Dentro de la oleada de autores vascos de novelas de suspense Maite Ochotorena se ha especializado en los ecothriller, así llamados por la temática medioambiental que tienen de fondo sus últimas obras. Pero su nueva novela -Un desierto de hielo (Planeta)- podría considerarse euskandinava, aunque no desarrolla su trama principal en el País Vasco, nada podría responder mejor a ese concepto cuando los protagonistas de sus páginas son vascos y noruegos.

Un desierto de hielo es un thriller ambientado en la Antártida, un lugar inhóspito y que es precisamente un entorno escogido por los científicos para estudiar la vida. La novela transcurre en una base científica noruega que está en pleno corazón de la Antártida que se convierte en una auténtica ratonera”, explica Ochotorena a El Independiente. “Es una novela de límites que lleva a los personajes a situaciones desquiciantes, al límite de la locura y si no, que se lo cuentan los protagonistas, que son Mikel y Erika”, añade.

La base noruega de su novela no existe, aunque se documentó para escribir el libro con información de bases científicas reales instaladas en la Antártida. “Escogí que fuera una base de Noruega, porque este país tiene la controversia de que por una parte está defendiendo a muerte la lucha contra el cambio climático, pero por otro es un país exponente en la exportación de petróleo, de gas y todo eso que estamos queriendo dejar atrás. Están buscando abrir nuevas bases petrolíferas y haciendo prospecciones en el Ártico. Esa contradicción me dio pie a que fueran ellos los protagonistas”, asegura la escritora.

Maite Ochotorena.
Maite Ochotorena. Carlos Ruiz B.k.

Lucha por la vida

Ochotorena establece un paralelismo entre la milagrosa existencia de vida en el continente helado y la lucha de los protagonistas por sobrevivir.  “Ahora sabemos que debajo del hielo en la Antártida hay muchísima más vida de lo que se pensaba, hay lugares donde no llega la luz del sol nunca y no se explica cómo puede ser”. 

El mensaje medioambientalista está bien, pero lo que es una novela desquiciante, de límites

En una tercera capa de esa lucha por la vida presente en su novela se encuentra el mensaje contra el extractivismo que se introduce en la trama. La autora recuerda que el continente tiene una protección temporal contra la explotación minera, el Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente. “Aparece la avaricia y la explotación de recursos. Porque en la Antártida está la investigación; bajo el hielo hay cientos de metros de hielo que nos permite hacer una lectura de nuestro planeta desde hace muchos años. Es muy importante para comprender cómo podemos enfrentar el futuro, cómo podemos proteger mejor. Y luego está el extractivismo que si se introduce en lugares donde todavía la investigación no ha llegado a obtener respuestas y se introduce antes de obtenerlas se pierde”, afirma. Con todo recalca que su novela es un thriller. “El mensaje medioambientalista está bien, pero lo que es una novela desquiciante, de límites”.

Ochotorena que antes de dedicarse plenamente a la escritura, trabajó en el mundo de los videojuegos, disfruta del éxito de la serie The Last of us basada en un videojuego. “Se pone de relieve algo que durante mucho tiempo se menospreciaba y se tenía como un género menor. Los videojuegos no son sólo violencia y acción pura y dura, hay muchos videojuegos que tienen auténticas historias detrás muy, muy trabajadas”, defiende.

un helicóptero lleva alimente al campamento de Greeenpeace

En la Antártida hay importantes reservas de petróleo y minerales. Para evitar que se explotara las organizaciones ecologistas y científicos de todo el mundo se movilizaron para evitarlo. Greenpeace estableció una base en la Antártida con el objetivo de que fuera preservado de las reclamaciones nacionales y declarado un bien común de todos los países. En 1991 el Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente, fue firmado en Madrid aseguró la preservación del continente de explotación hasta 2048.