En los mercados globales siempre hay activos refugios. Esos activos que son estables y tienen poco movimiento, es decir, que cuando la bolsa va mal, los inversores se refugian en ellos. Tradicionalmente, el oro es uno de esos activos. Últimamente, este metal precioso está en máximos, que cada día pulveriza, pero las bolsas están yendo bien, sin sobresaltos. Pero todo apunta a que el oro seguirá marcando esos máximos. Por otro lado, el bitcoin, la criptomoneda por excelencia, también está marcando niveles nunca vistos en los 70.000 dólares. Y esto sí que puede ser una sorpresa, porque es un activo volátil. ¿Qué está pasando en el mercado?

El viernes, la onza de oro troy ha perforado por cuarta jornada consecutiva sus máximos históricos al anotarse un alza del 1,2% y tocar los 2.185,5 dólares tras conocerse esta tarde el informe de empleo de Estados Unidos en febrero, periodo en el mejoró la creación de puestos trabajo pero en el que la tasa desempleo subió dos décimas, hasta el 3,9%.

En lo que va de año, el oro acumula una revalorización de casi el 5,5%, si bien los avances se han concentrado especialmente esta semana -desde el cierre del pasado viernes el oro sube un 4,5%- al son de las declaraciones y movimientos de los bancos centrales a propósito de cuándo y con qué intensidad llegarán los tipos de interés.

El analista de inversiones de eToro, Bret Kenwell, ha señalado que “dado que los inversores desean tipos más bajos y ansían certidumbre, una mayor confianza sobre cuándo bajará los tipos la Reserva Federal (Fed) podría considerarse otro factor positivo para los inversores alcistas", ha agregado.El oro ha vivido una semana de récord montado en las declaraciones de los banqueros centrales. El analista de mercados de IG, Sergio Ávila, enmarcaba este jueves la subida del oro en las expectativas por parte de los inversores de recortes de tasas por parte de la Fed junto a un "creciente pesimismo económico", en tanto que los últimos datos de empleo (informe ADP y encuesta JOLTS) muestran una tendencia de desaceleración [a la que sumaría este viernes el informe de empleo de EEUU en febrero].

La subida del precio del oro refleja, según Ávila, la búsqueda de refugio seguro por parte de los inversores en medio de la volatilidad y la preocupación por la desaceleración económica global, en tanto que el metal precioso "ha demostrado ser una opción atractiva para aquellos que buscan proteger sus activos en tiempos de incertidumbre financiera".Con todo, también ha avisado que "la situación puede cambiar rápidamente en respuesta a nuevos desarrollos económicos y políticos, tanto en Estados Unidos como en el ámbito internacional".

Sobre si el bitcoin es un activo refugio, Pablo Agnese, profesor de economía, UIC Barcelona: “Los gobiernos, al imprimir billetes y endeudarse, sólo trasladan el problema hacia el futuro, y bitcoin se posiciona así como un refugio de valor, un poco siguiendo la estela del oro, que siempre ha sido reserva de valor por su valor intrínseco, y que también es dinero”. 

Bajo una premisa distinta, el experto de Julius Baer, Carsten Menke, ha comentado esta semana que los precios del oro se vienen disparando desde que comenzó la semana a pesar de que los motores habituales del oro -el dólar, el bono estadounidense y la búsqueda de un valor refugio- no se movieron.

En ese sentido, ha aducido que "parece que el oro recibió un impulso del bitcóin", otro activo considerado alternativo por los inversores y que también ha perforado este martes sus máximos históricos tras un importante 'rally' alcista que empezó en enero por la aprobación en Estados Unidos de los fondos cotizados (ETF) de esta criptomoneda. Y esta es la principal razón de esta subida espectacular en el bitcoin. 

Y es que al mismo tiempo de los récords del oro, el bitcoin estaba alcanzando los suyos propios. Este viernes, la cotización del bitcoin continuó su escalada, que le sirvió para establecer un nuevo máximo histórico intradía al superar este viernes por primera vez el umbral de los 70.000 dólares, en tanto que el pasado martes ya se sobrepasaron los 69.000 dólares, pulverizando así su anterior récord de noviembre de 2021 -momento previo al estallido del 'criptoinvierno', que hundió la cotización de estos activos digitales.

Pablo Agnese, profesor de economía UIC Barcelona, explica que hay dos factores importantes a los cuales se puede atribuir la subida del bitcoin en los últimos tiempos. Por un lado el "halving" dentro del ecosistema bitcoin, que se da regularmente cada 4 años, y es una prueba de la continuidad de la tecnología, e implica la reducción a la mitad de las recompensas que perciben los mineros al minar nuevas criptodivisas. Por el otro lado, coincide en que el visto bueno de la SEC Americana que permitió a Grayscale ofrecer etf de bitcoin. “Estos últimos son instrumentos financieros que abren las posibilidades a que grandes inversores se metan más fácilmente en bitcoins, invirtiendo directamente vía ETF”. 

Ante esta situación, Agnese asegura que se plantean dos escenarios posibles. Por un lado, que el efecto provocado por estos dos factores “se vaya diluyendo, y tenga un ajuste hacia la baja en breve, si bien dentro de una tendencia positiva a largo plazo. O bien, que estos efectos se retroalimenten y generen aún más ruido y más inversión en bitcoin”. De hecho, explica que pensar en un "techo" para el bitcoin es como pensar en un "piso" para el dinero papel. “Es decir, en parte, el "precio" del bitcoin sube también porque nuestro poder adquisitivo, definido en gran medida por el dinero papel, ha bajado significativamente en los últimos años (sobre todo en países como España)”.