La próxima entrega de la saga, Torrente, presidente, que llegará a los cines el 13 de marzo, será según Santiago Segura “una conmoción”. No tanto por el argumento, que prefiere no desvelar, como por una constatación que atraviesa toda la serie: en España, la realidad política y social ha terminado por dejar atrás a la sátira.
El actor y director sostiene que el humor se ha vuelto una herramienta casi terapéutica en un contexto de crispación, incertidumbre y ansiedad colectiva. “La gente vive estresada”, ha señalado en una entrevista con EFE, en la que ha defendido la comedia como espacio de desahogo en tiempos de miedo –desde la polarización política hasta la amenaza difusa de la inteligencia artificial sobre el empleo–. En ese marco, Segura confía en una película “muy potente”, capaz de provocar carcajadas francas, algo que considera cada vez menos frecuente.
Torrente profético
No es una reflexión nueva en su discurso. Ya en 2014, con Torrente 5: Operación Eurovegas, el cineasta reconocía su frustración ante una realidad que parecía ir siempre un paso por delante de la ficción. Aquella película imaginaba una España distópica situada en 2018, con el regreso a la peseta y la ruptura territorial. Algunas de esas hipótesis, recuerda ahora, comenzaron a materializarse antes incluso del estreno. “Dicen que la realidad supera a la ficción y es verdad: siempre te quedas corto”, ha resumido.
La saga arrancó en 1998 con Torrente, el brazo tonto de la ley y se consolidó como uno de los fenómenos comerciales más persistentes del cine español, con sucesivas entregas en 2001, 2005, 2011 y 2014. Desde entonces, Segura ha combinado ese personaje con una carrera orientada al gran público, especialmente con la serie Padre no hay más que uno. El regreso de Torrente, ahora proyectado hacia el poder político, parece dialogar de forma directa con el clima del país más que con cualquier giro narrativo concreto.
Segura en 'Bob Esponja'
En paralelo a ese retorno, Segura ha estrenado esta semana una faceta distinta pero ya habitual en su trayectoria: el doblaje de animación. El actor pone voz al Holandés Errante, el antagonista de Bob Esponja: Una aventura pirata, nueva película del universo creado por Stephen Hillenburg. Dirigida por Derek Drymon, la cinta recupera —según Segura— el tono más canalla y gamberro de la serie, con una estética exuberante que por momentos remite al surrealismo.
El cineasta se declara “muy fan de los piratas” y subraya el atractivo de un villano “malo, pero simpático”, al que en la versión original interpreta Mark Hamill. Con décadas de experiencia en el doblaje —ha sido la voz española de personajes como Sulley en Monstruos S.A. o Drácula en Hotel Transilvania—, Segura reivindica ese trabajo como un ejercicio de precisión y entrega, especialmente cuando se trata de personajes histriónicos y desmesurados.
Más allá del espectáculo visual, destaca también el componente moral de la película. Sin subrayados, dice, introduce mensajes dirigidos al público infantil sobre la desconfianza ante los atajos fáciles y la necesidad de distinguir entre el miedo paralizante y la precaución razonable. Una doble lectura que permite, según el actor, disfrutar la película tanto como puro entretenimiento como punto de partida para una conversación familiar.
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