Un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado Boulder ha documentado el retroceso más rápido registrado de un glaciar en la historia moderna. Se trata del glaciar Hektoria, situado en la Península Oriental de la Antártida, que en apenas dos meses en 2023 perdió cerca del 50% de su masa, desintegrándose de manera inédita. 

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El trabajo, publicado hoy en la revista Nature Geoscience, revela que Hektoria perdió ocho kilómetros de hielo en tan solo dos meses, una velocidad sin precedentes en nuestra historia reciente. Los investigadores descubrieron anteriormente que, hace entre 15.000 y 19.000 años, los glaciares antárticos con llanuras de hielo retrocedían cientos de metros por día, y esto ayudó al equipo a comprender mejor el rápido retroceso de Hektoria. La causa principal fue la particular geografía bajo el glaciar: el lecho rocoso plano permitió que, al adelgazar, el bloque helado flotara repentinamente, desencadenando un proceso de fractura masiva conocido en glaciología como calving.

“Cuando sobrevolamos Hektoria a principios de 2024, no podía creer la inmensidad de la zona colapsada”, explica Naomi Ochwat, investigadora principal y asociada postdoctoral en CIRES y la Universidad de Colorado Boulder. “Había visto el fiordo y las montañas características en imágenes de satélite, pero estar ahí en persona me llenó de asombro ante lo sucedido”.

Ochwat y su equipo activaron las alertas al analizar imágenes satelitales en las que Hektoria desaparecía prácticamente en cuestión de semanas. “Si hubiéramos dispuesto de solo una imagen cada tres meses, quizá no podríamos decir que el glaciar perdió dos kilómetros y medio en apenas dos días. Gracias a la combinación de diferentes satélites, podemos confirmar cuán rápido perdió hielo”, añade Ochwat.

El glaciar Hektoria es de dimensiones modestas -unos 298 kilómetros cuadrados, como el área urbana de Castellón de la Plana-, pero preocupa a los científicos. “La retirada de Hektoria es un shock, este tipo de colapso relámpago replantea lo que es posible en otros grandes glaciares del continente”, advierte Scambos. “Si las mismas condiciones se dan en otras zonas, el ascenso del nivel del mar podría acelerarse dramáticamente”.

El estudio ahonda en la naturaleza de los glaciares de marea, aquellos que se apoyan en el fondo marino y terminan en el océano, generando témpanos de manera natural. Pero no todos tienen el mismo destino: la topografía varía entre cañones profundos, montañas subterráneas y grandes llanuras heladas.

Imagen del glaciar Hektoria.

Justamente la existencia de una llanura de hielo bajo Hektoria facilitó que una gran fracción del glaciar se desprendiera y quedara a flote, expuesto a las fuerzas oceánicas que abrieron grietas desde la base y la superficie, destruyendo el frente glaciar. Las topografías de llanuras de hielo se han detectado en numerosos glaciares de la Antártida, y la investigación sobre Hektoria ayudará a los científicos a anticipar y predecir potenciales retiradas rápidas en todo el continente.

Mediante la combinación de observaciones por satélite y el uso de instrumentos sísmicos, el equipo confirmó la presencia de terremotos glaciares durante el periodo de rápida retirada, probando que el glaciar estaba anclado a una llanura rocosa bajo el nivel del mar.

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