Hace mucho tiempo de eso. Pero Ana lo recordará siempre. La tinta de este libro no deja lugar a la escapatoria. Lo perpetúa; de hecho. En Gran Vía 29 (Madrid), más de 15 años después, entre la calidez de próximos y ajenos, Ana Garrido, denunciante de la, hasta la fecha, mayor trama de corrupción de la democracia española digiere una ensalada de emociones con aliños dulces y agrios. Presenta junto a Javier Bardón, autor, la novela Ana contra Gürtel (Editorial Alrevés).
Ha llegado a dormir en un coche. Fue acosada y perseguida, sentencia judicial mediante, ‘se exilió’ a Costa Rica... Pero respira. Ahora lo hace en Conil (Cádiz) en busca de un trabajo que le permita de las cenizas echar alas. Arturo González Panero, alias El Alboniguilla, quien fuera alcalde de Boadilla del Monte (Madrid) también respira. Pero desde prisión; donde habrá de pasar 36 años.
La propia Ana ha desarrollado un fino humor, inteligente adarga en tiempos de marejada, y, con cierta socarronería, apunta, para El Independiente, que "creo que hasta algunos condenados se lo están leyendo. Debe estar ‘rulando’ por algunas cárceles de España". Y no pierde ojo de la actualidad, más allá de las prescripciones médicas que le aconsejan desconectar. Por ahí, se atreve a dar su punto de vista sobre posibles similitudes entre la Gürtel y el actual escenario del PSOE.
Sea como fuere, Ana Garrido, con la obra, culmina un proceso. Una senda que ha aventado comportamientos tan reprobables como asentados. En esta novela se condensa su legado. Ya lo cantaba la francesa Anne Sylvestre; "écrire pour ne pas mourir". Escribir para no morir.
Las próximas paradas serán el 9 de octubre en la Casa del Libro de La Rambla de Cataluña y el 14 en el Teatro del Barrio en Madrid.
Pregunta: ¿Quién es ahora Ana Garrido?
Respuesta: Una mujer de 59 años, con una vida muy curtida y, que tras pasar muchos años de lucha, debido a sus principios éticos, necesita cerrar un ciclo por motivos de salud. Por eso, a estas alturas está en búsqueda activa de empleo. Para lograr una estabilidad.
P: ¿Ha merecido la pena toda la lucha que se relata en las páginas de ‘Ana contra Gürtel’?
R: Sí, pero el coste y el desgaste emocional, económico y psicológico ha sido demasiado alto. Quizás porque no paré tras denunciar, sino que me convertí en una activista anticorrupción cuyo objetivo era luchar por una directiva europea y una legislación, para que nadie tuviera que vivir una muerte civil, como hicieron conmigo.
P: El Supremo sentenció que fuiste acosada en el Ayuntamiento de Boadilla, ¿es una suerte de medalla?
R: Sólo sirvió para demostrar que yo decía la verdad. La verdadera medalla habría sido que denunciar corrupción no tuviera consecuencias. No sufrir acoso laboral ni verme inmersa en un montón de pleitos o tener que renunciar a mi puesto de trabajo.
P: ¿Cuáles fueron esas espitas que horadaron tu atención para comenzar con el dossier?
R: ¡Más que espitas, yo creo que eran letreros luminosos! Todo el mundo sabía lo que se estaba cocinando en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte. Es algo que comentábamos entre los técnicos de cualquier concejalía.
En mi caso, me negaba a realizar o firmar adjudicaciones ilegales, no aceptaba prebendas y hacía mi trabajo con la misma rigurosidad que lo llevaba haciendo durante 20 años.
A raíz de esto, me degradaron profesionalmente, me humillaron cambiándome de despacho… Entré en una depresión hasta que un día, estando de baja, pensé: si yo he hecho lo correcto y mi alcalde es un chorizo, aquí hay que invertir los roles.
Así comencé un trabajo de investigación y elaboré el famoso dossier que hice llegar a la Fiscalía Anticorrupción mediante un intermediario para preservar mi anonimato. Pero éste fue el primero en venderme, contándoselo a Esperanza Aguirre.
Esperanza Aguirre y González Terol (sucesor de Panero) son los dos seres más despreciables que he conocido en mi vida
P: Aguirre afirmó que ella destapó la Gürtel...
R: Ella y González Terol (sucesor de Panero) son los dos seres más despreciables que he conocido en mi vida. Para que una persona tenga comportamientos tan crueles respecto a un ser humano está claro que hay una disociación cognitiva o una distorsión de la realidad.
P: ¿Cuál fue tu rol para espolear la trama Gürtel ?
R: Cuando entregué el dossier ya era consciente de que afectaba a varios municipios en los que estaban implicados importantes empresarios. También me puse en contacto con la UDEF y comencé a colaborar con ellos en acciones muy concretas, que desvelo en el libro.
P: El Gobierno cayó por esta trama y González Panero pasa sus días entre rejas. 36 años concretamente le cayeron. ¿Esto cura?
R: Fui a Madrid expresamente de oyente al juicio de la pieza separada de Boadilla del Monte. Fue sorprendente, después de haberlos visto con esa actitud tan prepotente en el ayuntamiento, comprobar en ese momento cómo se ‘disfrazaban’ de corderitos en sus declaraciones ante la fiscal. No cura, sólo me ratificó que mi esfuerzo había servido para algo llamado justicia…
La Gürtel y el PSOE actual
P: ¿Ves un paralelismo entre la Gürtel y todo lo que estamos conociendo del PSOE?
R: A priori sí veo roles o similitudes que coinciden: un conseguidor, un juez que parece que va por libre, posiblemente políticos y empresarios que se han podido lucrar… Sobre va y sobre viene. Pero yo creo en la presunción de inocencia; veremos… Aún me falta información.
P: Hay una cosa que tras asistir a la presentación y leer el libro me queda clara. Estos corruptos no son El Lazarillo de Tormes. El pobre Lázaro sobrevivía a duras penas y engañaba a un ciego que lo maltrataba. Ellos se servían de lo público para sus placeres privados. ¿Basta ya de esta analogía de la picaresca en España, no?
R: Coincido contigo en que la corrupción actual en España es fruto de políticos, empresarios y funcionarios que ya suelen tener cierto estatus económico y no poseen escrúpulos para llevarse millones de euros que cubrirían las necesidades que tenemos los ciudadanos y que pagamos con nuestro dinero.
Lamento decir que, a día de hoy en España, no hay garantías suficientes para los denunciantes de corrupción
P: ¿Hay garantías en España para los denunciantes de corrupción?
R: Lamento decir que, a día de hoy, no hay garantías suficientes para los denunciantes de corrupción. Si bien es cierto que se ha dado un primer paso a nivel legislativo, todavía queda mucho por hacer para que un denunciante de corrupción denuncie sin que se le trunque la vida. Depende mucho de cómo sea el Código Ético y el Sistema de información de la entidad para la que trabaja. Da igual que sea pública o privada.
P: Hablemos del autor, Javier Bardón. ¿Cómo os conocéis y por qué él?
R: Ya había recibido ofertas de varios escritores de renombre y de confianza, pero yo no estaba preparada para contar situaciones que me causaban mucho dolor emocional.
Pero un día me llamó Javier Bardón y accedí a quedar con él porque teníamos una amiga en común. El factor más importante es que él es psicólogo y sabe cómo abordar mis momentos duros, respetando mis tiempos.
P: ¿Qué te dirían hoy tus padres?
R: Se sentirían muy orgullosos de mí. Ellos son los que me han inculcado los valores en los que creo.
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