecen las ganas de comer platos frescos, nutritivos y rápidos de hacer. En este sentido, el salmorejo es una de las propuestas estrella para esta época del año, perfecta para combatir el calor sin dejar de lado el sabor. Aunque normalmente se conoce la versión tradicional con tomate, pan, ajo, aceite de oliva y sal, este típico plato ha derivado en otras variantes igual de refrescantes, con un punto más original. Por eso, vamos a conocer los diferentes tipos de salmorejo para que puedas sorprender durante este verano y sea diferente a lo que suele ser más habitual.
Más allá del salmorejo clásico
Salmorejo de remolacha
Con un color fuerte y un sabor ligeramente terroso, esta versión se realiza con la remolacha hervida que se añade a la receta base. Su resultado es un plato mucho más dulce y más atractivo a la vista que conserva el punto cremoso original. Es un plato ideal para aquellos que buscan sorprenderse, pero sin alejarse demasiado del concepto de salmorejo clásico.
Salmorejo de aguacate
En este caso el aguacate es el ingrediente básico en esta opción pensada para los que siguen una dieta sin gluten o baja en carbohidratos. A parte de dar una textura aún más cremosa que el salmorejo tradicional, permanece el perfil nutricional con grasas saludables y un sabor suave. Se sirve frío y con un poco de lima, convirtiéndolo en un plato ligero y muy fácil de asimilar por nuestro organismo.
Alternativas al salmorejo sin tomate
Salmorejo de calabacín
En esta opción se prescinde totalmente del tomate y se remplaza por calabacín crudo, con lo que se obtiene una crema que resulta más suave y ligera. El resultado es una crema fría de un sabor ligero que combina bien con toppings como el queso feta, la fruta seca o los crujientes vegetales. Perfecta como cena rápida o como entrante.
Salmorejo a la zanahoria y naranja
En este caso se van a mezclar zanahorias cocidas y zumo de naranja natural, una opción que sorprende por su relación entre dulzor y acidez. La textura es mucho más densa por el uso de pan y aceite de oliva, pero completamente desvirtuada en la mezcla de sabores. El resultado es un plato colorido y con una altísima cantidad de vitaminas, que se convierte en la opción ideal para los días en que los termómetros se elevan al máximo.
Toques afrutados y marinos
Salmorejo con mango
Con el mango vas a poder introducir un toque tropical a la mezcla tradicional del salmorejo. La combinación con el mango ofrece un mayor dulzor al propio tomate, lo necesario para obtener un plato que busque la excelencia por encima de lo sencillo. Unas rodajas de pepino o jamón ibérico lo rematan con la frescura adecuada y el contraste necesario.
Salmorejo con langostinos
Integrar el marisco al propio salmorejo no sólo es una forma de enriquecerlo, sino que eleva el nivel de este plato tradicional del verano. Las gambas pasadas por agua y aliñadas con generosidad se añaden justo antes de servir, lo que genera una textura diferente y un punto marino que conecta con las verduras de la cocina del norte. Este tipo de plato es ideal aquellos que necesitan una preparación con un carácter completo y términos de sofisticación.
El salmorejo es uno de los platos más consumidos durante el verano, y con esta variedad de platos, podrás experimentar nuevos sabores para que cada día puedas disfrutar de este sencillo y nutritivo plato de manera diferente. En los días de más calor, poder contar con alternativas culinarias en la cocina ayuda a que el momento de la comida sea más entretenido y sorprendente.
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