El escándalo de las emisiones en motores diésel tiene una nueva víctima. Renault se ha visto salpicada por el caso este viernes, cuando se ha conocido que la justicia francesa ha abierto una investigación para determinar si la compañía ha incurrido en algún tipo de fraude respecto a las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel.

La noticia ha desencadenado una ola de ventas sobre las acciones de la compañía gala. Las acciones de Renault han llegado a retroceder un 6%, situándose en sus niveles más bajos en más de un mes. Posteriormente, sin embargo, los recortes se limitaron al entorno del 2,5%.

Hasta el momento no han trascendido datos sobre el número de vehículos que podrían estar afectados por el presunto fraude ni cuáles serían los modelos implicados.

Las acciones de Renault llegaron a caer un 6%, aunque luego moderaron la caída al entorno del 2,5%

La investigación judicial sobre Renault sucede a los análisis iniciados por el Gobierno francés tras el estallido del escándalo de las emisiones de los motores diésel en septiembre de 2015, cuando se conoció que Volkswagen había trucado más de 500.000 motores para saltarse los límites legales de emisión de gases contaminantes. Las pruebas del Ejecutivo galo evidenciaron que varios vehículos de la compañía rebasaban los límites permitidos.

Desde entonces, la sombra de la sospecha ha recaído sobre Renault en diversas ocasiones. En enero de 2016, la sede de la compañía fue registrada, lo que fue recibido en bolsa con un desplome superior al 10%.

Fiat Chrysler repunta en bolsa

Las sospechas sobre Renault surgen sólo un día después de que las autoridades estadounidenses indicaran que Fiat Chrysler habría instalado de forma ilegal dispositivos de control de emisiones en unos 104.000 motores diésel 3.0 de los modelos Jeep Grand Cherokee y Ram 1500, entre 2014 y 2016.

Las acciones de la compañía también padecieron con intensidad la noticia, con caídas que llegaron a superar el 18% en apenas veinte minutos. Poco a poco, sin embargo, los temores de los inversores se han ido atenuando. En Wall Street, las caídas iniciales se redujeron al cierre de la sesión del jueves a poco más del 9%. Y en Milán, donde cerraron con un retroceso del 16%, se recuperaban este viernes con un repunte del 3,8%.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) está investigando si los dispositivos investigados tenían como finalidad falsear los datos de emisiones en los controles regulatorios, un extremo que Fiat Chrysler se ha apresurado a negar. De confirmarse el fraude, la sanción a la compañía podría elevarse hasta los 45.000 dólares por vehículos, lo que resultaría en una pena máxima de alrededor de 4.600 millones de dólares (4.320 millones de euros).

Algunas estimaciones señalan que las pérdidas de Fiat no superarán los 430 millones de dólares

Como observan en Bankinter, estas cifras resultan muy relevantes si se tiene en cuenta que el beneficio neto estimado para Fiat Chrysler en 2017 se sitúa en torno a los 2.730 millones de euros, un 37% inferior a la multa máxima.

Sin embargo, los expertos coinciden en que de confirmarse la sanción, el importe será considerablemente menor. Los analistas de Citi señalan que, aplicando el mismo baremo de costes que en el caso de Volkswagen al caso de Fiat Chrysler, éste último tendría que hacer frente a un impacto de unos 3.300 millones de dólares (poco más de 3.000 millones de euros).

Pero, incluso, advierten de que, mientras no se pruebe que los dispositivos de Fiat Chryler tenían como fin sortear los controles de las autoridades, el caso no es comparable al del fabricante alemán y podría saldarse con sanciones mucho más leves. En la misma línea, Massimo Vecchio, analista de Mediobanca, estima que la multa podría quedar reducida a unos 430 millones de dólares (403 millones de euros), según informa Bloomberg.

Por el lado del impacto comercial, Citi también reseña que el caso tendrá un efecto muy reducido, ya que los vehículos afectados apenas representan un 2% de las ventas de Fiat Chrysler en Estados Unidos, frente al 20% que suponían los modelos fraudulentos de Volkswagen.