Con el verano llegan las noches más cálidas del año, y por eso es importante tener una respuesta eficaz para dormir sin recurrir a los electrodomésticos, algo que se ha vuelto una prioridad en los últimos años. Cuando la temperatura de la noche sube hasta cifras muy elevadas, muchas personas optan por alternativas en lugar de usar el aire acondicionado o un ventilador, ya que estas pueden disparar el consumo de la energía eléctrica e incluso pueden afectar a la salud. En este contexto, una técnica que resulta sencilla y tradicional de origen japonés, empieza a tomar mucha fuerza puesto que es eficaz y casi no muestra impacto en el medio ambiente.

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El método de Japón para dormir con calor

Ropa fresca para la noche

Este método consiste en enfriar la ropa con la que se va a dormir. Solo se requiere poner la funda de almohada, la sábana fina, el pijama o incluso una camiseta en una bolsa, y que quede cerrada de forma hermética para meterla en el congelador durante un tiempo aproximado de media hora. Al ponerlas en la cama estas telas proporcionan una sensación de alivio inmediato y proporcionan una bajada en la temperatura corporal que puede ayudar a la persona para que pueda conciliar el sueño con más facilidad.

Primeros instantes primordiales del sueño

El frescor no dura toda la noche, pero su efecto inicial es determinante. En los primeros minutos al acostarse se obtiene la diferencia, clave para entrar en un sueño profundo. Esta práctica ayuda al cuerpo a iniciar ese descenso natural que se alcanza con la temperatura y que es necesario para un sueño reparador, por lo que se convierte en un truco efectivo que viene muy bien en noches en las que la temperatura pueda ser realmente alta.

Otros trucos para poder dormir

Toallas y antifaces

Este método japonés se adapta en otros formatos. Aparte de tener una ropa de cama que ya te hará sentir más fresquito, puedes hacer los mismos pasos con una pequeña toalla puesta en la nuca, una máscara fría para los ojos o incluso en una camiseta que tengas lista antes de acostarte. Las aplicaciones diversificarán el frescor en diferentes puntos del cuerpo mejorando la sensación térmica y generando más alivio.

Ventilar y oscuridad en el día

Para que el efecto sea aún mayor, puedes combinar este truco con más estrategias, como mantener el dormitorio a oscuras durante el día para evitar la acumulación de calor o ventilar sólo las primeras horas del día cuando la temperatura exterior o interior todavía es un poco fresca. De esta manera, se logrará conservar el ambiente templado durante la noche.

Dormir sin electricidad

A diferencia del aire acondicionado o de los ventiladores, esta técnica japonesa no consume electricidad ni hace ruido, por lo que se convierte en un recurso fácil, accesible y respetuoso con el medio ambiente. No produce aire, y no reseca el ambiente, un factor que puede ser incómodo en verano.

Ideal para personas sensibles y hogares con niños

El método se recomienda sobre todo para personas con alergias, y con problemas respiratorios, para los más pequeños también. Su aplicación es segura, natural y sin cambios bruscos de temperaturas. Solo requiere un mínimo de organización previa, como por ejemplo preparar la ropa antes de acostarse, y esto se traduce en noches frescas sin necesidad de aparatos.

Este sencillo truco inspirado en la tradición japonesa se convierte en una alternativa eficaz para combatir los efectos del calor nocturno a la hora de dormir sin tener que recurrir a la tecnología. Un truco casero que de la mano del congelador te permitirá convertir tus noches de verano en una experiencia más agradable y sostenible para todos.

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