Es una secuencia extraña. Cuando parecía que la circulación de información decaía y las reticencias a entregarla en tiempo y forma se agudizaban, todo debió resolverse y precipitarse. El martes lo hizo el Gobierno, el miércoles Red Eléctrica. Hasta hacía poco ambos habían situado el final de sus trabajos a varias semanas vista. Pero cuando los escándalos de presunta corrupción rodeaban al Ejecutivo, el Ministerio de Sara Aagesen anunció por sorpresa que ya tenía los resultados, que su informe sobre el apagón estaba finalizado. Ya tenía sus responsables y sus conclusiones. Al día siguiente, este miércoles, también lo hizo REE. Habían pasado 49 días en el primer caso, 50 en el segundo desde que España se fue a negro.

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Dos investigaciones y dos conclusiones para un mismo apagón que tras mes y medios de indagaciones arroja significativas diferencias. También hay algunas coincidencias y disparidad de recomendaciones de cara al futuro. La disparidad se concentra fundamentalmente en aspectos como las responsabilidades, las causas, los indicadores previos al apagón, las interconexiones con Francia o las medidas de protección.

La diferencia más evidente es la más importante: el responsable. Para la comisión liderada por el Ministerio de Transición Ecológica fue compartida: las energéticas y Red Eléctrica, operadora del sistema. Para el organismo que lidera Beatriz Corredor, ellos no tienen nada que asumir, actuaron correctamente y fueron los eléctricas las que provocaron el apagón. Por tanto, no cabe reclamarles indemnizaciones ni dimisiones, según afirmaron ayer sus responsables.

En las causas, tampoco hay plena coincidencia. En el informe del Comité del Gobierno fue una razón “multifactorial” provocada por un lado por una mala programación del sistema llevada a cabo la víspera por Red Eléctrica y por otro lado por una mala actuación de las energéticas ante la inestabilidad detectada en la red aquella mañana del 28 de abril.

Oscilaciones "forzadas"

El detonante del cero eléctrico fue una sobretensión del sistema, coinciden ambos informes. En el origen del mismo ambos discrepan. Para Aagesen todo comenzó a torcerse antes del aquel lunes negro. Desde el fin de semana el sistema ya daba señales de alarma de que algo no iba bien. En su informe las alteraciones de la tensión en la red que se venía detectando son importantes y dignas de ser tenidas en cuenta. También las que se produjeron durante las primeras horas de aquel día 28. En cambio, Red Eléctrica les resta importancia. Subrayan que “ni fueron relevantes ni fueron el origen de lo que ocurrió después”. Incluso puntualiza que hasta 12.03 horas del 28 de abril pasado todo el sistema se encontraba “en valores admisibles de tensión y frecuencia”.

En ambos informes, se detalla cómo a partir de esa hora se detectaron dos oscilaciones atípicas que provocaron fluctuaciones de tensión: ocurrieron a las 12.03, a las 12.16 y a las 12.12.19, según Aagesen. En todas ellas se apunta a que Red Eléctrica, como operador del sistema, adoptó dos decisiones con las que amortiguó las oscilaciones de tensión pero lo hizo provocando al mismo tiempo “un incremento de las tensiones”. La compañías que preside Beatriz Corredor ordenó un aumento del mallado de la red, que estaba restringido por la baja demanda, y redujo el flujo de interconexión con Francia.

Desde Red Eléctrica se concluye que las dos oscilaciones de tensión producidas antes del apagón fueron “forzadas” y considera que estarían provocadas por ”anomalías internas de alguna planta de generación” y no por carencias de la red programada. También rechaza que las interconexiones con Francia influyeran. Recuerda Corredor que para amortiguar las oscilaciones en la red existe un protocolo y que se aplicó. Un protocolo por el cual se pasó la conexión con Francia a “modo ‘potencia fija’” en el enlace entre Santa Llogaia (España) y Baixas (Francia): “Acción que ha sido muy eficaz en la amortiguación de oscilaciones durante años”, recuerda REE.

¿Estaba el sistema programado de modo adecuado para la demanda prevista ese lunes? Según Aagesen, no. Según el informe de Corredor, sí. Aquella mañana el sistema tenía un valor de inercia superior al recomendado: “Los grupos acoplados por restricciones técnicas eran suficientes para cubrir la demanda, proporcionar inercia, permitir el control de los flujos de energía y disponer de recursos para el control dinámico de tensión”, asegura Red Eléctrica.

¿Centrales suficientes?

En este punto, el Ministerio de Aagesen discrepa. Asegura que el sistema ideado para esa jornada era “insuficiente” para controlar la tensión. Asegura que faltó respaldo al sistema por falta de programación de centrales. La víspera, Red Eléctrica, operadora del sistema, programó para el día 28 diez centrales síncronas activas con capacidad para regular la tensión de ese lunes. ¿Fueron suficientes? El informe de Aagesen lo pone en duda: “El número final de centrales síncronas acopladas fue el más bajo desde el inicio del año”, apunta. Red Eléctrica en cambio señala que realizó los cálculos “oportunos y tomó las decisiones pertinentes” para satisfacer la demanda prevista ese día.

Es aquí donde se exculpa de cualquier responsabilidad y la sitúa en las energéticas. Asegura que su programación la hizo “considerando que todos los grupos (de generación) cumplían”: “Los grupos acoplados eran suficientes para cubrir la demanda, proporcionar inercia, permitir el control de los flujos de energía y disponer de recursos para el control dinámico de tensión”.  

En este punto ambos informes coinciden: algunas centrales que debían generar la energía fallaron. El informe del Ministerio apunta que varias centrales con capacidad para regular la tensión y que asegura que son “retribuidas específicamente por ello” –algo que niegan las eléctricas- “no respondieron adecuadamente”. Les acusan de incumplir las consignas del operador del sistema para reducir esas oscilaciones de tensión. Más aún, el informe apunta que algunas empeoraron la situación al producir energía reactiva, agravando el problema.

Precisamente ayer, Iberdrola salió al paso de las críticas y acusó a REE de una gestión "temeraria y negligente" como principal causa del apagón. Recuerda que en el momento del incidente estaban acopladas todas aquellas centrales de su parque de generación que habían recibido las pertinentes instrucciones por parte de operador del sistema, al que señala como responsable de la gestión de este suceso. Desde la compañía manifiestan su "asombro" por las declaraciones de la presidenta de Redeia, "que parecen confundir las consecuencias del apagón con sus causas".

Desconexiones "incorrectas"

Aagesen y Corredor también coinciden en señalar a algunas energéticas por desconectarse de la red antes de tiempo. Para el Gobierno en algunos casos esa desconexión, ese apagado, se produjo antes de que la situación superase los umbrales de tensión establecidos como límite para proteger las instalaciones –entre 380 Kv y 435 Kv-. También Red Eléctrica afirma que se produjo una desconexión de la generación que fue “incorrecta” por parte de plantas que se dispararon antes de lo que debieran haberlo hecho.

Una precipitación que habría desencadenado una reacción en cadena que no se pudo detener. Ni siquiera elementos como los deslastres, previstos como elementos de protección, funcionaron. Más aún, Aagesen señala en su informe que podrían haber contribuido a la sobretensión al descargar aún más las líneas y elevar así la tensión. En este punto, Red Eléctrica señala en cambio que los “deslastres” se activaron “correctamente”. También que los sistemas de defensa de la red de transporte se activaron según lo previsto pese a que se ha demostrado que no son capaces de “aislar un sistema de esta naturaleza”. Los responsables del informe de Corredor incluso acusaron ayer a las energéticas de haber actuado de modo “peligroso” y “no justificado” aquel día.

Respecto al origen del problema, la central en la que podría haberse iniciado todo. Ninguno de los dos informes se atreve a apuntarlo con claridad. Pero en el caso de Red Eléctrica se cita el caso de una planta fotovoltaica de Badajoz donde podría haberse producido la chispa que lo incendió todo. El Gobierno, en cambio, en su informe se limita a señalar que a las 12.33 el incremento de la tensión precipitó la cadena de desconexiones que se inició en las instalaciones de Granada, Badajoz, Sevilla, Badajoz, Segovia, Huelva y Cáceres.    

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