El expresidente boliviano Evo Morales ha cuestionado la posible presencia del rey Felipe VI en la toma de posesión de Rodrigo Paz Pereira, prevista para el 8 de noviembre, y ha sostenido que el monarca acudiría para "reconocer al primer presidente español", en alusión al lugar de nacimiento del mandatario electo.

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En su programa dominical en la radio Kawsachun Coca, Morales ha reiterado su rechazo a las monarquías y ha señalado que, a su juicio, la visita tendría una carga simbólica que "no corresponde" a la historia política de Bolivia. También ha acusado a Paz de no haber destacado su origen gallego en su trayectoria pública, afirmando que "la política no se hace con mentiras".

"Yo no comparto con monarquías, se respeta su monarquía en España, pero que no traigan monarquía a a Bolivia, a Latinoamérica. Esa llamada Cumbre de jefes de Estado de Iberoamérica debería eliminarse", manifestó el exgobernante.

Felipe VI no irá a Bolivia

Lo cierto es que el ataque de Morales es especialmente gratuito, dado que Felipe VI no acudirá a la toma de posesión de Paz: no está en su agenda y es prácticamente imposible de encajar. Los reyes inician visita oficial a China el próximo 9 de noviembre, y el día 7 el rey visita la Unidad de Formación y Doctrina del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y el buque Duque de Ahumada en Cádiz.

Rodrigo Paz ha recibido felicitaciones tanto de él como del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras su victoria en la segunda vuelta del 19 de octubre. Cuando el rey Felipe VI era príncipe, asistió a dos investiduras del exmandatario boliviano, en 2006 y 2010. No estuvo presente en su tercera toma de posesión en 2015, pero sí asistió a la toma de juramento del presidente saliente, Luis Arce, en 2020.

Paz, con la mano tendida

Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, ganó la segunda vuelta con el 54,61 % de los votos frente al 45,39 % obtenido por Jorge Tuto Quiroga, poniendo fin a dos décadas de gobiernos del Movimiento al Socialismo. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, nació en Santiago de Compostela en 1967, durante el exilio de sus padres, y ha reconocido en entrevistas recientes un vínculo "especial" con Galicia.

Paz ha planteado como prioridades de su mandato la apertura internacional, la reconstrucción de la confianza interna y el abordaje de la crisis económica, marcada por la escasez de divisas y combustibles. Ha afirmado que su Gobierno trabajará con "las manos extendidas hacia dentro y hacia fuera" para buscar acuerdos con los distintos sectores políticos y sociales.

El presidente saliente, Luis Arce, ha asegurado que su Administración está lista para una transición ordenada. Morales, por su parte, ha considerado el resultado una derrota para sus adversarios, aunque ha reiterado que el proceso no ha sido legítimo por su exclusión como candidato.

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