José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a situarse en el centro del foco mediático. Tras ser recuperado hace años por Pedro Sánchez como una figura clave dentro de su estructura de poder, el nombre del expresidente del Gobierno ha reaparecido con frecuencia en los medios de comunicación en los últimos tiempos. En algunos casos por razones estrictamente políticas, pero en otros por su vinculación todavía indirecta con causas judiciales que afectan al PSOE y en las que su figura comienza a sobrevolar con mayor insistencia.
La detención, el jueves de la semana pasada, por parte de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional del presidente de Plus Ultra, Julio Martínez, y de su director ejecutivo, Roberto Rosellini —una aerolínea con estrechos vínculos empresariales con Venezuela— volvió a colocar a Zapatero en el centro de la polémica, que el pasado viernes, preguntado por la detención de la cúpula de Plus Ultra, aseguró que el asunto no le preocupa ni le afecta.
El expresidente fue, supuestamente, uno de los principales valedores del rescate de 53 millones de euros que el Gobierno aprobó para la compañía en 2021 tras el impacto de la pandemia, al defender su carácter estratégico para España. La operación, sin embargo, estuvo rodeada de polémica, ya que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) autorizó la ayuda a una aerolínea que contaba con un solo avión y que en 2019 representó apenas el 0,03% del tráfico aéreo español.
Ahora, su vínculo con el país sudamericano está siendo utilizado por los principales implicados en la pieza central del 'caso Koldo' —el exministro de Transportes José Luis Ábalos, su exasesor Koldo García y el empresario Víctor de Aldama— para apuntar a un posible papel relevante del expresidente en algunos de los episodios de corrupción que acechan al PSOE. El primero sostiene que Zapatero le presionó para facilitar el rescate de la aerolínea, versión que también ha respaldado Aldama, quien llegó a afirmar que trasladó al expresidente en su avión privado desde Caracas hasta Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Koldo ha ido aún más lejos. En declaraciones a OkDiario, respondió afirmativamente cuando se le preguntó si Zapatero se ha hecho millonario en Venezuela gracias a negocios en el país, citando a personas cercanas al Gobierno de Nicolás Maduro y mencionando supuestos intereses en "petróleo, recursos naturales y oro". Cabe recordar que el embajador en el país sudamericano en la época de Zapatero, Raul Modoro, admitió que cometió un delito de fraude fiscal al confesar que cobró de la petrolera estatal PDVSA mediante operaciones simuladas a cambio de asesorías ficticias millonarias.
Las relaciones de Zapatero con Venezuela son públicas y notorias. En los últimos años se ha reunido en varias ocasiones con el presidente Maduro y con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Una de ellas tuvo lugar días después del episodio conocido como Delcygate, en el que la mandataria aterrizó en Barajas cuando tenía prohibida la entrada en Europa, y Pedro Sánchez envió a Ábalos a reunirse con ella para explicarle que no podía permanecer en España.
Aquella madrugada del 20 de enero de 2020, Rodríguez mostró su sorpresa ante los problemas que se le plantearon a su llegada, puesto que afirmó llegar invitada por Zapatero. Aldama, que según detalló en un informe del 'caso Koldo' la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil fue quien organizó ese encuentro, también acudió a Barajas, puesto que igualmente mantenía relaciones fluídas con Rodríguez y empresarios de su entorno. El Instituto Armado expuso que el empresario negoció con Delcy la compra de 104 barras de oro del Fondo de Desarrollo Nacional de Venezuela.
Plus Ultra y el socio de Zapatero
La Fiscalía Anticorrupción cree que Plus Ultra incurrió en un delito de blanqueo de capitales al destinar parte de los fondos públicos que recibió por el rescate a la devolución de préstamos concedidos por otras sociedades. Además del presidente y el CEO, la UDEF detuvo a un tercer empresario, que es quien sitúa a Zapatero en una posición especialmente comprometida: Julio Martínez Martínez.
Según reveló El Confidencial, éste borró mensajes y correos electrónicos días antes de su detención. Está acusado de colaborar en el blanqueo de fondos procedentes del contrabando de oro y del desvío de ayudas sociales venezolanas a través del entramado societario de Plus Ultra. El Debate, por su parte, publicó que Zapatero se reunió con el empresario tres días antes de su arresto. Aunque estos encuentros eran habituales, su frecuencia se redujo en las últimas semanas previas a la operación policial.
La actividad empresarial de Martínez ha permitido identificar vínculos con el entorno personal y profesional de Zapatero. Una de sus empresas, Análisis Relevante SL, figura como uno de los principales clientes de Whathefav SL, la agencia de comunicación y publicidad propiedad de las hijas del expresidente, Laura y Alba Zapatero.
El objeto social de Análisis Relevante SL incluye "la prestación de servicios de apoyo, asesoría y consultoría en el ámbito de la organización y la gestión empresarial", así como la "elaboración de informes y estudios sobre estrategias, análisis de mercado y marketing".
Por su parte, Whathefav es una firma, según se indica en su descripción, especializada en campañas online, redes sociales y nuevos lenguajes digitales y, durante meses, en su propia página web figuraba que la compañía de Martínez era uno de sus principales clientes. De confirmarse que este empresario participó en el lavado de dinero, una persona implicada en el presunto blanqueo de fondos de la aerolínea realizó pagos a la empresa de las hijas del expresidente del Gobierno.
La operación para ayudar a Plus Ultra ha vuelto a la órbita judicial después de que, en 2024, la Audiencia Nacional rechazara investigarlo al considerar que no era competente. Previamente, la Audiencia de Madrid había archivado la causa por un error procesal. La Fiscalía Anticorrupción defendía que las ayudas públicas se utilizaron para devolver préstamos concedidos por sociedades integradas en una presunta organización criminal asentada en Francia, Suiza y España.
Fueron las solicitudes de cooperación procedentes de estos países las que reactivaron la causa. Sin embargo, la Audiencia Nacional argumentó que ese rescate ya fue objeto de diligencias en un juzgado de Madrid. Además, concluyó que, al centrarse la denuncia en posibles operaciones de blanqueo y no acreditarse de forma clara delitos propios de su ámbito competencial, la causa debía recaer, en su caso, en los juzgados ordinarios territorialmente competentes.
Cualquier información nueva sobre Plus Ultra debía remitirse al juzgado que ya conoció de la ayuda pública, como así ha ocurrido, puesto que las detenciones y el registro de la sede de la empresa por parte de la UDEF estuvieron dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, tras presentar denuncia de la Fiscalía. Por el momento, la causa permanece bajo secreto.
El 'caso Fontanera'
En paralelo, la asociación Hazte Oír solicitó este lunes al juez Arturo Zamarriego, que instruye en los juzgados de Madrid el denominado 'caso Fontanera' —distinto de la causa recientemente abierta en la Audiencia Nacional— que impute al PSOE y, además, cite como testigo a Rodríguez Zapatero.
En esta investigación se analiza si la conocida como 'fontanera del PSOE', Leire Díez, ofreció sobornos a los fiscales anticorrupción José Grinda e Ignacio Stampa a cambio de información sobre mandos de la UCO que investigan causas que afectan al partido.
El nombre de Zapatero ha aparecido en dos momentos del procedimiento. Primero, cuando el propio Grinda reconoció en su declaración que le pidió ayuda para poder comparecer en la comisión del Congreso sobre la Operación Cataluña. Y después, en las notas de una reunión entre Díez y el guardia civil Rubén Villalba.
En esas anotaciones, el agente señalaba que un empresario chino conocido como Miguel Duch era "íntimo amigo" de Zapatero. Este nombre apareció vinculado a una investigación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre actividades desarrolladas a nivel internacional por el aparato de espionaje chino. Por encima de todo, Hazte Oír subraya la existencia de una supuesta reunión entre Díez y Zapatero el 3 de junio, que tuvo lugar en la sede de los socialistas en la calle Ferraz. La 'fontanera' ha negado que se produjera dicho encuentro.
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