El impacto de los despidos en las cuentas empresariales se mide a través de la Encuesta de Coste Laboral que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Y de acuerdo con esta encuesta, cuya última actualización se ha producido este martes —correspondiente con el segundo trimestre del presente ejercicio—, el coste medio de las indemnizaciones por despido ha alcanzado los 9.901,17 euros, un alza del 40,6% frente a los 7.039,99 euros del trimestre anterior.

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Se trata de la cifra más elevada desde el primer trimestre de 2022, cuando alcanzó los 10.355,78 euros. Sin embargo, en ese momento, el contexto era muy distinto. La crisis sanitaria había destruido gran parte del empleo y la tasa de paro superó el 16% entre 2020 y 2021. En cambio, en la actualidad no existe un factor coyuntural comparable que permita explicar un repunte intertrimestral de tal magnitud. Valentín Bote, director de Randstad Research, explica para este medio que fluctuaciones tan significativas se explican "porque cambia mucho el perfil del trabajador".

Es decir, el coste de la indemnización depende del salario que tenga el trabajador y de la antigüedad del mismo en la empresa. En la práctica, lo que viene a significar es que los despidos han recaído sobre empleados con mayor antigüedad o salarios más altos, cuyas indemnizaciones son más elevadas y hacen que la media estadística se dispare, aunque no se trate de un número grande de casos.

Distribución sectorial

Precisamente, el alza más importante, en términos absolutos, se ha registrado en el sector de la industria, donde el coste medio del despido ha ascendido hasta los 21.003 euros frente a los 13.994 del primer trimestre de 2025 (+50%). Este agregado incluye actividades como las industrias extractivas, la manufactura, el suministro de energía y el suministro de agua y gestión de residuos. Ramas del mercado laboral caracterizadas, en general, por contar con niveles salariales superiores a la media del conjunto de la economía, lo que explica que los costes asociados a las indemnizaciones por despido sean también más elevados. En consecuencia, cualquier repunte en los despidos dentro de este ámbito tiene un impacto inmediato y más visible en las estadísticas de coste laboral.

No obstante, la construcción y los servicios tampoco han permanecido ajenos a esta dinámica alcista. El coste medio del despido en la construcción se ha disparado un 61%, al pasar de 2.752 euros en el primer trimestre a 4.434 euros en el segundo. Se trata de un sector donde abundan trabajadores con trayectorias laborales más cortas y con menos años de cotización acumulados, lo que se traduce en indemnizaciones medias más reducidas, pero también muy volátiles.

Por su parte, la rama de los servicios —la más extensa y heterogénea de la economía— también ha registrado un notable aumento. El coste medio de las indemnizaciones ha ascendido hasta los 8.646 euros en el segundo trimestre, un 34,5% más que los 6.430 euros del trimestre precedente. Al englobar actividades tan dispares como la banca, con salarios elevados y plantillas muy estables, y la hostelería, caracterizada por sueldos más bajos y mayor rotación, este sector refleja con especial claridad la diversidad de situaciones laborales que influyen en el importe de las indemnizaciones.

Dentro del amplio abanico de los servicios destaca la educación, en donde el coste medio de las indemnizaciones por despido se ha disparado un 432,4%, desde los 3.539,62 euros en el primer trimestre hasta los 18.892,54 en el segundo. La explicación está en la fuerte estacionalidad del sector; el cierre del curso escolar en junio trae consigo la finalización masiva de contratos de docentes y personal de apoyo. Un fenómeno recurrente cada verano, pero que en 2025 ha golpeado con especial dureza. Solo en junio y julio, la afiliación a la Seguridad Social en educación cayó en más de 184.000 personas —entre asalariados y autónomos—, la mayor destrucción de empleo de toda la serie histórica.

Debate abierto sobre la reforma del despido

La publicación de los datos del INE ha coincidido con un nuevo frente en la agenda laboral. Este martes, los líderes de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, anunciaron una estrategia sindical unitaria para reclamar al Gobierno tres ejes de actuación: una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reducción de la jornada laboral y una reforma del despido.

En materia de despido, tanto CCOO como UGT reclaman una reforma que incremente la protección de los trabajadores, una demanda que también ha llegado al Congreso. Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG han pedido al Gobierno que impulse una ley que eleve las indemnizaciones por despido improcedente, mientras que el PSOE se ha mostrado dispuesto a estudiar cambios. Estas iniciativas se apoyan en la doctrina del Comité Europeo de Derechos Sociales, que ha cuestionado los topes actuales por considerarlos insuficientes para reparar el daño y disuadir al empresario, en línea con la Carta Social Europea.

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