En el año 2013 una moneda virtual rompió el mercado y comenzó a acaparar titulares. Su popularidad creció y el ascenso en el mercado fue meteórico. Por aquél entonces, se puso de moda tener en el monedero virtual algunos Bitcoin.

El sistema para obtenerlos era, y es, relativamente sencillo: el usuario debe realizar un proceso que se conoce como minería, consistente en procesar transacciones y asegurar la red usando un software especializado. A cambio de esos servicios los usuarios reciben Bitcoins. El precio de esta criptomoneda está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda a nivel mundial, dado que los Bitcoins no están supeditados a los caprichos de un banco central, y llegó a superar los 1.200 dólares en el año 2013.

En lo que llevamos de año, esta moneda puramente digital se ha revalorizado alrededor de un 120%. El 3 de enero del año 2016 cada Bitcoin se cambiaba por 430 dólares. Un año después ya valen 1.026 dólares y subiendo. Pasadas las 12 de la mañana de este lunes el Bitcoin Price Index, uno de los principales índices de la criptomoneda, se apuntaba ya una subida de 30 dólares gracias a un repunte de casi el 3%.

China es el principal impulsor de este fuerte avance. El gigante asiático es el mayor mercado de transacciones de Bitcoin a nivel mundial, con una cuota enorme y una gran ventaja sobre el resto de países.

Hasta ahora, las autoridades chinas sólo permitían a sus ciudadanos poseer el equivalente a 50.000 dólares en divisa extranjera, una política que ha cambiado este lunes con la entrada del nuevo año. China quiere reducir su dependencia del billete verde, por lo que va a empezar a soltar lastre y a dejar entrar monedas de otros países. El objetivo es estabilizar el yuan, la moneda china, y eso va a ayudar a los usuarios de Bitcoin.

Más volumen

En el pasado verano hubo un fuerte pico de transacciones de Bitcoins y en algunas jornadas se llegaron a mover más de 330 millones de dólares, 315 millones de euros. Ese fuerte volumen de negociación ha permitido que los inversores comenzaran a ver esta moneda digital como otro elemento atractivo que incluir en sus carteras.

La inestabilidad de las grandes potencias económicas también está provocando que muchos inversores empiecen a fijar sus ojos en las criptomonedas.

Sobra decir que Europa no pasa por su mejor momento, sobre todo por la amenaza política de la extrema derecha en Francia o Alemania, que China sigue sin sacudirse las dudas sobre su crecimiento y que Estados Unidos pasará cuatro años con Donald Trump al mando.

Por supuesto, nadie puede garantizar que el Bitcoin sea presa de los mismos factores que ya provocaron que se desplomara desde los 1.200 dólares por unidad hasta el entorno de los 340 dólares en apenas seis meses.

Ahora cuenta con la ventaja de que es un actor de la economía digital mucho más conocido e importante, que su volumen de transacciones ya es sostenible y que muchos grandes protagonistas de Wall Street han entrado de lleno en el mercado.

Evidentemente, conseguir ahora mismo Bitcoins es mucho más complicado que hace algunos años. El número de monedas que se pueden crear está limitado a 21 millones de unidades, si bien cada una de ellas es divisible en figuras como el milibitcoin, que equivalen al 0,001 de una de estas divisas.

El proceso de minería exige ahora un software más complejo y avanzado, a la vez que pelear con millones de personas de todo el mundo.