Gesto tan sencillo como tomarse una cucharada de vinagre diluida en agua antes de las comidas puede tener efectos muy beneficiosos en cuanto a los parámetros de tu salud metabólica. No en vano, la ciencia y los divulgadores especializados han puesto el acento estos años en estrategias bien sencillas y próximas que sirvan para mejorar la glucemia sin depender de fármacos o dietas extremas. Y, en todas ellas, el vinagre se ha llevado la palma.

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Relación del vinagre y el azúcar en sangre

El ácido acético, el principio activo del vinagre, actúa de manera directa sobre la enzima alfa amilasa (a la que el vinagre también llega a inhibir) y que es responsable de separar los carbohidratos en la digestión. La inhibición parcial de esta enzima hace que el azúcar en sangre se absorba más lentamente, o que sólo penetre en el torrente sanguíneo a un ritmo más lento; es la razón por la que el vinagre puede evitar esos temidos picos de glucosa que se producen tras la ingesta, los cuales inclinan la energía en demasía y hacen depender a la insulina.

Resultados visibles en pocos días

Diferentes ensayos clínicos indican que la ingestión de vinagre antes, en las comidas ricas en azúcares, puede llegar a disminuir hasta un 30% los picos de glucosa en sangre e incluso disminuir la producción de insulina hasta en un 20%. La bioquímica Jessie Inchauspé aboga por esta afirmación que proviene de la revisión de la literatura científica. En función de sus observaciones podemos comprobar estos beneficios en cuestión de días si lo hacemos con tranquilos.

Cómo ayuda el vinagre al azúcar en sangre

De un modo similar a como hace la glucemia, el ácido acético, además de frenar el descenso de la absorción de azúcares, induce a los músculos a captar más glucosa y utilizarla como fuente de energía. Esto incide en el descenso de la cantidad de glucosa en sangre, lo que puede ser beneficioso para personas con resistencia a la insulina. Con una utilización más óptima de la glucosa, se cierran las puertas a un mejor rendimiento físico y mental a lo largo del día.

Efectos con síndrome de ovario poliquístico

Estudios recientes han llegado a la conclusión de que incluir vinagre en la dieta cotidiana podría contribuir a que la sensibilidad a la insulina se vea aumentada en el caso de mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) que presenten desregulación glucémica, ya que este síndrome poliquístico de ovario es una enfermedad que suele venir acompañada de desregulación de los niveles de glucosa en sangre. Un estudio comentado por Inchauspé presentó mejoras importantes en estos casos a partir de la incorporación del vinagre en la dieta cotidiana.

Cómo incorporar el vinagre

¿Qué tipo de vinagre es el más recomendable?

Los vinagres no son todos iguales. Los vinagres balsámicos no son una buena opción debido a su alto contenido en azúcares. Se recomienda el vinagre de manzana, de vino blanco, de vino tinto e incluso de arroz, teniendo en cuenta que deben poseer ácido acético. La adecuada es de una cucharada en un vaso grande de agua, 10 a 20 minutos antes de sus comidas principales.

Alternativas al vinagre

Si no te agrada el sabor, lo puedes emplear como condimento en ensaladas, en adobos, o combinar un poco con infusiones suaves. Hay que procurar no tomarlo sin diluirlo por el estómago y el esmalte dental, y no superar la toma diaria recomendada.

Un hábito sencillo para el azúcar en sangre

Este método no reemplaza una dieta equilibrada ni un buen estilo de vida. El vinagre es solamente una herramienta dentro de un enfoque global que ha de incluir alimentación consciente, ejercicio frecuente, buen descanso y control del estrés. Sin embargo, al menos una vez al día este pequeño hábito puede incrementar de forma considerable la forma en la que tu propio cuerpo responde ante la glucosa y permitirte mantener de una forma más estable tus niveles de azúcar en sangre.

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