El caso de acoso escolar en el elitista colegio British Council por el que una menor presuntamente padeció anorexia se estanca en un juzgado de Madrid. La jueza ha tenido que pedir por segunda vez el historial médico completo de la chica, después de que desde el hospital sólo le enviasen dos páginas, aseguran fuentes jurídicas a este periódico.

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En noviembre de 2024, el juzgado admitió la demanda civil contra el colegio (que ha cambiado de dueños) y cuatro profesores. Los padres de la menor acusan al colegio de acoso escolar. Afirman que el comportamiento de los profesores le provocó un estrés severo que terminó en anorexia nerviosa. El centro, por su parte, niega las acusaciones y asegura que la alumna podría haber evitado toda la situación.

Todo empezó en el curso 2021-2022. Entonces la menor tenía 13 años. Una de sus amigas comenzó a recibir mensajes ofensivos y acosadores por parte de dos compañeras de clase. Los padres de esta amiga recopilaron cientos de mensajes vejatorios y lo denunciaron tanto al colegio como a la Policía Nacional.

La jueza pidió hace meses el expediente médico de la menor para conocer si había sufrido algún caso de anorexia anterior o alguna otra enfermedad o circunstancia que le hubiese provocado el trastorno. Pero el hospital privado donde tiene su ficha sólo ha enviado dos hojas, por lo que la instructora ha vuelto a solicitarlo.

El juicio tenía previsto empezar los primero días de julio. Sin embargo, la cita coincidió con la huelga de jueces que tuvo lugar en toda España. La jueza no emitió ningún auto suspendiéndolo, si no que "lo dio por hecho" por estar en la misma fecha, aseguran fuentes conocedoras.

El caso de anorexia en el British

Cuando la menor denunció en el colegio el caso de acosode su amiga, no le hicieron caso. La chica, indignada por la situación, pidió respuestas y explicaciones a los profesores, pero estos le sugerieron que olvidara el tema. La dirección del British concluyó que el incidente fue algo puntual, lejos de constituir un acoso continuado. Pero la chiquilla insistió en denunciar la situación. El colegio entonces señaló comportamientos inapropiados por parte de la menor, lo que terminó en varias sanciones.

Los padres asumen el mal comportamiento de su hija, pero la demanda recoge que entre marzo y abril de 2022 su hija fue sacada de clase hasta en 15 ocasiones. El objetivo era reiterarle que olvidase el problema con su amiga. Relata el escrito que aquellas reunionen se produjeron en un clima amenazante. A todo este proceso los padres achacan que la salud física y mental de su hija se deteriorase. Llegó a desarrollar anorexia nerviosa, perdiendo nueve kilos en tres meses. En el hospital le diagnosticaron un problema grave de huesos y un trastorno adaptativo. En octubre de aquel año dejó el centro.

Sobre el tema de la anorexia, el centro no asume responsabilidad alguna. Apuntan a un informe médico aportado en la causa que no acredita "que las decisiones o actuaciones del equipo docente hayan provocado" la enfermedad. Y que el documento señala "claramente" que la menor ya padecía un trastorno alimenticio desde el Covid".

Intento de acuerdo

El 18 de diciembre de 2024, el juzgado emitió un escrito en el que instaba a las partes llegar a un acuerdo. El British había enviado un duro escrito días antes en el que descargaba toda la responsabilidad de sus profesores y apuntaba a la exalumna.

Explican que actuaron en todo momento bajo el protocolo antibullying que el colegio tiene establecido, y que las sanciones a la menor, ahora demandante, fueron el resultado de su comportamiento hacia otras alumnas. Según su defensa, tenía comentarios ofensivos y malas formas hacia las compañeras. Los docentes, aseguran, intentaron en múltiples ocasiones reconducir su comportamiento mediante reuniones con ella y con sus padres, sin éxito.

"Se hace necesario tener en cuenta que, de los hechos descritos (...) puede verse cómo la culpa no es imputable a la directora ni a los profesores, sino a la propia demandante", reza el escrito, en posesión de El Independiente. Sin embargo, en varias ocasiones la reconocen como "víctima".

Piden multarla

El colegio madrileño British Council ha pedido a una jueza que multe a una presunta víctima de acoso del centro por filtrar supuestamente información a la prensa. Pide que ponga "multas coercitivas" a la menor para que cumpla "con el deber de confidencialidad". Según un escrito del pasado 5 de febrero, al que ha tenido acceso El Independiente, el centro señala que el juzgado ha pedido en varias ocasiones a la familia de la menor que sea reservada en cuanto a los avances de la investigación.

El colegio ha adjuntado varios documentos relacionados con publicaciones en medios de comunicación en los que, asegura, la chica y su perito han realizado "declaraciones sobre el presente procedimiento". Uno de ellos es la información de este periódico del 2 de febrero, aunque en ningún momento se ha mantenido comunicación con la presunta víctima o su familia.

Además, el British Council denunció ante el juzgado una supuesta campaña en la que se han repartido folletos con noticias referentes a la causa de acoso escolar en la puerta del colegio. "Se puede observar, como en los folletos aportados se hace un collage de noticias del todo inexactas, en las que se tergiversa la realidad y se hace referencia a testimonios de menores, incluso ajenos al procedimiento, hasta el punto de incluir una noticia relatada por la propia madre de la demandante".

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