La borrasca Claudia, que estos días ha dejado un marcado episodio de inestabilidad en buena parte del país, comienza a retirarse de la Península Ibérica. El sistema, catalogado por la AEMET como un fenómeno de impacto significativo, ha distribuido lluvias abundantes, fuertes rachas de viento y un ambiente muy revuelto. Su retirada, sin embargo, no traerá una mejoría estable: la llegada de una masa de aire muy frío provocará un descenso térmico excepcional para mediados de noviembre.

PUBLICIDAD

Los últimos efectos de Claudia: lluvias persistentes y cielos cubiertos

Tras un fin de semana meteorológicamente complejo, Claudia se encuentra ya en su fase final. Las precipitaciones más intensas se han registrado en zonas del suroeste peninsular, donde los chubascos han venido acompañados en ocasiones de actividad tormentosa y acumulados significativos. En el entorno del Estrecho, las autoridades han pedido cautela debido a la intensidad de algunas lluvias.

En el norte, la sucesión de frentes atlánticos asociada al flujo húmedo ha mantenido los cielos muy nubosos y las precipitaciones, sobre todo en Galicia, la cornisa cantábrica y áreas de montaña del noreste. Aunque la inestabilidad tenderá a disminuir, la atmósfera seguirá alterada al menos durante el comienzo de la semana.

Canarias continúa bajo los efectos del temporal atlántico

El archipiélago canario también ha sentido con fuerza la influencia del sistema. La AEMET ha mantenido avisos por lluvias y viento en diferentes islas, especialmente en las de mayor relieve. Los chubascos, localmente intensos en los sectores norte, se han combinado con un viento persistente de componente norte que ha generado un notable oleaje en zonas costeras.

Aunque la situación irá mejorando paulatinamente, aún se esperan intervalos nubosos y lluvias dispersas en las primeras jornadas de la semana.

Martes clave: irrupción de aire muy frío y descenso acusado de temperaturas

Con Claudia ya alejándose, España se prepara para un episodio meteorológico que la AEMET califica como clave: la entrada de una masa de aire muy frío, que comenzará a notarse con claridad a partir del martes 18 de noviembre.

El organismo prevé un bajón térmico progresivo y generalizado. En numerosas zonas del interior, las temperaturas máximas quedarán muy por debajo de lo habitual para estas fechas. Además, aumentarán las heladas nocturnas en áreas de meseta, regiones del norte y zonas de montaña. Este episodio frío resulta llamativo no solo por su intensidad, sino por su anticipación respecto a lo que suele ser habitual en el calendario climatológico. Se esperan nevadas en zonas montañosas del norte de España, principalmente en los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, debido a la irrupción de una masa de aire frío de origen polar.

Lluvias residuales en el norte tras la retirada de Claudia

Una vez la borrasca pierda influencia, las precipitaciones remitirán en buena parte del país. No obstante, la entrada de nuevos frentes atlánticos mantendrá las lluvias en el extremo norte. Galicia, el Cantábrico y áreas del alto Ebro seguirán registrando chubascos periódicos debido al flujo de noroeste.

Baleares también podría recibir precipitaciones puntuales derivadas de la inestabilidad remanente.

Recomendaciones y avisos ante el nuevo escenario meteorológico

Los servicios de emergencia y la AEMET insisten en la importancia de mantener la prudencia, especialmente en aquellas regiones donde las lluvias recientes han sido más intensas. Los episodios de precipitación persistente elevan el riesgo de inundaciones locales, desbordamientos en cauces menores y acumulaciones peligrosas en áreas urbanas.

La bajada de temperaturas prevista para los próximos días también obliga a prestar atención a la posible formación de placas de hielo en carreteras, sobre todo en zonas de interior y montaña, donde las heladas serán más probables.

Un invierno adelantado: un cambio brusco y precoz

El nuevo panorama meteorológico supondrá una transición abrupta entre los restos del temporal atlántico y un ambiente plenamente invernal. Con un descenso térmico confirmado por la AEMET, un aumento previsible de las heladas y una sensación térmica claramente más fría, España afronta uno de los primeros episodios de frío intenso de la temporada.

Este escenario, que llega antes de lo habitual, apunta a un anticipo invernal marcado y contundente. Tras la retirada definitiva de Claudia, el otoño cederá temporalmente su protagonismo a un frío prematuro que se instalará en los próximos días.

PUBLICIDAD