El sector inmobiliario español viene experimentando una cierta desaceleración en su crecimiento de los últimos dos años. En el año 2019 la desaceleración ha sido algo más pronunciada de lo esperado y en 2020 se prevé una evolución aún más moderada, con ritmos de venta menores y estabilización de los precios, influido, como no, por los espectaculares registros de 2018, difíciles de mantener.

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