La Comisión Europea ha aprobado la controvertida modificación del acuerdo comercial con Marruecos que mantendrá la exportación de productos del Sáhara Occidental a pesar de la sentencia  del Tribunal de Justicia de la UE que tumbó hace justo un año los acuerdos agrícola y pesquero por no haber obtenido el consentimiento de la población de la ex colonia española, ocupada por Marruecos desde 1975 y el último territorio pendiente de descolonización de África.

La aprobación ha sido confirmada a El Independiente por fuentes conocedoras de las negociaciones. La modificación, negociada con el régimen alauí durante cinco días en septiembre, fue aprobada este miércoles por el COREPER, el Comité de Representantes Permanentes, el órgano principal que prepara los trabajos del Consejo de la Unión Europea. El ente está integrado por embajadores de cada país miembro, que se encargan de debatir las propuestas de la Comisión Europea antes de que lleguen al Consejo ministerial. Solo queda ya el trámite de la votación de los ministros, que debería producirse antes del 4 de octubre, cuando expira la prórroga del acuerdo agrícola concedida por la justicia comunitaria el año pasado.

Marruecos lo celebra como un refrendo político

El borrador del acuerdo de la Comisión con Marruecos reconoce que “las negociaciones se celebraron del 10 al 15 de septiembre, tras la autorización del Consejo”. El resultado es un proyecto de acuerdo que, según la Comisión, “proporciona una base jurídica para conceder preferencias arancelarias a los productos originarios del Sáhara Occidental”. Organizaciones de derechos humanos y representantes saharauis denuncian que se trata de una maniobra para torpedear los fallos judiciales del 4 de octubre de 2024, que consideraron Marruecos y Sáhara Occidental territorios separados y obligaron a etiquetar como saharauis los tomates y melones procedentes del Sáhara.

Los agricultores europeos también se oponen al nuevo acuerdo, que califican de “competencia desleal”. Sus detractores, además, denuncian el oscurantismo y la rápidez con la que se ha procedido a votar el acuerdo. “Lo que es sorprendente es que el borrador del acuerdo aún no está disponible públicamente en el registro del Consejo o de la Comisión. Por lo tanto, el público no sabe sobre qué se está votando”, señala a El Independiente Sara Eyckmans, portavoz de Western Sahara Resource Watch. “Otros asuntos delicados son públicos. La propuesta de suspender las concesiones comerciales a Israel se publicó al día siguiente y ni siquiera hay una fecha de votación a la vista para el Consejo. Es realmente impactante cómo se está llevando a cabo esto con total opacidad”, lamenta.

Entre los nuevos conceptos que propone el texto legal para sortear a la sentencia, figura el término “región de origen” para los productos procedentes del Sáhara Occidental, un concepto que no existe en la legislación comercial de la UE ni en la internacional. El Frente Polisario, considerado por la justicia como el representante legítimo del pueblo saharaui, ya ha advertido de que lanzará una nueva ofensiva judicial.

Por su parte, el ministerio de Exteriores marroquí ha celebrado este jueves la aprobación. En un comunicado, ha asegurado que “se firmará próximamente en Bruselas” y "se aplicará provisionalmente desde el momento de su firma". "El acuerdo confirma la aplicación a las Provincias del Sur [como denomina Marruecos al Sáhara Occidental] de las tarifas preferenciales otorgadas por la UE en virtud del Acuerdo de Asociación con Marruecos”, apunta la diplomacia marroquí, que insiste que en virtud del texto "las condiciones de acceso al mercado europeo de los productos del Norte se aplicarán a los productos del Sáhara marroquí". En otro desafío a la propia sentencia judicial, la UE y Marruecos han pactado que en el etiquetado no figure el Sáhara Occidental sino "las regiones de producción en el Sur del Reino: Laayún-Sakia El Hamra y Dajla-Ued Eddahab".

La UE y Marruecos han pactado que en el etiquetado no figure el Sáhara Occidental sino "las regiones de producción en el Sur del Reino: Laayún-Sakia El Hamra y Dajla-Ued Eddahab"

“Por supuesto, este no es un acuerdo político, sino un acuerdo sectorial, comercial y operativo. Sin embargo, envía señales fuertes y claras”, ha declarado Naser Burita, el ministro de Exteriores. A su juicio, "el texto recuerda la posición formulada por la Unión Europa en 2019 sobre la cuestión del Sáhara marroquí, en la que la UE valora positivamente los serios y creíbles esfuerzos de Marruecos". "También se refiere a las posiciones nacionales posteriores de numerosos Estados miembros de la UE, expresando su apoyo a la iniciativa marroquí de autonomía, como parte de la dinámica impulsada por Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista", ha agregado.

Pacto exprés y secreto con Rabat

La modificación del acuerdo, sobre el que el ministro de Agricultura español Luis Planas se mostró a favor pese a la oposición general del sector agrícola nacional, figuraba en la reunión de este miércoles como un punto no sujeto a debate, por lo que se procedió a emitir el voto sin debate. Se espera ahora que los ministros lo aprueben antes del fin de semana.

Según Western Sahara Resource Watch (WSRW), un observatorio con sede en Bruselas, el documento “revela un enfoque totalmente cínico: proclama 'respetar el derecho internacional'  mientras lo socava estructuralmente en la práctica”. El texto es una muestra de “los esfuerzos de la UE por adoptar una prórroga del mismo acuerdo comercial entre la UE y Marruecos que se consideró inaplicable al Sáhara Occidental”. “El documento revela cómo la Comisión está tratando de que se apruebe un nuevo acuerdo comercial para los productos procedentes del territorio ocupado, en violación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de hace un año”, desliza tras recordar que se ignoran diez sentencias consecutivas del TJUE que confirman el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

“Este documento es absolutamente inquietante. La Comisión ha optado por negociar con Marruecos en secreto, excluir a los saharauis e imponer un acuerdo que pisotea la autodeterminación”, afirma  Eyckmans. “Eso no es Estado de derecho, es complicidad en su negación. Exigimos que las instituciones de la UE defiendan los principios más básicos del derecho internacional y los derechos humanos, en lugar de transgredirlos impunemente. Los Estados miembros de la UE deben disponer de tiempo suficiente para oponerse cuando la Comisión intente eludir estas obligaciones”, agrega.

"Ninguneo al Parlamento Europeo"

La modificación busca su entrada en vigor antes del 4 de octubre, evitando al Parlamento Europeo. Un movimiento que ha suscitado críticas de los partidos políticos. En el Congreso de los Diputados español, el Intergrupo Paz y Libertad para el Pueblo Saharaui -boicoteado por PSOE y Vox- pidió esta semana por carta a España que “rechace las maniobras de la Comisión Europea y Marruecos para imponer un nuevo acuerdo comercial que pretende incluir al Sáhara Occidental, un territorio ocupado ilegalmente y sobre el cual Marruecos no posee soberanía ni autoridad administrativa”.  “Cualquier intento de ignorar este principio no solo es una violación flagrante de la legalidad internacional, sino un desprecio deliberado hacia las resoluciones judiciales europeas y hacia el derecho a la autodeterminación reconocido por la ONU”, señala la misiva. “España debe estar en el lado correcto de la historia, defendiendo la justicia, la legalidad internacional y el derecho inalienable del pueblo saharaui a decidir libremente sobre su futuro”, agrega.

La izquierda nórdica también ha censurado el acuerdo. “Es absurdo que la Comisión Europea haya decidido ignorar varias sentencias anteriores que establecen que los acuerdos que la Comisión celebre con Marruecos no pueden referirse al Sáhara Occidental, ocupado ilegalmente. Esto demuestra una falta de respeto abismal, tanto por el derecho internacional como por los pueblos ocupados y por el propio tribunal de la UE”, arguyen.