"Voy a contarte una cosa importante. Siéntate", puede leerse en uno de los bocadillos del cómic Isolada que publica Alpha Decay, como parte de una colección de artistas independientes. Su autora, Keiler Roberts, cuenta su vida al mundo con ilustraciones de su familia. En la viñeta que aparece ese bocadillo, la dibujante está a punto de confesar a su hija Xia que le han diagnosticado Trastorno bipolar.

En un mundo en que la salud mental está rodeada de prejuicios, puesto que aglutina enfermedades "invisibles" -no es como cuando llevas un collarín porque se te ha roto el cuello-, pero no por ello menos importante, la autora de Isolada visibiliza el Trastorno bipolar. A continuación puedes echar un vistazo a las siete primeras páginas:

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Regresando al cómic, Keiler Roberts desea que la pequeña no se entere por otros medios de su diagnóstico. "Definí enfermedad y síntomas, y comparé los síntomas de la enfermedad con los del resfriado y la gripe", explica la autora.

Por su parte, la hija le contesta lo siguiente, a modo de resumen: "Tienes dentro un fuego y un globo a punto de estallar". "No, pero esa es la sensación", cuenta Keiller Roberts. La dibujante explica a la pequeña que ese es el motivo por el que va con tanta frecuencia al hospital a hacerse análisis y que por eso toma pastillas. "Vale", le contesta la pequeña. Keiller Roberts siente el alivio y piensa que "ha sido fácil".

Sobre el Trastorno bipolar

La Organización Mundial de la Salud recoge que el Trastorno afectivo bipolar afecta a alrededor de 60 millones de personas en el mundo. Se suele caracterizar por la alternancia de episodios maníacos y depresivos separados por periodos de estado de ánimo normal. Durante los episodios de manía, el paciente presenta un estado de ánimo exaltado o irritable, hiperactividad, verborrea, autoestima elevada y una disminución de la necesidad de dormir. Aquellos que sufren exclusivamente episodios maníacos y no padecen fases depresivas también se clasifican dentro del diagnóstico de Trastorno bipolar.

Keiller Roberts

Antes del Trastorno bipolar

Antes de que diagnosticaran a Keiler Roberts el Trastorno bipolar, la dibujante ya había sufrido problemas relacionados con la depresión posparto que experimentó, enfermedad que trata con humor y franqueza. En Isolada, deja ejemplos de su versión más irascible en forma de conversaciones con su hija. Y es que Keiler Roberts no solo tiene que lidiar con la bipolaridad, sino que desempeña también la ardua tarea de criar a Xia.

Keiler Roberts

Sobre el estrés en la infancia

Aunque la maternidad resulte difícil, Keiler Roberts refleja en sus viñetas que no cesa en brindar a su hija todo tipo de cuidados. En un momento en que la pequeña se queda sin helado, su madre le anima a coger una máquina del tiempo para retroceder 30 minutos en el tiempo, cuando aún estaba saboreando este delicioso postre. Y es que la dibujante no puede evitar verse reflejada en Xia. En una entrevista confesó que había llevado una infancia difícil, llena del estrés al que están sometidos prácticamente todos los niños. "Cuando tenía alrededor de once años, creo que mi depresión comenzó, al igual que mis problemas corporales". Se recuerda como una niña obediente, pero probablemente no tan feliz como Xia.

Keiler Robert

La normalización de su enfermedad

Esa depresión de la infancia fue la primera de muchas que tenía más o menos cada año. Sin embargo, llegó un momento en que Roberts sentía que estaba fuera de control. Dormía pero no descansaba, lo que achacaba a una nueva depresión. Aunque en Isolada trata abiertamente la salud mental, en los bocadillos y pensamientos de su personaje confiesa que le resulta muy difícil hablar de ello. Finalmente, decidió informar a sus familiares y amigos para que supieran que no se trata exclusivamente de mal humor. 

Keiler Roberts

De cómo el trabajo de Roberts ha ayudado a mujeres

Con sus libros, la dibujante ha conseguido ayudar a mujeres a las que les han diagnosticado Trastorno bipolar y son madres, al igual que ella. En la misma entrevista, cuenta que muchos padres han dicho que sus viñetas parecen una grabación de sus vidas, de lo similares que resultan.

Keiler Roberts

Una vida ilustrada

Keiler Roberts ha estado haciendo cómics autobiográficos desde 2009. Sus últimos trabajos, Rat Time (2019) y Chlorine Gardens (2018), se han publicado en la editorial canadiense Koyama Press. En 2016 ganó el premio Ignatz a mejor serie por Powdered Milk y un año más tarde fue nominada a mejor cómic por Isolada. Compagina su trabajo como creadora de cómics con la enseñanza en la School of the Art Institute of Chicago.