La fruta conocida como kiwi ha pasado a ser uno de los alimentos que más se recomienda para introducir en la dieta diaria sobre todo para la hora de la merienda. Esta fruta no sólo es fresca y buena sino que también ofrece una combinación muy singular de nutrientes que beneficio a la digestión, la energía y a la salud general. Su versatilidad hace que sea un snack ideal para las personas que buscan algo ligero, lleno de substancia, saciante y lleno de beneficios.
Beneficios de esta fruta para la merienda
El kiwi es muy rico en contenido en fibra, uno de los nutrientes más importantes para mantener el nivel de azúcar en sangre estable y evitar la aparición de picos energéticos. Así, por cada pieza mediana de poco más de dos gramos de fibra contiene unas 48 calorías, así que se le puede considerar una fruta ligera y saciante. Por lo tanto, son ideales para consumir por la tarde, dado que el cuerpo requiere de un aporte energético menor y no se expone a mayores excesos que puedan perjudicar la posterior digestión o el descanso de la siesta.
Aporte de vitaminas y minerales
Otro de los aspectos favorables del kiwi es la vitamina C, ya que cada pieza contiene más de 50 miligramos de este nutriente, lo que cubre una buena parte de las necesidades diarias. El potasio ayuda a estabilizar la presión arterial y la energía que proporcionan las pequeñas porciones de las vitaminas A y E ayudan a absorber a los antioxidantes. Este perfil lo convierte en un aliado alimenticio ideal para reforzar el sistema inmunológico y mejorar la recuperación tras la actividad física.
Por qué el kiwi es la fruta ideal para la salud digestiva
Efecto positivo frente al estreñimiento
Incluir el kiwi en una merienda, mejora el tránsito intestinal. Su proporción de fibra soluble e insoluble favorece un tránsito adecuado y facilita una digestión saludable. Mientras que la fibra soluble hace las heces más blandas y por tanto facilita su evacuación, la fibra insoluble aporta volumen a las heces y favorece su desplazamiento por el intestino. La combinación de ambas hace que sea una de las frutas de las que más pueden beneficiar a aquellas personas que padecen problemas digestivos de forma natural.
La enzima que favorece la digestión
El kiwi contiene actinidina, una enzima exclusiva que favorece la descomposición de las proteínas. Esto favorece la digestión de alimentos más pesados y mejora la absorción de nutrientes. Conviene señalar que, aunque sea necesario un mayor número de estudios en humanos, los resultados actuales sugieren que este componente es el que implica la diferencia con respecto al resto de las frutas, por lo que el rol que desempeña el kiwi en la salud digestiva se refuerza.
En kiwi en tu dieta diaria
El kiwi se puede consumir de muchas formas -desde consumirlo directamente, con piel o sin ella, hasta añadirlo en ensaladas de frutas, batidos o mezclándolo con yogur natural-. Por su sabor fresco, se presenta como una alternativa versátil, que permite combinarlo con frutos secos o semillas, o incluso con cereales integrales, y transformarlo en una merienda nutritiva y equilibrada en un abrir y cerrar de ojos.
El aliado del descanso y del bienestar
Varios estudios apuntan a que tomar kiwi de forma habitual, justo antes de dormir, podría mejorar la calidad del sueño gracias a su contenido en serotonina y a sus trazas de melatonina. La evidencia científica, no obstante, es limitada, pues al final del día es preferible cambiar los snacks ultraprocesados por esta fruta -previa desaparición de una sensación de pesadez-, ya que un consumo como este puede redundar en un bienestar igual al de otras meriendas.
De esta forma, por su contenido en fibra funcional, el kiwi no sólo puede ser un alimento funcional para merendar, sino que su introducción en la rutina del cuarto puede mejorarla, e incluso promover una buena conexión con el proceso del sueño en el momento en que se inicia.
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