Las urnas extremeñas dejaron un claro ganador y derrotado este domingo. Mientras que Vox se erigió como vencedor, al duplicar escaños y votos frente a las pérdidas del PP, que pese a todo logra un escaño más, el PSOE sufrió uno de los mayores golpes en democracia. Su resultado en Extremadura es el peor de las siglas en la historia de la región. Si los 28 escaños de 2023 asentaron ya un precedente, los 18 actuales dan un mazazo al proyecto. Hasta tal punto que su candidato y secretario general, Miguel Ángel Gallardo, renunció este lunes por la tarde al liderazgo tras descartarlo en la noche electoral.
Lejos de los resultados en urnas, hay otros datos a señalar de una jornada electoral que será histórica. Por los cambios sociodemográficos que traslada y por abrir la puerta al ciclo electoral que continúa este 2026 con Aragón, Castilla y León y Andalucía como campos de batalla. Hay varias claves.
1. El PP gana terreno perdiendo apoyo
María Guardiola convocó las elecciones de manera anticipada bajo la idea de ganar apoyo en urnas, conseguir la mayoría absoluta e independizarse de Vox. Sin embargo, lejos de capitalizar el declive de los socialistas vio perjudicado sus números. De 236.090 votos, Guardiola bajó este domingo a 228.300 votos. Son 9.000 votos menos. La proporcionalidad permitió a la popular sumar 29 escaños, uno más que en la pasada edición. Los populares apenas crecen en los territorios. Mérida es la ciudad donde aumentan con mayor impulso, de 9.352 a 12.069 votos. Le sigue Arroyo de la Luz, de 914 a 1.258 votos. En el resto de poblaciones, el PP aumenta no más de un centenar de sufragios.

2. Los datos del PSOE: nefastos en las capitales
Más allá de la pérdida de 10 escaños -está por ver si el voto CERA le arrebata otro que dé los 30 a Guardiola y al PP-, los resultados de los socialistas alertan sobre una importante crisis de fuerza en la región en apenas dos años y medio. En las cinco principales ciudades, cede importantes posiciones, más allá del desgaste propio del bipartidismo que ha podido irse comprobando en las últimas ediciones frente a los nuevos partidos. De hecho, en la principal ciudad extremeña pasa a ser tercera fuerza frente a Vox, que le adelanta.
En Badajoz, en 2023, el PSOE logró el 29,47% de los votos. En estas elecciones bajó al 16,61%. Mientras que el PP crece tres puntos hasta el 46,39%, destaca con notoriedad el ascenso de Vox, del 12,36% al 20,79%. Cuatro puntos creció Unidas por Extremadura para sobrepasar los 11 puntos. Otros cuatro subió allí la abstención hasta el 40,85%. La desmovilización del votante socialista y las fugas a la izquierda o en casos puntuales a la derecha beneficiaron a los de Santiago Abascal, que aparentemente adhirieron a otros descontentos con el sistema.
Esos elementos, así como la proporcionalidad de los repartos electorales se replican en Cáceres capital. El PP crece ligeramente hasta los 50 puntos y los socialistas se descalabran del 27,82% al 16,46%. De nuevo más de 10 puntos de voto. Del 9,87% crece Vox al 14,79%. La abstención aquí se mantuvo en el mismo 33%.
En Mérida el desgaste es más profundo. El PSOE pasa de ser primera fuerza con el 42,06% de los sufragios a caer a tercera posición. Hay un claro beneficio del PP aquí, que sube casi 10 puntos al 42,07%. Vox gana siete puntos de voto, hasta los 17,9% y Podemos se refuerza en cinco hasta el 13,89%. La abstención se mantiene en cifras similares a la anterior. En Plasencia el PP mantiene la primera plaza en los mismos términos que en 2023, pero el PSOE se desploma en 10 puntos hasta el 21,25%. Vox incrementa notablemente su presencia, y pisa los talones a los socialistas con el 17,24% desde algo más de los nueve puntos.
En Don Benito esa proximidad de Vox al PSOE es muy destacable. Los socialistas superaron con el 38,9% muy ligeramente al PP. Pero el desplome de Gallardo les ha dejado en la segunda posición, con el 21,92%. Vox crece del 8,55% a los 20,25%. Las fugas a Podemos, que duplica resultados con el 10,32%, y la abstención de la izquierda, que la eleva en general del 31,45% al 37,19%, benefició a Vox.
El PSOE cae notablemente en votos en las principales ciudades extremeñas. Aguanta por el peso que sigue teniendo en las zonas rurales
Si se compara la 'mancha' de color rojo y azul de PSOE y PP, el cambio en dos años y medio en la región es significativo. Aparecen incluso verdes en el centro-oeste, y al noreste de la comunidad. Los socialistas pasan de ganar en 2023 en 257 municipios a quedarse únicamente con 117. El PP pasa de 132 a 263. Y Vox gana por primera vez en pequeños municipios de menos de 500 habitantes: Tayuela, Pueblonuevo de Miramontes, Valdehúncar, Fresdenoso de Idor, Garvín y Ladrillar.
Mientras que el azul gana peso al norte, el PSOE resiste en ciertos enclaves como primera fuerza más votada. En una pequeña localidad de 231 habitantes, Manchargaz (Cáceres) y en otra de 100, Sancis-Spíritus (Badajoz), los socialistas consiguen su mejor resultado: seis de cada diez votos. Puntualmente se llega al 45-50% en otros puntos del centro, los costados y el norte y sur de la región, pero sin un patrón definido como sí se ve en el caso del PP, con resultados más homogéneos.
3. Vox rompe con el eje urbano-rural
En el norte de Extremadura, al norte de Cáceres, en 2023 Vox apenas superaba el 15% del voto, generalmente con el 5-8% de media. Ahora, en esos entornos rurales, los de Abascal ganan peso y no bajan, salvo ocasiones puntuales, del 15-19%. Hay casos de ascenso notable como Pinofranqueado, de los 6 puntos a los 16,7; Valverde del Fresno, del 7% al 17,1%; o Jaraíz de la Vera, desde el 8,5% al 19%, entre muchos otros. Los dos primeros anteriormente fueron enclaves socialistas. El PSOE compensó en estos comicios la caída urbana con la resistencia en las zonas rurales.
El resultado de Vox mejora homogéneamente, sin esas diferencias entre el electorado urbano y rural que son más claras aún en formaciones como Unidas por Extremadura. Ese crecimiento rural es igual de notable en Badajoz, en el centro-sur de la provincia. En Montijo, Guadiana, Albuquerque, La Roca de la Sierra, Miajadas, Zafra, Villafranca de los Barros, Olivenza o Azuaga, Vox duplica o triplica resultados, casi al borde del 20% en alguno de ellos.
El voto urbano-rural es homogéneo para el PP, en torno a los 40 puntos. A mayor población, más apoyo para Unidas por Extremadura, que en las ciudades de más de 50.000 habitantes supera el 12% del voto. Al contrario, el PSOE arrasa en los lugares de menos de 1.000 habitantes. Un 33,8% en ellas frente al 17,5% en las ciudades de más de 50.000 residentes.
4. El peso de la inmigración condiciona el voto a Vox
Hay una tendencia respecto al auge de Vox: en las poblaciones extremeñas con mayor número de inmigrantes hay un mayor respaldo a la candidatura de Óscar Fernández Calle. En las poblaciones con menos de 8 puntos de residentes extranjeros, hay homogeneidad del voto entre PP, PSOE, Vox y Unidas por Extremadura en función del peso electoral de cada formación. Pero en aquellos municipios donde se sobrepasa ese porcentaje, Vox consigue un apoyo superior.
Algunos ejemplos donde el porcentaje de extranjeros supera el 20%, generalmente ligado al sector primario, son Saucedillas (Cáceres). En 2023, Vox logró el 12,1% de los votos. En 2025, pasa de la cuarta a la segunda posición con el 30,33%. Otro enclave es Toril (Cáceres), con más del 22% de inmigrantes. Del 14,6% Vox pasa al 30,64%. Tayuela es el ejemplo más claro con más del 24% de población extranjera. Allí Vox ganó anoche. El cambio es extremo: de la tercera plaza y el 12,26% del voto, Fernández Calle se posiciona primero con el 37,2% empatado en 251 votos con el PP.

5. Se consolida el vuelco a la derecha
Por primera vez en la historia -al igual que ocurrió en Andalucía en 2022-, en un bastión socialista clásico, la suma de la derecha supera el 50% de los votos. PP (43,2%) y Vox (16,9%) llegan al 60,1% de los votos en conjunto. PSOE (25,7%) y Unidas por Extremadura (10,3%) alcanzan una suma de 36%. Se añade un 4% en concepto de 'otros partidos'. En la convocatoria de 2023 la derecha ya sumó más que la izquierda, aunque supuso 1,9 puntos de diferencia que hoy pasan a ser 24,1 puntos. Esencialmente por ese incremento de voto a Vox y la desafección con el PSOE. En 2011 la suma de la izquierda descendió una décima por debajo del 50%, pero en este 2025 la debacle ha sido enorme. Aquí puede verse la evolución:
La derecha de PP y Vox consolida un giro ideológico en la región favorecido por la abstención y desmovilización de la izquierda: en dos años y medio la izquierda se hunde del 45,9% al 36% del voto

6. Paro, educación o edad: los factores del voto
Al margen de los datos del eje urbano-rural ya mencionados, hay otros aspectos que distinguen el voto a los cuatro principales partidos. En primer lugar, el nivel de paro. A mayor desempleo, mayor voto al PSOE. En aquellos lugares con menos del 6% de paro, los socialistas logran el 29,1% de los sufragios. En aquellos con más del 10% se hacen con el 34,6% de las papeletas. Unidas por Extremadura y el PP se mantienen estables. A menor paro, más apoyo en el caso de los populares. Vox saca más rédito en zonas con paro moderado. A mayor desempleo, menos respaldo a los de Abascal.
El PSOE logra más apoyos en zonas envejecidas, con niveles altos de paro y baja tasa de formación académica. El PP se muestra homogéneo en todos los escenarios y Vox cala en zonas más jóvenes
El voto en zonas muy jóvenes en cuanto a media de edad beneficia a Vox. Consigue un 20,5% del apoyo mientras que en las zonas más envejecidas se hace con el 15%. En Extremadura, Guardiola consigue más homogeneidad en todos los aspectos. Pero el PSOE claramente sale favorecido en los lugares más envejecidos. Hay una diferencia de 12,1 puntos de apoyo en urnas entre las zonas "muy jóvenes" y las "muy envejecidas". En estas últimas saca un 32,3% de respaldo. Podemos cala mejor en la mediana edad.
En cuanto al nivel de formación académica, el PSOE sale mejor parado en las zonas con menor número de residentes con estudios superiores. Cuando hay menos del 40% de ciudadanos con esos estudios, a los socialistas les apoyan el 30-34% de los votantes. Al contrario, PP y Unidas Podemos consiguen mejores resultados cuanto más crece el número de graduados. A Guardiola la votan más del 50% de los votantes de zonas con más del 60% de licenciados. Vox queda en una posición intermedia, aunque cala por igual en casi todas las franjas.
Una de las incógnitas que aclararán próximos sondeos como el CIS postelectoral de Extremadura -cotidianamente se hace después de unos comicios- es si ha habido por primera vez transferencia notable entre bloques. Entre PSOE y PP, y con más relevancia, entre PSOE y Vox. Asimismo, el impacto que puede generar esta primera contienda superada en las próximas batallas. Especialmente en la relación PP-Vox y de cara al futuro de Pedro Sánchez al frente del PSOE.
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