La seguridad alimentaria en los hogares comienza con el lavado de las verduras, uno de los pasos más relevantes que habitualmente descuidamos. Las espinacas y acelgas son verduras sabrosas, ricas en vitaminas y minerales y en fibra, pero son también, de las que pueden acumular más tierra o microorganismos. Lavarlas las verduras adecuadamente previene riesgos para la salud y asegura su frescura y su sabor, además de conseguir una textura ideal en cada preparación.
Desinfectar las espinacas y acelgas de forma correcta
Un proceso para limpiar las espinacas y acelgas correctamente no solo elimina restos de tierra, pesticidas y las posibles bacterias que pueden afectar la salud, sino que gracias a ello las hojas se mantendrán más frescas y su textura resultará más agradable en ensaladas, salteados o cremas. También se evitarán los contaminantes que afectan el contenido de vitaminas y minerales que contienen los vegetales, lo que contribuirá a incrementar el valor nutricional de la dieta diaria.
Consecuencias de una mala limpieza
Una limpieza superficial puede dejar residuos en las hojas o los tallos que pueden originar problemas gastrointestinales o cambios de sabor en platos; también puede provocar el deterioro de las hojas, dejándolas blandas y sin el fuerte color verde que las caracteriza. Realizar una limpieza correcta influye de forma directa en la salud y en la calidad en los platos que preparamos en la cocina.
Lavar espinacas y acelgas paso a paso
El primer paso es ir dejando apartadas las hojas que estén marchitas, amarillentas o deterioradas. En el caso de las acelgas, conviene dividir los tallos de las hojas, porque son más sucios y requieren un enjuague más a fondo. Las espinacas, por el contrario, se pueden lavar en su forma completa, pues sus tallos son tiernos y se desintegran con facilidad en cualquier plato, pero además son fáciles de limpiar.
Técnica de lavado y desinfección
Coloca las hojas dentro de un recipiente grande, bien lleno de agua fría y muévelas lentamente para desprender la tierra. Después, prepara una solución de agua y vinagre blanco -una parte de agua por 2 cucharadas de vinagre blanco -. Introduce las hojas en la mezcla para dejarlas en remojo entre 5 y 10 minutos para eliminar los microorganismos no deseados. A continuación, las enjuagas bien con agua potable para quitar el desinfectante que has utilizado en la solución y las secas bien con papel absorbente. Así conseguirás que el riesgo de contaminación cruzada sea menor y evitar que la seguridad alimentaria en casa se vea alterada.
Conservar tras la desinfección
Una vez limpias, hay que eliminar la humedad de las mismas si no queremos que se deterioren en la nevera; es recomendable guardarlas secas en recipientes herméticos, o en bolsas de cierre con un papel absorbente, o utilizar la centrifugadora de verduras; son estrategias que permiten alargar su tiempo de vida y mantener su textura crujiente durante más tiempo.
Uso inmediato o refrigeración
Si se van a consumir el mismo día que se ha llevado a cabo su limpieza, se pueden dejar en un trapo limpio para que respiren; si se guardan, se deben consumir en un máximo de tres días para que no se pongan malas; se recomienda que se almacenen refrigeradas en la parte más templada de la nevera para que guarden las propiedades y puedan consumirse manteniendo su sabor, textura y valor nutricional.
Lavar y desinfectar espinacas y acelgas se convierte en una necesidad sencilla que marca la diferencia en la seguridad de los alimentos; siguiendo estos simples pasos estas verduras llegan a la mesa libres de contaminantes, frescas y listas para ser integradas en ensaladas, batidos, salteados y todo tipo de recetas caseras.
Te puede interesar
Lo más visto
Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registrado