Mantener la memoria en condiciones óptimas es un objetivo que puede lograrse, siempre que se prime la práctica de hábitos saludables como una buena alimentación rica en nutrientes, que puedan contribuir a la actividad del cerebro. Una alimentación idónea puede contrarrestar el deterioro cognitivo y aumentar la concentración, particularmente en personas de la tercera edad, pero también puede aplicarse a adultos de cualquier edad que busquen desarrollar su rendimiento mental. Los alimentos indicados no son sólo una fuente de nutrientes para el cuerpo, sino que al mismo tiempo refuerzan el cerebro, ayudan a la neuroplasticidad y producen un envejecimiento activo y saludable.
Alimentos que permiten fortalecer la memoria
Los arándanos, las fresas y las frutas cítricas contienen antioxidantes y vitamina C, elementos clave para la protección frente al daño oxidativo de las células cerebrales; proporcionan un aumento del flujo sanguíneo y al mismo tiempo ayudan a la comunicación neuronal. El brócoli y las espinacas, por su parte, son fuentes de vitamina K y elementos antiinflamatorios que aumentan la actividad cognitiva. Incorporarlas en otro tipo de preparaciones alimentarias como guarniciones o batidos es una manera sencilla de mejorar la memoria de forma cotidiana.
El pez azul para rendir bien mentalmente
Salmón, atún y caballa son fuentes de ácidos grasos omega-3, los cuales son importantes para el crecimiento y la supervivencia de las células que conforman el tejido nervioso; no sólo aportan mejoras en la memoria, sino que reducen el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas. El pescado azul debe incluirse de dos a tres veces por semana con el fin de ayudar a la concentración y a que el sistema nervioso funcione correctamente.
Nutrientes que impulsan la memoria y la concentración
Nuez, almendra y avellana son frutos secos ricos en vitamina E, así como en grasas saludables que protegen el tejido cerebral y ayudan a mantener la agudeza mental. El consumo diario de un puñado debería consumirse como un tentempié o incluirse en el yogur o las ensaladas.
Cacao para ayudar con la circulación cerebral.
El chocolate negro, el que sea alto en cacao, es rico en flavonoides, unos compuestos que fomentan la circulación y favorecen el volumen de oxígeno del cerebro. Se recomienda una onza de chocolate al 85% o utilizar cacao puro en polvo con la leche o la avena, suficiente para mejorar el estado de alerta de la persona y ayudar a la memoria. Este alimento, con moderación, también nos ayudará a regular la presión sanguínea y a mejorar el estrés.
Estrategias nutricionales para un cerebro sano
Lentejas, garbanzos o judías son una fuente rica en ácido fólico, en fibra y en proteínas necesarias para inducir la producción de neurotransmisores. Su consumo habitual nos ayuda también a regenerar nuestras células y conseguir que el cerebro funcione tal y como se espera que lo haga. Prepararlas en forma de sopa, ensaladas o guisos es una forma habitual y económica de ir a reforzar la salud cognitiva.
Aceite de oliva virgen para el cerebro
El aceite de oliva es un gran aporte en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, lo que favorece tanto la circulación cerebral como la disminución de la inflamación neuronal. Usar el aceite de oliva virgen extra como aliño en crudo o en preparaciones en el horno nos garantizará que mantenga sus propiedades. Un consumo frecuente del mismo se encuentra asociado a tener mayor memoria a largo plazo y velocidad de pensamiento.
Consumir alimentos que sanos para la memoria trae consigo unos beneficios medibles en la salud del cerebro. Tener una dieta basada en frutas y verduras, en pescado azul, en frutos secos, en legumbres y en aceite de oliva, junto a una actividad física y a unas prácticas de estimulación cognitiva, nos asegura un entorno óptimo y adecuado para salvaguardar la memoria y la concentración a lo largo del tiempo.
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