La crisis española ha sido la del empleo y es el paro lo que genera más desigualdad social. Por eso, de acuerdo con los datos publicados este viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la recuperación económica y del mercado de trabajo está limando poco a poco diferencias: España está recuperando la clase media.

Las estadísticas de empleo y afiliación a la Seguridad Social más recientes se han reflejado en el Barómetro del CIS correspondiente al mes de julio. El optimismo sobre la situación económica ha mejorado respecto al año pasado y el paro, aunque sigue siendo el principal dolor de cabeza del país, ha pasado de ser el principal problema para el 49,9% de los encuestados, al 43,7% en un año.

Además, preguntados por lo que les afecta personalmente, el 28% de las personas siguen mencionando el desempleo, porcentaje inferior al 31,5% de julio de 2016.

No es de extrañar por ello que la popularidad de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la de la reforma laboral de 2012, sea la cuarta mejor del Gobierno, aunque con una pobre puntuación que no llega al tres.

¿Vuelve la clase media?

Estos datos explican por qué en estos momentos el debate no ha dejado de ser el del desempleo, pero cada vez más el de la calidad del trabajo que se crea. En este sentido, el mercado laboral ha experimentado, por ejemplo, un repunte de la contratación a tiempo parcial, en paralelo a un repunte del número de personas que llevan más seis años en el mismo puesto de trabajo.

Esto habla de la dualidad del mercado de trabajo en el que sigue anclado el mercado laboral español. Sin embargo, esta dualidad hace unos años se media más entre empleados y desempleados. Por otro lado, la moderación salarial va cediendo y, aunque los incrementos salariales pactados en convenio son inferiores al 2%, la tendencia es alcista.

En este contexto, el CIS muestra, por ejemplo, que el estatus económico declarado por los encuestados va mostrado un mayor grosor, aunque aún poco marcado, de la clase media. Hace un año, el 20,2% de las respuestas se situaban en una clase alta o media-alta, ratio que se ha reducido al 18,4%.

En cambio, las clases medias han pasado del 34,8% al 36,4%, al tiempo que el porcentaje de obreros cualificados y no cualificados se ha incrementado desde el 42,5% al 43%.

Mejoran las rentas de los hogares

Esta evolución se concreta en las rentas declaradas por los hogares. En primer lugar, en el capítulo de ingresos netos –de todos los miembros del hogar, por todos los conceptos, después de impuestos—se observa que las rentas de entre 601 y 900 euros al mes han descendido del 11,8% al 10,3%; las de entre 1.201 y 1.800 euros, se han mantenido estables en el 12,8%; pero aquellas comprendidas entre los 1.201 y los 1.800 euros han repuntado del 15,5% al 16,5%.

También los hogares con ingresos entre los 1.801 a 2.400 euros han pasado de representar el 8,7% al 9,9% y los de entre 2.401 y 3.000 euros, del 5,1% al 6,2%. Para los tramos de rentas superiores, los porcentajes se reducen ligeramente o permanecen estables.

Lo mismo pasa con los ingresos personales después de impuestos. Aquellos que ingresan 300 euros mensuales o menos se reducen del 2,7% al 2%, mientras que las rentas de entre 301 y 600 euros pasan del 10,9% al 10%.

Sin embargo, los siguientes tramos de rentas experimentan incrementos. Los encuestados con entre 601 y 900 euros al mes han pasado en un año del 14,1% a los 15,2%; los de entre 901 y 1.200 euros, del 12,3% al 13,2%; y los de entre 1.201 a 1.800 euros, del 9,8% al 12%. Nuevamente, los porcentajes apenas varían en las horquillas superiores.