Cada vez están surgiendo más estudios de tipo científico que ponen en entredicho la idea de que es necesario el consumo de la leche a lo largo de toda la vida. Pese a que para su consumo se hace una difusión especialmente dirigida desde edades infantiles por el alto contenido de calcio que posee, su mantenimiento como un hábito más en la vida del adulto puede no ser tan interesante como se consideraba hasta el momento. De acuerdo con una reciente publicación de la Universidad de Harvard, el tomar leche a diario, podría, a la larga, tener resultados negativos para la salud.
Cómo afecta la a la salud
La leche suele relacionarse con el refuerzo de los huesos. Sin embargo, los datos del estudio de Harvard sorprenden: en países con consumo elevado de lácteos se registran más casos de fracturas de cadera. La interpretación es contraria a la voz popular que dice que cuanto más leche, más fortalecidos están los huesos. La explicación puede residir en que el consumo elevado hace que el equilibrio del calcio y de los otros minerales que hay en el organismo se vea alterado y que el tiempo debilite la estructura ósea.
Relación con ciertos tipos de cáncer
Los investigadores David Ludwig y Walter Willett, impulsores de la investigación, alertan de que una ingesta diaria de lácteos puede ser un detonante del aumento del riesgo de cáncer de próstata en hombres y cáncer de endometrio en mujeres. No se trata de una relación directa y contundente entre uno y otro, sino de una asociación existente que nos invitan a moderar el consumo y a poner bajo la lupa nuestros hábitos alimentarios.
Cómo responde tu cuerpo al consumo de leche
La intolerancia a la lactosa es una afección frecuente, sobre todo en los adultos mayores. Muchas personas pierden la habilidad de ser capaces de digerir este azúcar presente en la leche, y pueden padecer síntomas como hinchazones, flatulencias o dolor en la barriga. Estos síntomas pueden ser un poco difusos o atribuirse a otros problemas, pero son el síntoma claro de que el organismo no es capaz de procesar adecuadamente la leche.
Cambios hormonales y sobrepeso
Ciertas variedades de leche comercial contienen hormonas de crecimiento que se utilizan en la obtención de leche de vaca. El consumo frecuente de este tipo de leche puede modificar la relación hormonal del organismo, principalmente de las mujeres. Por otra parte, el elevado contenido en calorías de la leche entera puede ser responsable del aumento de peso si se presenta en grandes cantidades, sobre todo si la dieta no es variada.
Alternativas saludables para reemplazar la leche
Si quieres disminuir tu consumo de lácteos sin dejar de ingerir nutrientes básicos puedes escoger leches vegetales como la de almendra, soya o avena. Estas alternativas son mucho más asimilables y en muchas ocasiones se encuentran fortificadas con calcio y vitamina D. Sin embargo, es muy importante leer la etiqueta y elegir aquellas que no contengan azúcares añadidos ni aditivos artificiales.
Alimentos ricos en calcio sin lácteos
No es necesario consumir lácteos para poder acceder a los depósitos de calcio. Verduras de hoja verde (brócoli, col rizada), frutas (kiwi, fresas), pescados (salmón, sardinas) son fuentes magníficas de calcio. Añadir legumbres y frutos secos a nuestra alimentación es también una forma efectiva de contar con un buen contenido de calcio, sin necesidad de acudir a los lácteos.
Así pues, por tanto, la leche no tiene porqué ser mala, pero claro está que no es ni mucho menos necesaria. No es, como vemos, indispensable su consumo a diario en la edad adulta y puede conllevar riesgos. Escuchar a nuestro cuerpo, revisar los hábitos que mantenemos y encontrar fuentes diversas de calcio son los pasos básicos hacia una alimentación saludable y equilibrada.
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