La emisión criptoactivos comenzará a estar regulada en diciembre de 2024 con la entrada en aplicación del Reglamento MiCA. Con este reglamento europeo también se regularán a las entidades que ofrecen servicios relacionados con estos productos. Esta norma obligará a establecer un nuevo marco supervisor sobre estos productos, que deberá aplicarse con un enfoque supervisor homogéneo a nivel europeo. A pesar de esta regulación, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advierte de los riesgos de inversión en estos activos.

El supervisor avisa que, aunque sea una inversión regulada, los riesgos siguen existiendo y sobre todo lanza este mensaje a los inversores minoristas, ya que en el momento en que entre en funcionamiento MiCA, muchas entidades conocidas pueden comercializar este producto a sus clientes. Por ello, Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, explica que uno de los objetivos de la institución en este 2024 será la formación del equipo y de los inversores minoristas.

Para la CNMV, MiCA resulta complejo por sus componentes tecnológicos y se basa en nuevos modelos de negocio y propuestas financieras que evolucionan rápidamente. Durante 2023, se ofrecieron formaciones generales dirigidas a todos los técnicos de la CNMV, por lo que en 2024 se realizará una formación específica e intensiva en criptoactivos y el Reglamento MiCA para los técnicos que serán responsables de supervisar los distintos ámbitos de esta normativa. Para ello, se organizará un programa interno específico y de larga duración con el fin de profundizar en estas materias de cara a la futura supervisión de los mercados y proveedores de servicios de criptoactivos (CASP, por su denominación en inglés) por parte de la CNMV

De forma paralela, se organizarán grupos de trabajo con el sector para conseguir una capacitación práctica y orientada a la aplicación del Reglamento MiCA, que permita a la CNMV conocer en detalle el funcionamiento de los CASP, junto con los procesos de emisión de criptoactivos y los distintos modelos de negocio.

"La protección al inversor minorista, centrada en asegurar que en la comercialización de los productos se advierte de forma clara de los riesgos asociados, la correcta incorporación de las finanzas sostenibles al sector financiero y las nuevas competencias supervisoras derivadas de la normativa sobre criptoactivos y sobre ciberseguridad", explicó Buenaventura en la presentación del Plan de Actividades 2024 de la CNMV. Desde la institución aseguran que la regulación de estos activos hará que el interés por ellos aumente, por lo que habrá que estar más vigilantes

El plan de actividades de la CNMV publicado este martes explica que en el ámbito de los criptoactivos, los riesgos provienen, entre otras cuestiones, de la propia naturaleza de estos activos y de su posible uso en actividades ilícitas en un marco de regulación inexistente o en desarrollo. Al mismo tiempo, es innegable su presencia en las carteras de los inversores y el interés creciente por parte de los proveedores en su oferta y servicios (la propia infraestructura de mercado BME Clearing fue autorizada el año pasado para ampliar sus servicios de compensación e incluir en su oferta futuros sobre índices ligados a bitcoin y Ethereum).

En este momento, además de monitorizar posibles riesgos para la estabilidad financiera de estos activos, el sector se encuentra en un momento regulatorio clave en Europa, el de la fase de implementación del Reglamento MiCA. En este caso, es primordial que todos los participantes de los mercados y las propias autoridades se preparen convenientemente en este periodo previo a la aplicación completa de la regulación. 

El presidente añadió que el reglamento entra a final de este año, pero el objetivo de la CNMV es anticiparse y hacer una serie de actividades para “tratar de engrasar lo máximo posible el proceso”. Además, apuntó que la meta es suavizar los procesos de acercarse a las entidades reguladas para ver la demanda de aquellas que quieran ser reguladas para emitir y “ante esto prepararnos”. 

Esta nueva normativa (el reglamento MiCA) implica varias actuaciones entre las que destacan la preparación para la supervisión de abuso de mercado en la negociación de los criptoactivos sujetos al reglamento; la gestión para la recepción de documentación para las emisiones; o la interacción con el sector para anticipar el interés en la prestación de servicios de criptoactivos.

Asimismo, la CNMV apunta que se deberá intensificar la atención a los riesgos que surgen al margen de las competencias del supervisor, como en la prestación de servicios transfronterizos o servicios diseñados intencionadamente para eludir la supervisión, que precisará la colaboración con otros supervisores. En tanto se construye el marco regulatorio completo, la CNMV mantendrá su política de emitir advertencias y alertas sobre los riesgos de esos productos y el control de su publicidad, que continuarán sin estar regulados ni supervisados en 2024.

Mientras llega la regulación MiCA, la cotización del bitcoin ronda los 57.000 dólares (52.458 euros) por primera vez desde finales de 2021 tras verse respaldada por la demanda de los inversores a través de fondos ETF de bitcoin al contado cotizados en bolsa, así como por las compras de MicroStrategy de 3.000 bitcoin por 155 millones de dólares (142,72 millones de euros). El bitcoin ha mejorado en un 33,9% su valor desde principios de 2023, remontando desde un desplome del 64% en 2022, aunque aún lo hace por debajo del máximo histórico de casi 69.000 dólares (63.535 euros) alcanzado en noviembre de 2021.