Puigdemont, con ese aspecto de hobbit, de Bilbo Bolsón, que va tomando poco a poco, no podía hacer otra cosa que montar una escena de pitufos. Fue en el Atomium de Bruselas, muy adecuado para que los Pitufos tengan una aventura de ésas suyas como de minigolf, con pasto para esconderse y molinos, esfinges o cohetes para trepar. Allí estaba él, desarregladillo, como el hobbit de pajar que empieza a ser, subido a un palé o a una caja de tomates, como el podio que se haría con una caja de zapatos un héroe de Toy story. A sus pies, enganchada en el cajón, la estelada parecía un felpudo de Ikea, entre la simbología y el serrín. Dar un discurso de esta manera yo creo que sólo lo pueden hacer Puigdemont, un profeta loco de Central Park y el rey Louie de El libro de la selva.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Felipe González ironiza tras el anuncio de Sánchez: "No sabía yo que era una decisión"
- 2 Este es el precio de la bombona de butano en mayo 2024: así se calcula
- 3 El independentismo pasa al ataque ante un Sánchez dispuesto a robarles la bandera del lawfare
- 4 Las adelfas, esa planta tan bonita que puede provocarte un paro cardíaco
- 5 Luis Mateo Díez: "No tengo creencias ni ideología"
- 6 ERC pide a la Junta Electoral prohibir la entrevista de Sánchez en TVE por "autopromoción"
- 7 El impacto del consumo de café en tu cerebro, según una doctora de Harvard
- 8 Media de encuestas: Illa suma mayoría en Cataluña con ERC
- 9 Cuándo es el Día del trabajador y qué se celebra