Su labor está rodeada de controversia, con críticas de la ONU que consideran que su modelo, inaugurado la semana pasada, se ha convertido en "una trampa mortal" para los gazatíes que buscan alimento tras cerca de tres meses de bloqueo israelí. La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) ha reconocido en declaraciones a El Independiente haber suspendido este miércoles sus operaciones, después de que en los últimos días más de un centenar de gazatíes haya sido asesinado por el ejército israelí en las inmediaciones de sus centros.

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Desde el inicio de sus operaciones el pasado 27 de mayo, GHF ha estado operando con el apoyo logístico y la aprobación tanto de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) como de funcionarios estadounidenses y gracias a la contratación de mercenarios. No obstante, en menos de 10 días, al menos tres incidentes separados han resultado matado a más de un centenar de gazatíes y herido a otras decenas.

Uno de los episodios más graves ocurrió el lunes, cuando al menos 27 personas fueron asesinadas cerca de un punto de distribución de ayuda de GHF en el norte de Gaza. Testigos relataron que los disparos vinieron de tropas israelíes que intentaban disolver una multitud desorganizada. Las FDI argumentan que respondieron a amenazas de seguridad, pero organizaciones humanitarias denuncian un uso desproporcionado de la fuerza.

El martes, otro ataque israelí alcanzó una escuela en Khan Younis utilizada como refugio, provocando la muerte de 18 personas. Aunque Israel afirmó que estaba atacando a combatientes de Hamás, Haaretz reportó que la mayoría de los fallecidos eran civiles desplazados, incluidos mujeres y niños.

Osama al-Raqab sufre malnutrición severa. | Efe

Críticas al modelo operativo de GHF

GHF había sido promovida como una alternativa viable y "segura" para entregar ayuda, en parte gracias a su coordinación con las FDI y su estructura basada en contratistas de seguridad privados. Sin embargo, esta estrategia ha sido blanco de fuertes críticas por parte de agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales que consideran que el modelo socava los principios fundamentales de independencia y neutralidad humanitaria.

“La militarización de la asistencia y la falta de claridad sobre las reglas de enfrentamiento están generando más daño que ayuda”, declaró un funcionario humanitario a Al Yazira, bajo condición de anonimato.

Comunicado oficial de GHF

En un comunicado distribuido este miércoles y enviado a este diario, un portavoz de GHF explicó que la suspensión busca “proteger la vida y la dignidad de los civiles”. Añadió que la organización está “activamente comprometida en conversaciones con las FDI” para mejorar las medidas de seguridad más allá del perímetro inmediato de sus sitios operativos.

Entre las solicitudes realizadas a Israel se incluyen "mayor claridad en la orientación al tránsito de civiles cerca de zonas militares; capacitación adicional para las tropas israelíes; y procedimientos más precisos para evitar confusión y escaladas".

GHF enfatizó que su prioridad “sigue siendo la entrega segura y digna de ayuda a los civiles de Gaza” y reconoció los riesgos inherentes a operar en “uno de los entornos humanitarios más complejos del mundo”.

Emergencia humanitaria sin precedentes

La suspensión de GHF se da en un contexto de crisis aguda. La ONU estima que más de un millón de personas afronta condiciones de hambruna inminente. Según OCHA, de los 900 camiones con ayuda que esperaban autorización, apenas 600 han sido permitidos a cruzar hacia Gaza, y solo una fracción logra llegar a los puntos de distribución debido a la inseguridad, el colapso de las infraestructuras y los obstáculos administrativos.

Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para votar este miércoles una resolución que exige un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes israelíes y el acceso humanitario sin restricciones. La votación se espera para este miércoles, pero el apoyo de Estados Unidos —uno de los principales aliados de Israel— sigue siendo incierto.

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