El general español Ricardo Esteban Cabrejos, al mando de 3.500 cascos azules en el Líbano, cree que el recién anunciado fin de la misión de paz de la ONU (FINUL) empujará tanto a ese país como a Israel a establecer un "statu quo permanente" y apunta que estamos en un "momento histórico" para romper con la violencia cíclica.
La FINUL, creada en 1978, llegará a su fin en diciembre de 2026 y luego tendrá un año más para retirarse gradualmente, tal y como decidió la semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU, que renovó su mandato una última vez después de que Estados Unidos presionara para acabar con el despliegue.
"El que FINUL tenga un plazo final para retirarse, seguramente soy optimista, (pero) pienso que impulsará a ambas partes a tomar las medidas para que se alcance finalmente este statu quo", consideró Esteban en una entrevista de Noemí Jabois para Efe en la base Miguel de Cervantes de Marjayoun, en el sur del Líbano.
La decisión de Naciones Unidas coincide con una iniciativa del Gobierno libanés para desarmar al grupo chií Hizbulá, mientras que, del lado israelí, el alto mando español interpreta los ataques "muy selectivos" que aún continúan contra el Líbano como algo más "preventivo que ofensivo".
"Creo que estamos en un momento histórico después de muchos años, donde puede que se rompa este ciclo de violencia, paz o calma tensa, y vuelta a la violencia. Es el momento histórico para romper este ciclo y llegar a un statu quo permanente", dijo, sin olvidar que se trata de un escenario "muy cambiante".
El Ejército libanés
El "vacío" que dejarán los más de 10.000 cascos azules a su salida del sur del Líbano deberá ser cubierto por las dilapidadas Fuerzas Armadas Libanesas (LAF), que desde el alto el fuego acordado con Israel en noviembre han reforzado su presencia en esa región con más de 8.000 soldados, pese a su falta generalizada de recursos.
"Que las LAF van a tener que incrementar su número eso está claro y ya está previsto en los planes del Gobierno, otra forma es cómo lo van a llevar a cabo y el tiempo que les va a llevar para hacer ese reclutamiento", explicó el general.
Preguntado por si el plazo de 16 meses hasta el final de la misión internacional es suficiente para que el Ejército libanés logre las capacidades necesarias para tomar el control total de la seguridad en el sur, Esteban mantiene que esto dependerá de diversos factores "totalmente externos" a la FINUL.
"Depende del reclutamiento, si tienen éxito en los números, si se les dota de los medios adecuados, si tienen ayuda económica, si los países de una forma bilateral se comprometen a proporcionar instrucción y asesoramiento", enumeró.
"Hay muchos países que ya están pensando en cómo realizar ese apoyo para que cuando FINUL deje de estar aquí, las LAF puedan hacerse cargo de forma efectiva de la seguridad del país, no solamente del sur del (río) Litani", recordó.
En este sentido, explica que desde el cese de hostilidades sus tropas no solo han aumentado "significativamente" las patrullas conjuntas con las LAF, sino también su calidad con un planeamiento "mucho más complejo".
Más hallazgos
El escenario de posguerra en el sur del Líbano también está marcado por una continuación de los ataques de Israel, cuya "actitud" representa actualmente el "mayor peligro" para los cascos azules, en palabras del general.
Las tropas del Estado judío llevan a cabo "continuas violaciones del cese de hostilidades" en zonas donde la FINUL tiene que desarrollar misiones, que cada día comunican "puntualmente" al otro lado.
"En algunas ocasiones ellos desaconsejan que hagamos esas patrullas, pero esto no es en modo alguno vinculante y no suspendemos las patrullas porque ellos lo digan", reconoció Esteban.
Pese a ello, los cascos azules ya no viven pegados a sus chalecos y cascos ni bajo amenaza de tener que correr al búnker como ocurría durante el conflicto del pasado año, habiéndose levantado las medidas excepcionales de protección de la fuerza que estuvieron en vigor durante mucho tiempo.
"Los procesos de bunkerización han dejado ya de existir", apuntó el alto mando.
En el mismo contexto, también ha crecido el número de arsenales hallados por la misión en su área de operaciones, donde tiene entre sus principales cometidos garantizar que no haya actores armados no estatales y, por tanto, reportar a las LAF cualquier armamento que encuentren.
Esteban, que comanda todo el Sector Este de la FINUL, incluidos más de 650 españoles, confirmó que desde el alto el fuego están ubicando arsenales con más "frecuencia". No ofrece cifras concretas, pero datos de la misión hablan de cientos de hallazgos en los últimos nueve meses.
"La razón es muy sencilla: es que en el Sector Este, más todavía que en el Oeste, la actividad de Hizbulá prácticamente ha desaparecido. Eso ha hecho que incrementemos nuestra libertad de acción, nuestros movimientos, nuestras patrullas conjuntas y combinadas con las LAF", concluyó.
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