Para algunos será su última Navidad en Navarra. Para otros la última como Guardia Civil. En la Comunidad Foral estos días en la Unidad de Tráfico del Cuerpo la incertidumbre sigue acumulando muchas nebulosas pese a que algunas empiezan a despejarse. Aún les falta mucha información para decantarse por integrarse en la Policía Foral, que a partir de marzo del próximo año -si se cumplen los plazos comprometidos- debería asumir de modo íntegro la competencia de Trafico, ahora compartida con la Benemérita, u optar por continuar como guardia civil de tráfico pero en otra CCAA.

La visita del Jefe de la Agrupación de Trafico de la Guardia Civil del pasado miércoles les permitió al menos conocer que en caso de decidir solicitar el traslado tendrán preferencia en la elección de destino sobre otras peticiones. El máximo responsable de la Unidad, el coronel José Ignacio Criado, trasladó a los responsables de Tráfico en Navarra la intención de que se habiliten vías preferentes para los agentes ahora destinados en la Comunidad Foral y que no deseen integrarse en otras unidades o en Tráfico de la Policía Foral de Navarra.

Criado aseguró que es su intención intentar retener el máximo de talento posible para la Benemérita entre los 186 agentes de Tráfico que ahora componen la unidad y que supone un personal de alta especialización. De este modo, en cuanto el Gobierno de Navarra de a conocer con detalle las condiciones de la 'pasarela' que ofrecerá a los guardias civiles para dar el salto a la Policía Foral, se abrirá el plazo para deshojar la decisión que tendrán que tomar los agentes: seguir en Navarra o abandonarla para continuar siendo guardia civil de Tráfico en otra comunidad foral.

Hasta el momento el Ejecutivo de María Chivite no ha trasladado las condiciones detalladas que ofrecerá. Tan sólo se ha comprometido a igualar las condiciones de las que actualmente disfrutan los agentes. Sin embargo, la Policía Foral navarra, que debería asumir la competencia de Tráfico a partir de finales de marzo próximo, se encuentra inmersa en un proceso de negociación interna por la actualización y mejora de las condiciones de los agentes forales y que a su vez repercutiría en las condiciones con las que se encontrarían los guardias civiles que opten por pasarse al Cuerpo foral.

Integración y condiciones

El proceso de asunción de la competencia, ahora compartida en su ejecución por ambos cuerpos, sería progresivo. De este modo, se establece un periodo de cinco años hasta que se de por concluido el periodo de traspaso íntegro de las funciones de Tráfico. Criado sí confirmó que una de las primeras cuestiones que será cedida en su totalidad será la relativa a la gestión administrativa que conlleva la competencia.

Entre los 186 agentes de la Unidad de Tráfico de Navarra por ahora son pocos los que tienen claro cuál será su decisión. La situación varía de modo importante entre aquellos más veteranos y asentados y con familia en Navarra, frente a los que se encuentran destinados de modo más provisional en la Comunidad foral. En muchos casos el traslado a Navarra busca beneficiarse de la preferencia en la puntuación que se concedía en los procesos de traslado por las especiales circunstancias de este destino durante años azotado por el terrorismo.

En el mejor de los casos el proceso de cesión total no se completaría hasta el año 2028. Hasta entonces el tráfico será gestionado por la Administración navarra pero llevado a cabo por forales y guardias civiles. Actualmente la Guardia Civil es la que lleva el peso de la mayor parte del territorio. Cuenta con casi medio centenar de comisarías frente a las dos de la Policía Foral en Pamplona y Tudela. Las previsiones que maneja el Ejecutivo de Chivite cifran en al menos 149 el número de agentes nuevos que requerirán incorporar a la futura unidad de Trafico foral. Se trata de un número importante que, en caso de no cubrirlo con agentes de la Guardia Civil que se decanten por la 'pasarela', requerirá la convocatoria de un concurso público. La unidad de Tráfico foral, la segunda más importante tras la de Seguridad Ciudadana, cuenta actualmente con 226 agentes y se estima que deberá ampliarse hasta los 375 los próximos años.

Escalas y Seguridad Social diferentes

La integración generará problemas a la hora de establecer igualdad en las escalas profesionales que rigen en uno y otro cuerpo. En el caso de la Guardia Civil, además de gozar de salarios más elevados, también funciona una jerarquía con un mayor número de escalas y niveles que habrá que integrar en la futura pasarela' profesional que que ofrezca y cuentan por sistemas de seguridad social de cara a sus jubilaciones con notables diferencias.

Asumir la competencia de tráfico no supondrá sólo asumir la regulación y control de las carreteras. La implementación de esta competencia conlleva hacerse cargo de todas las materias que a día de hoy realiza la Guardia Civil, en algunos casos de modo compartido con la Policía Foral. Así, la competencia sancionadora se multiplicará, con lo que ello conlleva de gestión en ámbitos como pagos, anulaciones, detracción de puntos etc.

De igual modo, la Policía Foral deberá gestionar competencias como las autoescuelas y la renovación de los permisos de conducir, que pasarán a depender del Gobierno de Navarra. También se incorporará la responsabilidad de gestión, control e inspección de los cursos de sensibilización y reeducación vial para la recuperación de puntos. La lista de materias a integrar incluye la educación y formación de profesores de Educación vial o ámbitos como el fomento de campañas de sensibilización para la reducción de la mortalidad en las carreteras o la sensibilización en materias como la movilidad sostenible.