Zbigniew Ziobro ha pasado de ser ministro de Justicia a estar en busca y captura. La Fiscalía de Polonia ha pedido prisión preventiva para Ziobro por cargos que le relacionan con la creación y dirección de organización criminal. El ex ministro de Justicia se niega a comparecer en Polonia y se encuentra en Hungría, donde su primer ministro, Viktor Orbán, le ve como víctima de una "caza de brujas". Ya dio asilo a su número dos, Marcin Romanowski. Como Carles Puigdemont, el líder de Junts, se ha refugiado en un país de la UE para hacer caso omiso de la justicia de otro país de la UE. Si Ziobro no comparece, se podrán en marcha la orden de detención europea.
En el caso de Ziobro no se trata de que reclame la independencia de parte de Polonia, sino que se niega a someterse a la Justicia de su país, una vez que ya no es él quien está al mando. Ziobro como ministro de Justicia durante diez años de los que estuvo el partido Ley y Justicia (PiS) en el poder fue responsable del desmantelamiento del estado de Derecho.
Entre otros cargos, se le acusa de haber utilizado unos 150 millones de zlotys (35 millones de euros) partidas del Fondo de Justicia, dedicado a las víctimas de delitos, para financiar el sistema Pegasus para espiar a empresarios, políticos y periodistas contrarios a sus ideas nacionalpopulistas. También está acusado de "abusar de sus poderes para obtener beneficios políticos y personales", así como "obligar a sus subordinados a delinquir". En total podría ser condenado a 25 años de prisión.
Direcciones en Bruselas y Budapest
El viernes pasado el Parlamento polaco (Sejm) aprobó que se levantara su inmunidad. "No dejaré que nadie me silencie", dijo el ex ministro de Justicia tras conocer la decisión. Ziobro sigue siendo diputado, aunque no tiene domicilio en Polonia desde hace meses. Una de sus direcciones está en Bruselas, donde se instaló desde hace más de un año. Su esposa trabaja en el Parlamento Europeo. Tras dejar el gobierno, en diciembre de 2023, Ziobro dijo que había enfermado de un cáncer de esófago y se estuvo tratado en Bélgica. Todo indica que se ha recuperado, pero la Fiscalía lo primero que indica es que se someta a exámenes médicos.
Desde finales de octubre tiene otra dirección en Budapest. Allí llegó justo el día antes de que se iniciara el procedimiento en el Sejm llegó a la capital húngara "por una cita prevista con anterioridad". Dijo que quería ver amigos y explicarles cómo el Gobierno polaco violaba las leyes polacas.
Desde que llegó al poder la coalición encabezada por el liberal Donald Tusk, la lucha por construir todo lo desmantelado en la administración de Justicia está siendo titánica. Los desmanes de Ziobro llevaron a Polonia a perder el acceso a los fondos europeos, que finalmente pudo recuperar al asegurar el nuevo gobierno su voluntad de acabar con la manipulación de la Justicia.
La defensa de Ziobro asegura que el ex ministro no se esconde y está dispuesto a declarar bien en Bruselas o en Budapest, pero la Fiscalía exige que sea en Polonia. En una entrevista en Polsat, Ziobro afirmaba el miércoles que volvería a Polonia "cuando se restaure el estado de Derecho". Acusó al primer ministro, Donald Tusk, de cometer crimen tras crimen.
Conocido como 'el sheriff'
Ziobro alcanzó gran popularidad debido a su participación en la primera comisión parlamentaria de investigación sobre el caso Rywin. Redactó un informe que atribuía la responsabilidad de las irregularidades relacionadas con la modificación de la Ley de Radiodifusión al denominado "grupo de poder", encabezado por el entonces primer ministro Leszek Miller. Ya en ese momento, a Ziobro se le empezó a llamar "el sheriff" – debido a su forma característica de caminar y a su tendencia a aplicar soluciones legales simples y radicales.
Nacido en Cracovia en 1970, se graduó de la Facultad de Derecho y Administración de la Universidad Jaguelónica en 1994. Después de graduarse, completó una pasantía de fiscal en la Fiscalía del Distrito de Katowice y aprobó el examen de fiscal en 1997.
En los primeros años del gobierno del partido Ley y Justicia (2005-2007), Ziobro fue una figura política clave dentro del partido. Ocupó los cargos de ministro de Justicia y Fiscal General en los gobiernos de Kazimierz Marcinkiewicz y Jarosław Kaczyński. Era un estrecho colaborador de su hermano, Lech, quien falleció cuando era presidente del país el 10 de abril de 2010 en un accidente de avión en Smolensk. Se dirigía, con gran parte de la élite política y militar polaca, a conmemorar la masacre de Katyn. La historia se repetía de una forma que muchos no quisieron ver fruto del azar.
En diciembre de 2021, la agencia AP reveló que el abogado Roman Giertych, la fiscal Ewa Wrzosek y el senador Krzysztof Brejza estaban siendo espiados mediante el software espía Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group. Así se inició una investigación sobre el uso indebido de Pegasus, que posteriormente fue adquirido por el Fondo de Justicia, bajo la supervisión del ministerio de Ziobro.
El caso fue investigado por una comisión especial del Senado y, en la actual legislatura del Sejm, por una comisión investigadora designada para tal fin, que citó a Ziobro a declarar en varias ocasiones tras su mejoría de salud. Ziobro se negó a comparecer, alegando la sentencia del Tribunal Constitucional de septiembre de 2024 que declaraba inconstitucional la resolución que establecía la comisión.
Fue detenido por la policía en dos ocasiones: en enero de 2025 pero no fue interrogado, pero sí lo fue en septiembre de 2025. Ziobro argumentó que su adjunto, Michał Woś, había tomado la decisión correcta al aprobar la compra del Pegasus al Fondo de Justicia, y que el programa en sí había permitido, entre otras cosas, descubrir prácticas delictivas de individuos como Sławomir Nowak y Roman Giertych.También explicó que el sistema Pegasus era utilizado por muchos países democráticos de Europa para combatir la delincuencia.
Responsabilidad política y penal
El viceprimer ministro y ministro de Defensa Nacional, Władysław Kosiniak-Kamysz, sostiene que el exministro de Justicia y exfiscal general Zbigniew Ziobro "tarde o temprano se enfrentará al sistema judicial polaco". Según Kosiniak-Kamysz, la responsabilidad de Ziobro es tanto política como penal.
En su opinión, "Zbigniew Ziobro, como ministro de Justicia, creó un sistema que funcionó muy mal para la justicia; la destruyó... La devastación de los tribunales, las demoras, el abuso de la prisión preventiva: todo esto viene ocurriendo desde 2015. Esto es responsabilidad política".
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