Connie Francis, una de las voces más emblemáticas del pop estadounidense de mediados del siglo XX, ha fallecido a los 87 años. La noticia fue comunicada por su amigo y publicista Ron Roberts a través de una publicación en Facebook: "Con gran pesar y profunda tristeza les informo del fallecimiento de mi querida amiga Connie Francis", escribió, sin detallar las causas del deceso. "Sé que Connie aprobaría que sus fans sean de los primeros en enterarse".
Francis, cuyo nombre real era Concetta Rosa Maria Franconero, alcanzó la fama internacional entre finales de los años 50 y principios de los 60 con éxitos como Stupid Cupid, Where the Boys Are, Everybody’s Somebody’s Fool y Pretty Little Baby, este último convertido recientemente en fenómeno viral en TikTok. Fue la primera mujer en alcanzar el número 1 en el Billboard Hot 100 y una de las primeras artistas discográficas en grabar álbumes íntegros en varios idiomas, entre ellos español, alemán, yidis, italiano, rumano e irlandés.
Nacida en 1937 en Newark, Nueva Jersey, de ascendencia italiana, comenzó a cantar y tocar el acordeón bajo la tutela de su padre, George Franconero, quien también fue su primer representante. Con solo 17 años firmó con MGM Records tras aparecer en varios programas de variedades. Su carrera despegó cuando el presentador Dick Clark decidió emitir su versión de Who’s Sorry Now? en American Bandstand en 1958. El tema, originalmente una balada de los años 20, se convirtió en un éxito rotundo. A partir de ahí, Francis se convirtió en una presencia constante en las listas de éxitos hasta bien entrada la década de 1960.
Violencia y depresión
Fue una figura destacada en la era pre-Beatles, con más de una docena de sencillos en el top 20 estadounidense y una popularidad global cimentada por sus grabaciones multilingües. Su canción Die Liebe ist ein seltsames Spiel alcanzó el número 1 en Alemania Occidental en 1960 y la consolidó como embajadora del pop estadounidense incluso en países del bloque soviético.
Además de cantante, Francis participó en varias películas como Where the Boys Are (1960) y Follow the Boys (1963), consolidando una imagen de ídolo juvenil limpia y accesible, capaz de atraer tanto al público adolescente como al adulto. En lo privado, su vida estuvo marcada por la tensión familiar: su relación con el cantante Bobby Darin terminó abruptamente cuando su padre, según relató ella misma, irrumpió armado en un ensayo al enterarse de que la pareja planeaba casarse.
A partir de los años 70, la trayectoria de Francis se vio sacudida por episodios de violencia y enfermedad. En 1974 fue violada a punta de cuchillo en su habitación de hotel tras actuar en la Feria de Música de Westbury, en Nueva York. El agresor nunca fue identificado. Francis demandó al establecimiento por deficiencias de seguridad y obtuvo una indemnización de 2,5 millones de dólares, que más tarde fue reducida en una resolución extrajudicial. A raíz de la agresión, cayó en una profunda depresión y pasó por largos periodos de inactividad artística.
En 1981, tras una operación nasal, perdió temporalmente la voz y sufrió otro golpe devastador: el asesinato de su hermano George, supuestamente a manos de la mafia. A finales de esa década, fue internada en una institución psiquiátrica por decisión de su padre, diagnosticada con trastorno bipolar. Llegó a intentar suicidarse, y pasó tres días en coma antes de recuperarse. "Mi vida personal es un lamento de la A a la Z", declaró a Associated Press en 1984, año en que publicó sus primeras memorias, Who’s Sorry Now?, convertidas en un superventas.
Cuatro matrimonios pero un solo compañero
A lo largo de su vida se casó en cuatro ocasiones, aunque solo consideró a su tercer marido, Joseph Garzilli, como un verdadero compañero. Ninguno de los otros matrimonios duró más de un año.
Connie Francis nunca abandonó del todo los escenarios. En sus últimos años ofreció conciertos en Las Vegas y en 2017 publicó una segunda autobiografía, Among My Souvenirs. Se retiró oficialmente en 2018, pero volvió a conectar con nuevas generaciones en 2025 gracias a la inesperada viralización en TikTok de Pretty Little Baby, grabada originalmente en 1961. El tema acumuló más de 30 millones de reproducciones en plataformas de streaming y regresó a las listas de éxitos, incluyendo el top 5 de iTunes en EE. UU. Francis, ya octogenaria, reaccionó con humor y asombro: "Para serte sincera, ni siquiera recordaba la canción. ¡Tuve que escucharla para acordarme! Pensar que una grabación de hace 63 años emocione hoy a millones de personas es simplemente increíble", dijo a la revista People.
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