Gerard Piqué no atraviesa su mejor racha. Después de meses muy convulsos tanto en lo personal por su separación de Shakira como en lo deportivo tras su inesperada y sorprendente decisión de retirarse del fútbol, se ha unido su cara a cara definitivo con la cantante para intentar llegar a un acuerdo seis meses después de su ruptura.

Una reunión con sus respectivos abogados que tuvo lugar este lunes a las 13.00 horas en el domicilio familiar y a la que Piqué consiguió llegar sin ser captado por las cámaras, utilizando el acceso de la casa de sus padres, que se comunica por dentro con la de Shakira.

Tal y como informa La Vanguardia la negociación fue agónica y se alargó 12 horas, pero si algo tenía claro el futbolista es que no quería que sus hijos viviesen una experiencia traumática con su separación. Por ello, y contra todo pronóstico, habría dado su brazo a torcer, sacrificándose por Milan y Sasha y permitiendo que los pequeños se vayan a vivir a Miami con su madre en enero de 2023, después de pasar la Navidad en Barcelona.

Un acuerdo en el que hay una clara vencedora, Shakira, y tras el que veíamos a un Piqué abatido abandonando la reunión, ya de madrugada, por la puerta de la casa de sus padres. Muy serio, y conduciendo su propio vehículo, el defensa evitaba hacer declaraciones sobre su reencuentro con la cantante y sobre el convenio por el que, todo apunta, sus hijos se irán a vivir a Miami en tan solo dos meses.