Atresmedia y Mediaset recibieron en 2019 la mayor multa de su historia. Fue de 38,2 millones de euros por parte de la primera y de 38,9 millones de la la segunda; y se debió a las políticas de comercialización de la publicidad en sus diferentes canales, que perjudicaron a los pequeños competidores del mercado, según concluyó la entidad sancionadora, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

PUBLICIDAD

Las dos empresas recurrieron la sanción ante la Audiencia Nacional. Es decir, iniciaron la larga ruta judicial que emprenden diversas empresas sancionadas, que tiene una primera parada en este tribunal y una segunda en el Supremo. En este caso, impugnaron también el procedimiento que había seguido la propia CNMC, al considerar que durante la tramitación de sendos expedientes se produjo una situación de indefensión para estas empresas.

Atresmedia denunció que el organismo de competencia le impidió presentar una segunda propuesta de compromisos, después de haber rechazado la primera. Cabe explicar, en este sentido, que la ley permite en estos casos negociar un procedimiento de terminación convencional a través de los cuales las empresas renuncian a realizar determinadas prácticas y asumen, para ello, una serie de condiciones vinculantes, a cambio de poner fin al expediente.

Este último se puede reabrir en el caso de que, durante el período de vigilancia, por parte de la CNMC, se detecte que la empresa que adquirió los compromisos no ha cumplido todas o alguno de ellos.

¿Qué sucedió con Atresmedia? Que existió una discrepancia con la autoridad audiovisual -entonces dirigida por José María Marín Quemada- durante la negociación de la terminación convencional y la dueña de Antena 3 y LaSexta consideró que se habían vulnerado los derechos.

La Audiencia Nacional ha desestimado su recurso porque no considera que esa situación se produjese. A partir de ahora, deberá decidir si las prácticas restrictivas de la competencia que probó la CNMC se produjeron o si, por el contrario, anula o reduce la multa multimillonaria que recibió.

Éxito de Mediaset

La situación de Mediaset es diferente, dado que el tribunal ha aceptado su argumento de que, durante el procedimiento, sufrió indefensión durante la negociación de la 'terminación convencional'.

Por esta razón, ha ordenado que la CNMC retrotraiga el expediente, conceda audiencia y dicte una nueva resolución, según se expresa en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico.

Se da la circunstancia de que la actual presidenta del organismo, Cani Fernández, formó parte el equipo de asesoramiento legal de Cuatrecasas mientras Mediaset se defendía del expediente sancionador abierto por la CNMC. Ante esta situación, al ser propuesta para comandar el regulador, afirmó que se abstendría de cualquier decisión que tuviera un nexo común con su pasado profesional.

Fuentes que formaron parte de la Comisión durante la tramitación de este asunto recuerdan la polvareda interna y externa que levantó; y las presiones que sufrió el organismo, que incluso llegó a debatir, en su Pleno, las inconvenientes filtraciones de información que se produjeron durante el procedimiento.

El sector televisivo nacional se revolvió y se dividió entre sus dos principales empresas y las pequeñas del sector, comandadas por Blas Herrero y las cuales incluso llegaron a asociarse para intentar revertir la situación que se vivía en el sector audiovisual, en el que Atresmedia y Mediaset copaban el 85% de la cuota de mercado con algo menos del 50% de la audiencia.

Al final, eso derivó en el citado expediente de la CNMC, que se cerró a finales de 2019 con multas que sumaban 77,1 millones de euros. El Pleno del organismo se dividió y se enfrentó por esta cuestión.

Fuentes oficiales de las dos empresas han declinado hacer comentarios sobre estas decisiones judiciales.

PUBLICIDAD