Si nadie lo remedia, la Región de Murcia va camino de la absoluta parálisis institucional. El PP insiste en mantener a su presidente autonómico imputado, Pedro Antonio Sánchez, y los socialistas están centrados en montar una moción de censura para gobernar dos años, hasta mayo de 2019, fecha de elecciones locales y autonómicas.

La formación que preside Albert Rivera, Ciudadanos, quiere una moción "instrumental", esto es, sólo para convocar elecciones, no para abrir paso a un "tripartito" de la mano de PSOE y Podemos. Insisten en que no facilitarán "en los despachos lo que no decidieron los murcianos en las urnas", a pesar de que las mociones son un instrumento perfectamente legítimo de sustitución de los gobernantes. La idea es dialogar con el PSOE -con quien ya hablaron la semana pasada- las condiciones de la moción que los socialistas han registrado en la Cámara y conseguir el compromiso - "por escrito", subrayan- de una cita ante las urnas que rechazan los socialistas.

Sánchez no podrá sacar adelante ninguna iniciativa", advierten desde Cs

Ellos insisten en que le corresponde al PP, a un escaño de la mayoría absoluta, buscar otro presidente. Su negativa, supone, sin embargo, la continuidad de Sánchez, al que hoy por hoy, mantiene el PP en su puesto a la espera de ver qué dilucida el Tribunal Superior de Justicia de Murcia respecto a su grado de implicación en el "caso Auditorio" de Puerto Lumbreras. El coordinador general popular, Fernando Martínez-Maíllo, reiteró que hay que esperar a la decisión de la Justicia "y que nadie tenga prisa, que algunos parece que tienen mucha", dijo al término del comité de dirección de su partido, aunque la lógica lleva a pensar que tienen en mente un "plan b" en caso de que Sánchez no resulte desimputado.

Desde Ciudadanos advierten que "Sánchez no podrá sacar adelante ninguna iniciativa porque vamos a bloquear la acción de gobierno", en Murcia. A falta de un diputado para tener la mayoría absoluta, el presidente autonómico necesita, sí o sí, de apoyos externos.

La formación de Rivera puede resultar al final la principal damnificada

Tiene Ciudadanos en su mano el destino político de la Comunidad, aunque, precisamente por ello, corre el riesgo de resultar la principal damnificada de una situación totalmente endiablada. Si apoya una moción de censura de la mano del PSOE y de Podemos, -que podría debatirse la próxima semana-, para facilitar un gobierno socialista, puede sufrir un fuerte desgaste de su base electoral, crecida por el trasvase de antiguos votos populares. Pero si no ayuda a descabalgar al imputado Sánchez ve diluirse su mensaje regeneracionista incluso aunque le deje huérfano de apoyos parlamentarios.

En mitad de esta disyuntiva le ha salido un aliado inesperado: Alberto Garzón. Y es que el líder de Izquierda Unida quiere, como Albert Rivera, que se celebren elecciones en la comunidad murciana. Considera que esta es la única "salida digna", aunque lo que subyace tras esta posición es el convencimiento de que en caso de consulta ante las urnas, IU podría sacar representación parlamentaria gracias a una reforma electoral que rebajó del 5 al 3 por ciento el porcentaje mínimo para conseguir diputados y pasó de cinco a una sola circunscripción habida cuenta de que esta Comunidad es uniprovincial.

Ha habido conversaciones en las últimas horas entre PP y Ciudadanos de la Región

En las últimas horas han hablado en la Asamblea de Murcia el líder de Ciudadanos en la Región, Miguel Sánchez, con el portavoz del PP en la Cámara autonómica, Víctor Martínez, según ha podido saber El Independiente. Los interlocutores habituales, esto es, Fernández-Maíllo y el secretario general de la formación naranje, José Manuel Villegas, no mantuvieron ayer ningún contacto salvo que éste se produjera ya por la noche.

No ha trascendido nada del contenido de la conversación entre Sánchez y Martínez, que fuentes de Cs han calificado de "oficiosa", pero a tenor de las declaraciones que ayer hizo el dirigente popular murciano, se mantienen las posiciones de unos y de otros. Dijo en una comparecencia pública que en el PP «sólo hay un plan y se llama Pedro Antonio Sánchez» y que no tienen intención de «claudicar ante quienes quieren usar la justicia como arma política».

El PP acusa al PSOE de "caza" contra Sánchez y de querer "asaltar" la sede del gobierno

También arremetió contra el socialista Rafael González Tovar al que acusó de querer «asaltar» el Palacio de San Esteban, donde se ubica la presidencia de Murcia, de abrir una "caza" contra Sánchez  y de intentar "dilatar la resolución judicial en los tribunales" para hacer más daño.

Por su parte la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, señaló también ayer que "nos parece increíble la que está liando el PP en Murcia por tapar los casos de corrupción. Se le está acabando el tiempo», aunque no especificó dónde estaba el límite de un plazo que, precisamente, se cumplió ayer.