Letizia en rosa reciclado, o el arte de reinar sin estrenar

Mientras la Princesa Leonor desembarcaba este jueves en Gijón tras completar una nueva etapa de su formación militar a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano –después de tres semanas en la fragata Blas de Lezo–, su madre sigue cumpliendo agenda en Madrid. Este jueves, la Reina Letizia ha presidido en la Torre Foster, sede de Amazon, la reunión del patronato de la Fundación FAD Juventud, de la que ostenta la Presidencia de Honor.

Allí se abordaron los principales retos a los que se enfrenta la juventud, protagonista del presente y artífice del futuro, en palabras de la fundación. Letizia, volcada en la causa, volvió a dejar su huella también en el terreno estético: recuperó un vestido camisero fucsia de Hugo Boss que ya había llevado en dos ocasiones anteriores, en 2021 y 2023, y que algunos cronistas han bautizado como modelo Dellini. Manga francesa, escote en pico, falda midi con vuelo y cinturón de lazada a juego: el conjunto equilibra lo profesional y lo romántico con eficacia germánica.

Como en otras apariciones recientes, la Reina recurrió a su propio armario: ningún estreno, ningún exceso. Esta vez combinó el vestido con salones destalonados de tacón bajo en rosa pastel y pendientes largos con piedras de colores. Un gesto deliberado de austeridad elegante que ya se ha convertido en una de sus señas de identidad. Letizia ha vuelto a demostrar que se puede reinar sin estrenar. Basta con saber elegir qué se repite.