Mantener las persianas de tu hogar siempre impecables puede parecer una tarea muy complicada cuando el polvo se va apilando en cada una de ellas. Sin embargo, existe un truco casero para tenerlas relucientes que se está convirtiendo en una verdadera revolución en las redes, limpiar persianas usando un calcetín viejo. Este truco ha logrado conquistar a aquellos que suelen tener poco tiempo y no quieren gastarse el dinero en productos, ni pasar horas para que sus persianas estén como nuevas.

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Cómo limpiar persianas con un calcetín

Para poder poner en práctica este truco solo necesitas unos pocos elementos que vas a encontrar en tu casa: el calcetín de algodón es el protagonista de este consejo que ya es tendencia, ya que su suave tejido es ideal para adaptarse a la mano y hace que llegar con facilidad a cada rincón de la persiana sin dañarla y que sea una tarea sencilla. Además, se va a necesitar un recipiente con agua tibia, unas gotas de vinagre o detergente y un paño seco para dar el último perfilado al acabado final.

Paso a paso para limpiar las persianas

Primero, pon el calcetín sobre la mano como si fuera un guante. Humedécelo en agua mezclada con el limpiador que hayas elegido y escúrrelo bien. Luego sujeta cada lámina de la persiana entre los dedos y deslízalo de un extremo al otro para quitar el polvo de ambos lados a la vez; repite la operación hasta quitar el polvo de toda la superficie. Si el calcetín se ensucia demasiado, lávalo y enjuaga. Por último seca la persiana con el paño de forma que queden marcadas las gotas de agua y un acabado uniforme.

Limpiar persianas sin complicaciones

No hace falta que recurras a unos calcetines nuevos para este truco; los que ya no te pones, siempre que estén en buen estado, son más que perfectos. Solo asegúrate de que no estén deshilachados para evitar tener que quitar pelitos pegados en la superficie. Si lo prefieres, puedes usar también dos calcetines: uno húmedo para limpiar y otro seco que te ayude a pulir y abrillantar.

Elige el día adecuado para limpiar

Escoger un día en el que la humedad sea baja es la clave para que las persianas se sequen rápido y no queden marcas ni manchas. Y si están muy sucias, puedes dar primero uso al plumero seco para quitar el polvo más áspero y después utilizar el calcetín. Con este paso puedes reducir esfuerzos y obtener buenos resultados en un menor tiempo.

Persianas como nuevas

Al agua para limpiar se le puede añadir unas gotas de esencia aromática tipo lavanda o limón con la finalidad de dejar un olor fresco en el ambiente. Esto añade un pequeño detalle que deja la habitación con una sensación de limpieza más fresca.

Limpieza regular

Si quieres evitar que se acumule la suciedad en las persianas, es recomendable repetir este método una vez cada siete o días o cada dos semanas como mucho. De esta manera las persianas se siempre estarán en un estado óptimo y no te verás obligado a unas jornadas largas cada vez que decidas ponerte a limpiarlas. El hecho de realizar un mantenimiento frecuente favorece la vida útil de las persianas y mantiene la casa libre de polvo.

Este truco es una demostración de que no hay que complicarse para obtener resultados que rozan lo profesional; con un simple calcetín, agua y unos minutos la tarea de limpieza de las persianas puede resultar muy efectiva. A su vez es una manera de dar salida a prendas que ya no utilizas y de reducir el desperdicio en casa.

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